La Rueda del Tiempo Wiki
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A raíz de la destrucción ocasionada durante el Desmembramiento del Mundo, las tierras se separaron y se formaron nuevos mares y océanos entre ellas. Al formarse el continente de Seanchan y quedar incomunicado del resto de lugares, la antigua institución de las Aes Sedai evolucionó de una forma bien distinta a como lo hizo en las Tierras Occidentales, hasta el punto de que ambos grupos pasaron a no tener nada en común más allá del nombre y de estar conformados por mujeres capaces de encauzar el Poder Único.

En la Era de Leyenda, los Aes Sedai estaban integrados por hombres y mujeres que utilizaban el Poder Único, por lo general de manera conjunta, con el objetivo de servir al resto de la sociedad y trabajar por el bien común. A consecuencia de la infección en el Saidin los varones Aes Sedai enloquecieron y provocaron el Desmembramiento del Mundo, quedando en manos de las mujeres Aes Sedai supervivientes la trabajosa tarea de salvaguardar lo poco que quedaba de la Era de Leyenda, proteger a la humanidad y dirigirla hacia un nuevo resurgir. Los caminos que emprendieron estas mujeres a ambos lados del Océano Aricio no pudieron ser más diferentes.

Mientras que en las tierras al este del océano la mayoría de las Aes Sedai se instalaron en una única ciudad, Tar Valon, desde la cual se propusieron guiar y proteger al resto del mundo, en Seanchan no llegó a cristalizar ninguna alianza tan amplia y efectiva, de modo que las Aes Sedai de aquellas tierras actuaron por cuenta propia, en alianzas mucho menos numerosas (más de acuerdo con la definición original de un Ajah) y más enfocadas en la búsqueda de poder, de forma que buena parte de ellas acabó por convertirse en gobernantes locales, por lo general enfrentadas entre sí. En los dos mil años posteriores al Desmembramiento del Mundo no hubo paz alguna en Seanchan, sino que siempre existieron decenas y decenas de pequeños reinos, usualmente dirigidos por Aes Sedai, que luchaban entre sí por extender su área de influencia.

Al contrario que las Aes Sedai del otro lado del Océano Aricio, las de Seanchan no estaban restringidas por los Tres Juramentos, de modo que podían emplear el Poder Único en el campo de batalla con total libertad. Un uso bien conocido que se dio fue el de recurrir a los Portales de Piedra para traer desde otros mundos a extraños animales que pasaron a formar parte de sus ejércitos personales. La presencia de estos seres fue determinante en la Guerra de los Trollocs que llegó a Seanchan, ya que mediante su empleo se obtuvieron unos resultados tan excelentes que los Engendros de la Sombra pasaron a ser, para las generaciones posteriores, meros seres imaginarios.

La presencia de Aes Sedai en Seanchan llegó a su fin en los años de la Conquista, cuando hizo aparición Luthair Paendrag Mondwin y su flota. La perdición de estas mujeres vino precisamente de la mano de una de ellas llamada Deain, quien ofreció a Luthair el a'dam seguramente como parte de una alianza contra alguno de sus numerosos rivales. Éste comprendió lo vital que era el uso de aquel instrumento para asegurar su complicada posición en Seanchan y comenzó a someter a todas las Aes Sedai que pudo al a'dam, convirtiéndolas en damane. Deain en persona fue la primera en ser atada a la correa, mas a no mucho tardar fue acompañada por otras de sus iguales, hasta que los ejércitos de Luthair y sus descendientes tuvieron un número de damane tal como para derrotar al resto de Aes Sedai y consolidar su presencia en todo Seanchan, fundando un enorme imperio. Con el tiempo, todas las Aes Sedai nativas de Seanchan murieron o fueron convertidas en damane, de forma que en los años del Retorno no quedaba de ellas apenas ni su recuerdo en aquellas tierras.

Véase también[]

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