Arathelle Renshar | |||
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Información cronológica | |||
Primera mención | CEL 19 | ||
Primera aparición | ESDC 41 | ||
Última aparición | CDS 35 | ||
Información biográfica | |||
Nombre completo | Arathelle Renshar | ||
Nacionalidad | Andor | ||
Información política | |||
Título | Lady Cabeza Insigne de la Casa Renshar | ||
Rango | Noble de la Casa Renshar | ||
Afiliación | Casa Renshar Casa Trakand (XI -XIV) | ||
Descripción física | |||
Género | Mujer | ||
Complexión | Delgada | ||
Pelo | Castaño con hebras grises | ||
Familia | |||
Hanselle Renshar (nieto) |
Lady Arathelle Renshar es la Cabeza Insigne de la Casa Renshar, una de las familias más importantes de la nobleza de Andor. Lleva varias décadas ostentando esta responsabilidad, en las que ha tenido que enfrentarse a conflictos sucesorios, y numerosas batallas e intrigas políticas. No obstante, siempre ha sabido ser fiel a sus ideales y es considerada una de las Cabezas Insignes más poderosas del reino, según algunos la cuarta en importancia.
Apariencia[]
En sus años jóvenes, Arathelle fue una mujer hermosa, de rasgos y constitución finos y delicados. Aún mantiene parte de su encanto, pero no muestra reparo alguno en lucir las arrugas de la vejez en su rostro ni el pelo grisáceo que ha aparecido en su cabellera antes totalmente castaña. Se ignora la edad exacta de Arathelle, pero es lo suficiente mayor como para tener al menos un nieto adolescente, Hanselle.
Historia[]
Al fallecer la reina Mordrellen Mantear en 972 NE no mucho después de la misteriosa desaparición de su heredera, Tigraine, estalló la Tercera Guerra de Sucesión de Andor, por no existir mayoría entre ninguna de las candidaturas aportadas por las diecinueve casas principales. Como líder de la Casa Renshar, Arathelle formó un frente común con otros Cabezas Insignes que apoyaron desde un principio a la joven Morgase Trakand, quien al cabo de casi dos años de enfrentamiento, terminó por sumar los votos necesarios y pudo ser coronada como nueva reina de Andor. En los años siguientes, Arathelle y los otros nobles que se aliaron con Morgase mantuvieron unas excelentes relaciones con ella y el Trono del León, favoreciendo un reinado próspero y justo.
Sinopsis[]
Cielo en llamas[]
La situación política andoreña sufre un brusco y pronunciado deterioro en 999 NE, cuando irrumpe en la corte Lord Gaebril, un misterioso personaje que seduce a Morgase y la convierte en su marioneta, forzándola a que comience a delegar en él los asuntos del reino. Los antiguos aliados de Morgase muestran su descontento ante la situación, pero la monarca es ajena a lo que está ocurriendo y no mueve un dedo cuando Gaebril expulsa de Caemlyn y envía al exilio a Lady Arathelle y los demás nobles que la han apoyado todos esos años. Más adelante se sabría que Morgase era víctima de la Compulsión de Rahvin, uno de los Renegados, quien pretendió hacerse con el poder de Andor antes de ser derrotado por el Dragón Renacido.
El Señor del Caos[]
Después de la muerte de Rahvin, muchos de los nobles que fueron desterrados por el Renegado regresan a Caemlyn, mostrándose cautelosos con el Dragón Renacido pero en ningún caso dispuestos a permitir que asuma el control del reino como lo hiciera previamente Gaebril. Rand al'Thor se reúne con esta facción, la de los antiguos aliados de Morgase, con la intención de tranquilizarlos y de reafirmar sus intenciones de que la siguiente persona en subir al Trono del León sea su legítima heredera, Elayne Trakand. Los Cabezas Insignes que hablan con él son, además de Arathelle Renshar, Lord Abelle Pendar, Lady Aemlyn Carand, Lady Dyelin Taravin, Lady Ellorien Traemane, Lord Luan Norwelyn y Lord Pelivar Coelan. Todos ellos siguen molestos con los últimos desaires sufridos con Morgase y prefieren que la próxima reina sea Dyelin en lugar de Elayne, con excepción de la propia Dyelin, quien apoya a la Casa Trakand.
El Camino de Dagas[]
Todo parece indicar que Andor se va a sumir en una nueva Sucesión, por lo que todos los Cabezas Insignes movilizan a sus fuerzas, dispuestos a batirse en el campo de batalla, llegado el momento. Arathelle, junto con Pelivar y Aemlyn, se dirigen al sur y forman un ejército que impide el paso a las Aes Sedai rebeldes, que tratan de entrar en Andor a través de Murandy con sus propios soldados, dirigidos por el antiguo Primer Príncipe de la Espada de Andor, Gareth Bryne. Tanto los nobles andoreños como los murandianos no desean que sus naciones se vean afectadas por la división que atraviesan las Aes Sedai, por lo que en esta ocasión se oponen cortés pero firmemente a que traspasen sus fronteras pero también a que permanezcan mucho más tiempo en Murandy.
La Sede Amyrlin de las rebeldes, Egwene al'Vere, acude a un encuentro formal con los nobles andoreños y murandianos en medio de un lago congelado, acompañada por Bryne y la Antecámara de la Torre. Allí, tras los saludos y las formalidades iniciales, Egwene anuncia a Arathelle y los demás nobles que no intentará entrar en Andor y que ella y sus seguidores abandonarán Murandy en el plazo de un mes. Tanto los andoreños como los murandianos quedan visiblemente satisfechos con este anuncio, pero todos ellos deciden mantenerse en la frontera hasta asegurarse que Egwene cumple su palabra en el plazo acordado. Con respecto a la Sucesión de Andor, Aemlyn, Arathelle y Pelivar se oponen a Elayne y son partidarios de Dyelin, si bien aún no han hecho ninguna declaración escrita vinculante.
Encrucijada en el crepúsculo[]
Las Aes Sedai rebeldes y el ejército de Gareth Bryne desaparecen de improviso de la frontera de Murandy al cumplirse el plazo marcado por la Amyrlin, tras lo cual las tropas combinadas de Aemlyn, Arathelle y Pelivar levantan el campamento y se dirigen de regreso al norte, hacia Caemlyn. Los informadores que Elayne envía no son capaces de dictaminar cuál es el parecer de los tres Cabezas Insignes, que siguen sin pronunciarse de forma oficial a favor de Elayne, pero tampoco de su principal rival, Arymilla Marne.
Cuchillo de sueños[]
Aemlyn, Arathelle y Pelivar se reúnen con Abelle, Ellorien y Luan, los otros antiguos aliados de Morgase que ahora favorecen a Dyelin y la Casa Taravin, y acampan cerca de ellos con un total de sesenta mil soldados al sur de Caemlyn. Los seis Cabezas Insignes no se reúnen con Arymilla, mas rechazan cualquier acercamiento a Elayne y, en las negociaciones que dirige Dyelin, insisten en que ella se postule como candidata. Arathelle y el resto mantienen esta postura hasta que, por fin, Elayne derrota a Arymilla y sus aliados y se asegura el voto a favor de un total de nueve familias nobles, a falta de sólo una para alcanzar la mayoría suficiente para ceñirse la Corona de la Rosa. Es en este momento cuando los partidarios de Dyelin se ponen en movimiento y reclaman un encuentro con Elayne. Lady Arathelle envía como mensajero a su nieto, Hanselle, notificándole las condiciones bajo las que aceptarán parlamentar con ella.
Elayne recibe a los Cabezas Insignes acompañada de Dyelin y de los otros líderes que ya han hecho público su apoyo a la Casa Trakand, y responde con sinceridad y sin ambages a las preguntas que se le formulan. Conociendo de primera mano las explicaciones de Elayne sobre asuntos tan espinosos como la Torre Negra o el paso por Andor de los reyes de las Tierras Fronterizas, Abelle y Luan anuncian que van a votar a favor de Elayne. Tras oírlos, Aemlyn, Arathelle y Pelivar deciden hacer lo mismo, con lo que la joven no sólo reúne los votos a favor suficientes para ser coronada y dar por finalizada la Sucesión, sino que obtiene una mayoría aún superior a la que consiguió su madre décadas atrás. No obstante, Elayne es realista y sabe que todos ellos han cambiado de parecer por Dyelin. De los presentes, la única que se mantiene en sus trece es Lady Ellorien, quien se marcha visiblemente molesta.
Personalidad[]
La Cabeza Insigne de la Casa Renshar es una mujer de gran poder e influencia en la nobleza andoreña. Elayne está convencida de que sólo ella, Dyelin y Luan están por encima de Arathelle, lo que da una idea de la importante posición que ocupa en el panorama político. Como no podía ser de otra forma, Arathelle es consciente de esto y obra en consecuencia, midiendo sus actos y analizando todo lo que ocurre a su alrededor con una mirada dura e inquisitiva. Al igual que otros muchos nobles andoreños, Arathelle está acostumbrada a los vaivenes de la política y conoce las mareas que controlan este campo tan variable, pero es más directa que los nobles cairhieninos y no tiene problemas en decir lo que piensa y en no ceder ni un ápice el tiempo que sea necesario hasta que esté segura de su próximo movimiento.