| Amathera Lounault | |||
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| Información cronológica | |||
| Primera mención | EADLS 38 | ||
| Primera aparición | EADLS 52 | ||
| Última aparición | TDM 17 | ||
| Información biográfica | |||
| Nombre completo | Amathera Aelfdene Casmir Lounault | ||
| Alias | Thera | ||
| Nacionalidad | Tarabon | ||
| Información política | |||
| Título | Lady (I - ¿VI?) Panarch de Tarabon (IV - ¿VI?) | ||
| Rango | Noble (I - ¿VI?) Reina (IV - ¿VI?) | ||
| Afiliación | Mat Cauthon (IX - XIII) | ||
| Ocupación | Panarch de Tarabon (IV - ¿VI?) Da'covale (¿VI? - IX) | ||
| Descripción física | |||
| Género | Mujer | ||
| Complexión | Esbelta | ||
| Pelo | Oscuro | ||
| Ojos | Oscuros | ||
Lady Amathera Aelfdene Casmir Lounault es una mujer de la nobleza tarabonesa elegida por su amante, el rey Andric para ocupar el cargo de Panarch a la muerte de su predecesora en 999 NE. Amathera se verá amenazada por un gran número de peligros aun antes de dar inicio a su mandato y su vida experimentará en los meses siguientes un giro radical a consecuencia de ello.
Apariencia[]
Amathera es una mujer joven de grandes ojos oscuros y largos cabellos de semejante tonalidad, que lleva recogidos en múltiples trencillas, a la usanza tarabonesa. Su rasgo más distintivo es su boca, pequeña, roja y carnosa como el capullo de una rosa. Amathera es una mujer bonita, pero su aspecto queda enturbiado por el gesto de petulancia y desagrado que suele quedar dibujado en sus labios. Tal y como corresponde a su posición, viste con delicados ropajes de seda y no tiene reparo en lucir lujosas alhajas, sin ser consciente de la crítica situación que vive su pueblo.
Sinopsis[]
El ascenso de la Sombra[]
Al morir la anterior Panarch de Tarabon, el rey Andric desea que la sucesora sea Amathera, pero se encuentra con la oposición frontal de numerosos nobles y de la Asamblea de Lores, que considera que el monarca detentará demasiado poder si encumbra a su amante a la posición de Panarch. La situación en Tanchico no deja de empeorar, pero ni la hambruna, el aumento de la criminalidad o los disturbios impiden que Amathera acabe siendo nombrada Panarch, pese a haber sido rechazada por la Asamblea de Lores por sus vínculos con Andric. El rey puede llevar a cabo este arriesgado movimiento gracias a la ayuda que le ofrece Jaichim Carridin, máximo responsable de los Hijos de la Luz en el reino, quien establece una férrea defensa en torno al Palacio de la Panarch. De esta forma, Amathera queda recluida en su palacio durante los días siguientes a su coronación, defendida por gruesas murallas y centenares de soldados, pero ajena al deterioro de las condiciones de vida de los taraboneses.
El grupo de Liandrin consigue infiltrarse e instalarse en el Palacio de la Panarch, haciendo prisionera a Amathera y obligándola a que obdezca cada una de sus órdenes, contribuyendo así a empeorar aún más la situación. La Panarch sufre los tormentos infligidos por Temaile Kinderode hasta que es rescatada por Elayne Trakand y Egeanin Sarna. Amathera muestra su agradecimiento a sus salvadoras, pero se empeña en ser ella la que tome el mando del grupo hasta que Elayne la obliga a cooperar, recordándole que ella es muy diestra encauzando el Poder Único. Más dócil e incluso servil, Amathera sigue a Elayne y Egeanin, quienes se reúnen con Nynaeve al'Meara al haber concluido su misión en el Palacio de la Panarch y huyen a toda prisa. Amathera está dispuesta a todo con tal de olvidar la dura experiencia vivida y entrega una fortuna en joyas a Nynaeve y Elayne como regalo de despedida, y sin dudas con la esperanza de no volver a cruzarse con ellas. Las dos amigas deciden que Amathera pase una temporada trabajando en las cocinas de la posada El Patio de los Tres Ciruelos hasta que se calme un poco la situación, lo que le servirá a la Panarch como una dosis de modestia y le ayudará a concienciarse de las necesidades de un pueblo al que debe aprender a gobernar.
La Corona de Espadas[]
Thera (por Richard Boyé)
Se sabe que Amathera recuperó el poder después de la partida de Nynaeve y Elayne de Tanchico, pero apenas pudo ostentar la estola de la Panarch unos pocos meses antes de que un nuevo peligro se cerniese sobre Tarabon. Tras haberse replegado y reorganizado, los seanchan atacan de nuevo las Tierras Occidentales y eligen Tanchico como su primer objetivo, aprovechándose de la caótica situación que aún atraviesa el lugar. Los ejércitos de Andric y de Amathera se unen para combatir a los invasores, pero son rápidamente derrotados por los seanchan, más numerosos y mucho más poderosos, gracias al uso que hacen de las damane. Andric es asesinado, pero Amathera es capturada con vida y convertida en da'covale por orden de la Augusta Señora Suroth Sabelle Meldarath, recibiendo el nombre de Thera.
Obligada a vestir ropajes casi transparentes y a ejecutar danzas escandalosas, Thera forma parte de la legión de sirvientes de Suroth, a la que aprende a mostrar el debido respeto. La Augusta Señora usa a Thera como forma de asustar a otros gobernantes, presentándosela a la reina Morgase Trakand en Amador con el objetivo de hacerle ver que cualquier resistencia a los seanchan es inútil y que todo aquél que se niegue a someterse a ellos acabará convirtiéndose en seres de su propiedad. Después de este perturbador encuentro, Suroth se lleva consigo a Thera a la más reciente conquista del Ejército Invencible, la capital altaranesa, Ebou Dar.
El Corazón del Invierno[]
Thera es descubierta en las dependencias de los da'covale por Juilin Sandar, el rastreador teariano que había acompañado a Nynaeve y Elayne en su aventura en Tanchico. Éste ya había mostrado su preocupación por la antigua Panarch con anterioridad, y al reencontrarse con ella queda claro que está enamorado. Juilin la convence de que se escape con él y con sus compañeros y, pese a que está tremendamente asustada, accede a acompañarlo. En la noche acordada, Juilin se infiltra en los dominios de Suroth y reunirse con Thera, después de lo cual ambos corren a los establos del Palacio de Tarasin, el punto de reunión acordado con Mat Cauthon y el resto de personas que se marchan con él de Ebou Dar.
Encrucijada en el crepúsculo[]
Mat, Juilin, Thera y los demás que han formado parte de la huida de Ebou Dar se esconden en el espectáculo itinerante de Valan Luca y comienzan un lento trayecto hacia el norte, en dirección a Murandy. La antigua Panarch comparte caravana con Juilin y con Olver, a quien trata con mimos y dedicación. Mat observa que Thera es una mujer tímida y muy asustadiza que aún es incapaz de evitar adoptar una actitud servil con Egeanin y las demás mujeres seanchan que viajan con él, lo que hace que apenas confíe en ella y la considere la persona que pudiera delatarlos con mayor probabilidad. Además, un halo de tristeza rodea la figura de Thera, quien sólo muestra un atisbo de sonrisa y de distensión cuando Juilin está cerca. Los dos disfrutan enormemente de los momentos que pasan juntos y tratan de no separarse ni un solo instante.
Cuchillo de sueños[]
Al llegar a las proximidades de la frontera de Altara con Murandy, Mat se despide de Valan Luca y prosigue su viaje por territorios agrestes hasta que se encuentra con sus hombres de la Compañía de la Mano Roja. Juilin, Thera y las otras personas que salieron con él de Ebou Dar le han seguido, y continúan haciéndolo en esta nueva etapa. Rodeada de un ejército y cada vez más lejos de los seanchan, resulta patente que Thera recupera la confianza en sí misma y ya no se la ve tan ensimismada y temerosa como al principio. Juilin y la antigua Panarch comienzan a frecuentar la compañía de Bayle Domon y de Egeanin (que ahora ha aceptado un nuevo nombre, el de Leilwin) y los cuatro forjan una amistad más allá de las grandes diferencias que existen entre ellos.
La tormenta[]
Ya en Murandy, la Compañía de la Mano Roja vive momentos complicados a consecuencia de lo rápido que se estropean los alimentos y las apariciones de burbujas malignas. Mat entra en el pueblo de Hinderstap para comprar suministros y va acompañado de algunos de sus amigos y compañeros. Thera se queda atrás con Juilin, Leilwin, Domon y Olver y no vuelve a ser mencionada hasta que el ejército se traslada a Caemlyn gracias al acceso que Mat consigue que le abra la Aes Sedai Verin Mathwin.
Torres de Medianoche[]
Juilin y Thera pasan poco tiempo en Andor, ya que en cuanto las Aes Sedai que se encuentran con Mat deciden que ha llegado el momento de ir a Tar Valon, la pareja solicita unirse a ellas. Según le explica Juilin a Mat, él hubiese preferido regresar a Tear, pero Thera desea estar lo más lejos posible de los seanchan, y ambos creen que Tar Valon ha de ser el sitio más seguro para conseguir su propósito. Los dos, que siguen tan acaramelados como al inicio de su relación, se marchan junto con las Aes Sedai, las sul'dam doblegadas, Leilwin y Domon y, al cabo de unas semanas, notifican a Mat que han llegado sanos y salvos a su destino. La antigua Panarch de Tarabon no aparece más en la historia, ya que permanece tranquila y segura en Tar Valon durante la Última Batalla, si bien su amado Juilin sí toma parte de los combates.
Personalidad[]
Presentada inicialmente como una mujer terca y caprichosa, siendo Panarch Amathera parecía desconocer la situación en la que vivía su pueblo y no haberse interesado en ella. El temor pasado siendo prisionera del Ajah Negro y la lección de humildad por la que tuvo aprendida trabajando en las cocinas de una posada seguramente la cambió para bien, ya que Elayne percibió de inmediato en ella que era sensible al sentido de la justicia y tenía un buen fondo. Desgraciadamente, Amathera apenas tuvo tiempo de demostrar sus dotes como gobernante, al ser convertida en da'covale por los seanchan. Los meses pasados obedeciendo hasta el más nimio de los deseos de sus señores y sufriendo duros castigos en cada fallo cometido convirtieron a Thera en una mujer con muchos miedos, callada, temblorosa y servil. Recuperada su libertad, la antigua Panarch se ha recuperado muy lentamente de la experiencia sufrida, pero aun así lo que más desea es mantenerse fuera del alcance de los seanchan y vivir en paz y tranquilidad con Juilin Sandar, su rescatador y el hombre con el que ha recuperado la sonrisa y el respeto hacia sí misma.