Aviendha | |||
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Información cronológica | |||
Primera aparición | EDR 38 | ||
Última aparición | TDM 49 | ||
Última mención | TDM 51 | ||
Información biográfica | |||
Nombre completo | Aviendha | ||
Nacionalidad | Aiel | ||
Nacimiento | 980 NE | ||
Información política | |||
Rango | Far Dareis Mai (III - IV) Aprendiza (IV - XIII) Sabia (XIII - XIV) | ||
Afiliación | Car'a'carn | ||
Descripción física | |||
Género | Mujer | ||
Complexión | Esbelta | ||
Estatura | Alta | ||
Pelo | Rojizo | ||
Ojos | Verdes-azulados | ||
Familia | |||
Niella (hermana) Lian (tía) Dailin (prima) | |||
Vínculos | |||
Elayne Trakand (primera hermana) Rand al'Thor (Guardián) |
—Aviendha
Aviendha es una Taardad Aiel del septiar Nueve Valles. Pertenece a la hermandad de las Far Dareis Mai, las Doncellas Lanceras, cuando se infiltra en las tierras húmedas junto a otros muchos guerreros, en busca de El Que Viene con el Alba. Sin embargo, Aviendha está llamada a un destino muy distinto al que ella desea, lejos de la lanza. Las Sabias son conscientes del potencial de Aviendha y de que desempeñará un papel de vital importancia en asegurar la supervivencia del pueblo Aiel.
Apariencia[]
Como la inmensa mayoría de su pueblo, Aviendha es alta, fuerte y con una piel bronceada por el inclemente sol que reina en el Yermo de Aiel. Gracias a su entrenamiento como Doncella Lancera, goza de una excelente forma física, con un cuerpo fuerte y fibroso pero no exento de curvas y redondeces que la convierten en una mujer sumamente atractiva. Aviendha tiene los ojos de un hermoso color verde azulado y el cabello rojizo. Inicialmente llevaba el pelo a la usanza de las Far Dareis Mai, corto a los lados y con una coleta a la espalda, pero después de verse obligada a abandonar la lanza Aviendha se lo ha dejado largo, a la manera de las Sabias, y por lo general sujeto con un pañuelo ceñido a la frente.
Historia[]
Aviendha nació durante el año 980 NE en el septiar Nueve Valles de los Taardad Aiel. Se desconoce la identidad y el paradero de sus padres, pero se conocen los nombres de varios familiares suyos: Niella, una hermana seis o siete años mayor, su segunda hermana (grado de parentesco Aiel equivalente a "prima") Dailin y su segunda madre (tía) Lian, una de las dos esposas de Rhuarc. La otra esposa de Rhuarc es la Sabia y antigua Doncella Amys, con quien Aviendha mantiene al principio una tensa relación por ver en su ejemplo una amenaza evidente hacia su estilo de vida como Far Dareis Mai.
Sinopsis[]
El Dragón Renacido[]
Guiados por los sueños de las cuatro Sabias Caminantes de Sueños, un discreto contingente de Aiel cruza la Columna Vertebral del Mundo y entra en las tierras húmedas en busca de El Que Viene con el Alba que ha sido profetizado. Entre las Far Dareis Mai está Aviendha, así como su prima Dailin y sus amigas Bain y Chiad. Dailin es herida de gravedad cuando los Aiel son confundidos por bandidos y otras Doncellas parten en busca de ayuda para su compañera. Aviendha conoce a Egwene al'Vere, Nynaeve al'Meara y Elayne Trakand y, creyendo que son Aes Sedai, les pide auxilio. Nynaeve Cura a Dailin y recibe efusivas muestras de agradecimiento de las Aiel antes de despedirse. Aviendha sigue a las tres jóvenes un trecho y es testigo de su captura, tras lo cual acude junto con Rhuarc y decenas de Aiel en su rescate. Las tres Aceptadas se enteran de que varios exploradores han abandonado el Yermo siguiendo una profecía y, pese a que creen que buscan a su amigo Rand al'Thor, prefieren guardar silencio y se separan de Aviendha, Rhuarc y los otros Aiel como amigos.
Al cabo de unas semanas Aviendha vuelve a encontrarse con Egwene, Nynaeve y Elayne en la Ciudadela de Tear, después de que los Aiel ayuden a Rand a tomar por sorpresa la hasta entonces inexpugnable fortaleza. Los Aiel revelan que su nombre secreto es el Pueblo del Dragón y reconocen a Rand como aquél a quien han estado tanto tiempo esperando. En los días siguientes, Aviendha permanece en la Ciudadela junto a los demás Aiel y traba amistad con las tres Aceptadas, en particular con Egwene. Mat Cauthon intenta flirtear con las Doncellas y accede entusiasmado la oferta de jugar al "Beso de la Doncella" que le ofrecen Aviendha, Chiad y Bain, sin saber en qué consiste exactamente aquel juego. Las tres Aiel disfrutan mucho con la experiencia, pero Mat prefiere no volver a hablar del tema por los malos recuerdos que le trae y el aprieto que pasa, amenazado por las afiladas lanzas de las Doncellas.
El ascenso de la Sombra[]
Las jornadas que pasan todos en la Ciudadela de Tear, Aviendha las emplea sobre todo en afianzar su amistad con Egwene y en permanecer cerca de Moraine Damodred y las tres Aceptadas, a las que sigue considerando Aes Sedai del Ajah Verde. Al recibir una carta firmada por Amys, Moraine le notifica a Aviendha que las Sabias la han convocado a Rhuidean, algo que disgusta visiblemente a la Doncella. Moraine comprende con rapidez lo que ocurre: Aviendha puede aprender a encauzar el Poder Único, posee un gran potencial y las Sabias no van a permitir que sigo siendo una Far Dareis Mai. Aún molesta, Aviendha forma parte del grupo de Aiel que se dirige a Rhuidean a través de un Portal de Piedra, junto con Rand, Mat, Egwene, Moraine y Lan Mandragoran. Ese mismo día llegan a Chaendaer y son bienvenidos por las Sabias Amys, Bair, Melaine y Seana. Éstas se muestran inflexibles con Aviendha, se niegan a oír sus súplicas y la envían a Rhuidean para que pase la primera prueba, que la convertirá en aprendiza de Sabia. Así terminan los días de la joven como Doncella Lancera.
En los tres arcos de Rhuidean Aviendha contempla varios posibles futuros suyos y descubre de quién acabará enamorándose. De regreso a Chaendaer, las Sabias le encargan que permanezca lo más cerca posible de Rand, que lo vigile y le enseñe elementos de la cultura Aiel como el ji'e'toh. Aviendha se enfurece ante esto, mas no tiene otra opción que acatarlo y, con una reticencia que el propio Rand percibe, empieza a aleccionarlo. En sus escasos ratos libres Aviendha acude a la tienda de las Sabias, les comunica lo que ha hecho o planea hacer Rand y aprende a encauzar el Poder. Después de un nuevo enfado con él, Rand intenta hacer las paces con Aviendha regalándole un hermoso brazalete, que la antigua Doncella acepta desolada. Rand no es consciente de ello, pero al hacerle un regalo da la impresión de estar cortejándola, y esto causa la hilaridad general de sus antiguas hermanas de la lanza. Esto no impide que Aviendha continúe al lado de Rand y esté junto a él cuando atacan Engendros de la Sombra y se dirige a los Aiel en Alcair Dal, donde se muestra como el Car'a'carn, el jefe de jefes destinado a unirlos y a destruirlos.
Cielo en llamas[]
Aviendha regala a Rand una hebilla de cinturón hecha con sus puntas de lanza fundidas, pero aún se muestra hosca y voluble cuando trata con él, herida en su orgullo de guerrera al verse obligada a obedecer a las Sabias en contra de sus deseos. Éstas le ordenan que no se separe más de Rand y que duerma en la misma habitación que él, lo que frustra aún más a la joven. Por su parte, y por más que intenta suprimir estos sentimientos, Rand ha comenzado a sentirse atraído por Aviendha y no sólo disfruta con su presencia, sino que muestra incipientes celos al verla llevar un colgante de plata con una estrella de nieve, sin saber que es un regalo de Egwene. El intercambio de regalos prosigue con el paso de los días, y Aviendha le entrega la aparatosamente enjoyada espada del rey Laman Damodred de Cairhien. Rand acepta encantado la hoja del arma, pero insiste en devolverle las joyas a Aviendha. Aun así, siguen existiendo evidentes tensiones entre ambos, como se ve cuando son atacados por dos Draghkar y Aviendha se enfurece cuando Rand no se da cuenta de que se han salvado la vida mutuamente.
Ya en el camino de regreso a las tierras húmedas, Rand sorprende en una ocasión a Aviendha desnuda en su tienda. La Aiel entra en pánico y, sin ser consciente de lo que hace, abre un acceso y Viaja hasta un paisaje nevado que resulta ser el continente de Seanchan. Rand acude tras ella y la salva de la hipotermia. Tras ello, Aviendha por fin decide rendirse al destino que contempló en Rhuidean y reconoce su amor por Rand, acostándose con él esa misma noche. Aunque enamorados, los dos se sienten culpables de sus actos (Rand ama también a Elayne Trakand y a Min Farshaw, y Aviendha había prometido mantener a Rand lejos de otras mujeres a petición de Elayne), y tras su primer encuentro se muestran distantes el uno con el otro, sin saber qué hacer para reafirmar sus sentimientos.
Durante la Segunda Batalla de Cairhien, Egwene y Aviendha acompañan a Rand y atacan con el Poder Único hasta llegar a la extenuación. El Car'a'carn se alza con la victoria y entra triunfalmente en la capital, junto con Aviendha y el resto de sus compañeros. Moraine urge a Rand a acompañarla a los muelles de la ciudad antes de partir a Caemlyn y allí todos son atacados por la mismísima Lanfear, furiosa al haberse enterado de que Rand se ha acostado con Aviendha. Sin saber cuál de las dos es su rival, la Renegada ataca a Egwene y a Aviendha, mas Moraine se sacrifica para acabar con ella y la Aiel apenas recibe daños. Por ello, sólo unas horas después la joven acompaña a Rand a Caemlyn y combate con los Trollocs que les salen al encuentro. Rahvin lanza potentes descargas que matan a Mat, Aviendha y Asmodean. No obstante, cuando Rand acaba con el Renegado mediante fuego compacto, las acciones más recientes de Rahvin se deshacen y sus compañeros vuelven a la vida, sin recordar qué les ha ocurrido.
El Señor del Caos[]
Temeroso de que sus enemigos puedan hacer daño a Aviendha con el objeto de provocarle, Rand se aleja intencionadamente de la Aiel y hace todo lo posible por escabullirse de ella, pese a la vigilancia constante a la que es sometido por su escolta de Doncellas Lanceras. Esta situación afecta mucho a Aviendha, aunque con su habitual fortaleza trata de disimularlo, mostrándose seria e irascible con Rand en unas ocasiones y en otras provocándole durmiendo desnuda en su presencia. Sin embargo, la aprendiza de Sabia admite haber llegado al límite, y siente que la lógica en su forma de vida Aiel se tambalea. Tiene deudas de toh con Elayne y con Rand que se contradicen entre sí, mas al final decide saldar la mayor de sus cuentas, la que tiene con la Heredera al Trono de Andor. Insiste en acompañar a Rand al campamento de la Compañía de la Mano Roja y seguir a Mat hasta Salidar, donde podrá reencontrarse con Elayne. La despedida de Rand y Aviendha es fría pero dolorosa, y ambos ocultan sus sentimientos bajo una frágil máscara de indiferencia.
Aviendha es recibida en la Torre Chica como una auténtica sensación, ya que es la primera "espontánea" Aiel que ven las Aes Sedai, y además poseedora de un potencial que sólo es superado por el de Nynaeve. La antigua Doncella intenta soportar con estoicismo a las Aes Sedai hasta que se reúne con Elayne y le dice que ha incumplido su promesa, pues ella misma se ha acostado con Rand. No niega su profundo amor por el Car'a'carn, mas está dispuesta a cumplir su toh y ofrece su vida para desagraviar a Elayne. Ésta se entristece al tener noticia de lo ocurrido, pero ya ha asumido que deberá compartir a Rand y habla a Aviendha de Min Farshaw, quien también está enamorada de él. Entre sollozos, las dos amigas afianzan su amistad por este nuevo vínculo y prometen compartir a Rand y convertirse en primeras hermanas y en hermanas conyugales. Al cabo de unos días, Nynaeve y Elayne son enviadas a una misión urgente a Ebou Dar por Egwene, que ha sido nombrada Sede Amyrlin de las Aes Sedai rebeldes. Junto a ellas Viajan Mat y Aviendha, entre otros, pero al llegar a la ciudad las mujeres se alojan por separado en el Palacio de Tarasin e inician por su cuenta y riesgo la búsqueda del Cuenco de los Vientos.
La Corona de Espadas[]
A recomendación de Aviendha, Nynaeve y Elayne visitan a los Atha'an Miere y les piden ayuda para usar el Cuenco de los Vientos, una vez que logren encontrarlo. Las jóvenes Aes Sedai son tozudas y se niegan de plano a pedir ayuda a Mat y sus hombres, pero cuando Aviendha se entera de que no agradecieron al joven como era debido el haberlas rescatado en la Ciudadela de Tear, les dice que deben disculparse y saldar su toh con él. Gracias a ello, la influencia de ta'veren de Mat empieza a jugar a favor de Nynaeve y Elayne, y son encaminadas hacia las Allegadas, quienes guardan el Cuenco de los Vientos y otros muchos objetos del Poder Único. Mientras Nynaeve, Elayne y Mat se ocupan de encontrar el Cuenco, Aviendha hace guardia junto a Birgitte frente al palacio de Jaichim Carridin, embajador de los Hijos de la Luz que Mat ha identificado como un Amigo Siniestro. Debido a ello, Aviendha no está presente durante el hallazgo del Cuenco de los Vientos y el enfrentamiento con el gholam, pero no tarda en reunirse con Elayne y el resto en el Palacio de Tarasin y todos parten ese mismo día, al saberse perseguidos por fuerzas de la Sombra.
El Camino de Dagas[]
Las Aes Sedai, Allegadas, Detectoras de Vientos y su comitiva parten a toda prisa a un lugar seguro donde poder hacer uso del Cuenco de los Vientos. Aviendha abre el acceso y despierta sorpresa y terror, no exentos de cierta admiración, entre las presentes, al demostrar que posee una gran habilidad en deshacer el tejido que forma el acceso, impidiendo así que espías o perseguidores puedan dar con ellas. Esta operación es sumamente delicada y peligrosa tanto para la mujer que encauza como para todo lo que está a su alrededor, pero las Sabias han obligado a Aviendha a practicar en el Yermo hasta dominar la técnica. Una vez que llegan a la granja de las Allegadas, unas cuantas millas al norte de Ebou Dar, la Aiel ayuda a Elayne a seleccionar los angreal que han recogido en el almacén donde encontraron el Cuenco y recibe el que tiene forma de una mujer sentada. Para activar el Cuenco de los Vientos y restaurar el ciclo habitual de las estaciones, se requiere de un círculo lo más fuerte posible. De todas las mujeres que se encuentran reunidas en la granja, sin lugar a dudas Aviendha es una de las más poderosas (con una fuerza igual a la de Elayne y sólo superada por Nynaeve y Talaan din Gelyn), por lo que forma parte del círculo que consigue hacer funcionar el Cuenco.
La enorme cantidad de Poder manejada se siente a una gran distancia y es percibida con facilidad por las damane que están participando en ese mismo instante en la conquista de Ebou Dar. En poco tiempo, un destacamento seanchan con varias sul'dam y damane acuden a la granja, y las personas que se habían escondido allí deben marcharse lo más rápido posible. Elayne abre un acceso a Andor e intenta deshacerlo tal y como ha visto hacerlo a Aviendha. La antigua Doncella permanece al lado de su amiga y Birgitte, e intenta contener a sus atacantes hasta que Elayne suelta, agotada, los tejidos y provoca una tremenda explosión. Afortunadamente, las tres amigas sobreviven y son Curadas por Nynaeve, tras lo cual dirigen sus pasos hacia Caemlyn, donde Elayne formalizará su candidatura al Trono del León. El invierno llega por fin al mundo con toda su dureza y sorprende a los viajeros antes de llegar a su destino. Para poder comprar ropas de abrigo Aviendha ofrece sin pensárselo dos veces las joyas que Rand le había cedido de la espada de Laman y, en menos de un mes, llegan a Caemlyn y se instalan en el Palacio Real.
El Corazón del Invierno[]
Una de las primeras acciones que emprende Elayne al instalarse a Caemlyn es retirar la presencia Aiel de la ciudad y así evitar acusaciones de ser una marioneta de Rand. Aviendha es la única Aiel que sigue habitando en el Palacio, dada su íntima amistad con Elayne, que se hace aún más profunda cuando se vinculan como primeras hermanas en una ceremonia privada en la que Amys actúa como la nueva madre de ambas. En las jornadas siguientes, Aviendha permanece siempre al lado de Elayne y trata de ayudarla en sus múltiples ocupaciones. Con frecuencia mantiene puntos de vista enfrentados a los de Birgitte, pero ambas suelen hacer frente común frente a Dyelin Taravin, la otra gran confidente de Elayne. Todas ellas se comportan de una forma más posesiva y protectora si cabe con respecto a Elayne después del atentado sufrido, en el que Dyelin es gravemente herida y Doilin Mellar es ascendido a jefe de la escolta por su heroicidad.
Rand Viaja a Caemlyn disfrazado y acompañado de Min en busca de Nynaeve, a quien necesita para emprender la Limpieza del Saidin. Pese a que el joven no quiere encontrarse con Elayne y Aviendha, Min va a verlas y, juntas, las tres se dirigen a toda velocidad a hablar con Rand y aclarar sus sentimientos. Ante las miradas atónitas de Nynaeve y Lan, Rand reconoce estar enamorado por igual de las tres mujeres y éstas no sólo le profesan el mismo amor, sino que aceptan compartirle. Ya sin testigos, Elayne y Aviendha vinculan a Rand como su Guardián e incluyen a Min en el tejido. Seguidamente, acuerdan que Rand pase la noche con Elayne (la única de las tres que aún no se ha convertido en su amante), y Aviendha se retira con Min. Las dos están dispuestas a aceptarse mutuamente pese a las tensiones iniciales y acuerdan ir a emborracharse lo más rápido posible, para evitar ser conscientes de lo que ocurre en esos momentos en la habitación de Elayne. Con ellas parte también una acalorada Birgitte, que siente una emoción semejante por estar vinculada a la Heredera al Trono.
Encrucijada en el crepúsculo[]
Como todos los hombres y mujeres capaces de encauzar, Aviendha y Elayne perciben como un faro deslumbrante la inmensa cantidad de Saidin y Saidar que está siendo manejada durante la Limpieza del Saidin emprendida por Rand y Nynaeve en las proximidades de Shadar Logoth. Elayne se plantea Viajar al lado de Rand, mas Aviendha la convence para quedarse en Caemlyn. Por su experiencia en el triple arco de Rhuidean, Aviendha sabe que acudir allí podría significar su muerte, la de Rand o la destrucción del mundo entero. Elayne sigue su ritmo de actividad habitual, buscando apoyos, lidiando con el asedio de sus rivales y enemigos ocultos y discutiendo con las Detectoras de Vientos. Aviendha está todo el tiempo que puede al lado de Elayne, tanto que en ocasiones deja pasar sus lecciones con las Sabias y es regañada por éstas. Como su primera hermana se ha quedado embarazada de Rand y no es recomendable que visite el Tel'aran'rhiod en ese estado, Aviendha la sustituye en sus encuentros con Egwene.
Cuchillo de sueños[]
Elayne dirige la defensa de las tropas contra la nueva ofensiva de los seguidores de su rival, Arymilla Marne, en las murallas de Caemlyn, y con ella se encuentran Birgitte, Aviendha y las mujeres de su guardia personal. A su regreso a palacio las empapadas mujeres tienen una serie de encuentros con las Allegadas, las sul'dam y damane capturadas y las Detectoras de Vientos, que no hacen más que empeorar el variable humor de Elayne y la hilaridad de Aviendha. Ya en las habitaciones de Elayne, Aviendha examina con detenimiento los ter'angreal que recogieron en Ebou Dar y descubre poseer un Talento muy especial a la hora de identificar las funciones de estos Objetos del Poder con sólo tocarlos. Desgraciadamente Aviendha no tiene tiempo de sacar partida a tan portentosa habilidad, ya que entran en la estancia Dorindha y Nadere y anuncian que los Aiel dejan Andor y que la aprendiza de Sabia debe continuar su formación con ellas. Elayne y Aviendha se despiden rápida pero tristemente, y la joven Aiel Viaja con los demás Aiel que había en Caemlyn hacia Arad Doman, siguiendo las órdenes de Rand.
La tormenta[]
Aunque los días siguientes Aviendha está a tan sólo unos metros de distancia de Rand, no hace el menor esfuerzo por hablar con él o estar cerca suyo, pues se siente obligada por su férreo sentido del ji'e'toh a reclamar el amor del Car'a'carn sólo cuando ella haya finalizado su aprendizaje y tenga la dignidad y el honor suficiente como para proponerle matrimonio. Este momento parece estar más lejos de lo que en un principio había pensado, pues inexplicablemente Amys, Bair y Melaine le están encargando un sinfín de tareas inútiles sin razón aparente que hacen sentirse da'tsang a Aviendha. La Aiel hace todo lo que puede por descubrir cuáles son sus fallos, mas las Sabias no le dan ninguna señal sobre ellos e, invariablemente, después de aprobar y valorar las opiniones que da la aprendiza, la castigan con labores cada vez más enervantes.
La frustración que vive Aviendha llega a sus límites cuando Min se acerca a ella e involuntariamente enfurece a la Aiel preguntándole por qué hace trabajos tan absurdos. Aviendha acude ante las Sabias, les planta cara y se sorprende enormemente cuando descubre que la actitud de Amys y las demás formaba parte del entrenamiento de una Sabia: cuando una aprendiza ya está lista para convertirse en Sabia, lo único que le queda por hacer es demostrar su carácter y no dejarse manipular por nadie, ni siquiera por las demás Sabias. Sonrientes y satisfechas por los progresos que ha hecho su discípula, las tres mujeres se despiden de Aviendha y la envían a Rhuidean, el lugar sagrado que tendrá que visitar de nuevo para ser reconocida como una Sabia de pleno derecho.
Torres de Medianoche[]
Aviendha no Viaja directamente a Rhuidean, sino que se concede unos días de trayecto por el Yermo para reencontrarse con su tierra y meditar acerca del papel que han de jugar los Aiel en los días venideros. La joven ahora está convencida de que las tierras húmedas son una trampa para su pueblo aún mayor que la propia Tierra de los Tres Pliegues ya que, como ha podido comprobar en sus días con Elayne, es fácil caer en costumbres más cómodas que amenacen la identidad y el espíritu guerrero de los Aiel. Inmersa en estos pensamientos, Aviendha es visitada una noche por una extraña mujer que se presenta como Nakomi y que, a través de preguntas, le hace ver que tras la Última Batalla ya no tiene sentido que los Aiel sigan viviendo en el Yermo, ya que habrán cumplido con el gran toh que contrajeron en la época del Desmembramiento del Mundo luchando a las órdenes del Car'a'carn. Después de que Aviendha llegue a comprender esta preocupante revelación, Nakomi desaparece sin dejar ni huella, lo que desconcierta aún más a la candidata a Sabia y hace que se dé más prisa en ir a Rhuidean.
Ya en la ciudad sagrada, Aviendha entra en las columnas de cristal y presencia a través de sus ancestros la historia de los Aiel remontándose hasta la Era de Leyenda. Al saber lo que iba a encontrar en aquel ter'angreal la joven no tiene ningún problema en superar la prueba, pero emerge insatisfecha y deseando hacer algo que pueda despejar el camino de los Aiel en los días venideros. Aviendha toca las columnas de cristal, intentando comprender su propósito mediante su Talento, pero la sensación que le transmite aquel enorme ter'angreal es demasiado vasta y compleja para ella, por lo que se dispone a marcharse. Sin embargo, algo ha cambiado y Aviendha ahora experimenta nuevas visiones, esta vez a través de los ojos de sus descendientes en lugar de sus antepasados. Lo que ve la horroriza hasta lo indecible, pues contempla la paulatina destrucción de los Aiel a manos de los seanchan y de su propia codicia. Aviendha sale de las columnas de cristal con el corazón roto pero con la firme decisión de advertir a las otras Sabias y hacer todo lo que esté en su mano para evitar que ocurra un futuro así.
Personalidad[]
Los Aiel tienen una cultura muy diferente a la de los habitantes de las tierras húmedas y esto se traduce en una forma de vida y de ser que en ocasiones resultan chocantes al resto de las personas. Aviendha es Aiel en cuerpo y alma; para ella el ji'e'toh es más valioso que su propia vida y lo sigue con una rigurosidad tal que llega a impresionar a otros Aiel. Habiendo basado todo su ser en seguir las normas de conducta que rigen el orgullo y el honor de una persona, se comprende que Aviendha sea una mujer dotada con una gran fiereza y fortaleza, con un elevadísimo sentido de la lealtad y capaz de renunciar a todo con tal de saldar su toh. Precisamente por tener una ideas tan asentadas, Aviendha se ve sujeta a auténticos terremotos emocionales cuando entra en contradicciones en momentos clave de su vida: al verse obligada a abandonar a las Far Dareis Mai, al aceptar su amor por Rand y sentir que traiciona la confianza de Elayne, o su adaptación a costumbres propias de los habitantes de las tierras húmedas. Como todos los Aiel, Aviendha no es efusiva ni trasluce con facilidad sus emociones, pero todos los que han aprendido a conocerla de cerca son conscientes de que bajo su apariencia fuerte e independiente se esconde una mujer dulce y fiel.
Relaciones[]
- Artículo principal: Aviendha/Relaciones
Aunque son muchos los Aiel que toman parte activa en la historia, Aviendha es con diferencia la que más interacciona con los habitantes de las tierras húmedas y quien más ve afectada su forma de ver las cosas por esta misma razón. En un principio, siendo aún una orgullosa y arisca Doncella, apenas se relaciona con otras personas que no sean sus hermanas de la lanza, pero al ser obligada a iniciar su entrenamiento como Sabia no tiene más remedio que abrirse a otras personas. Obedece con reticencia y disgusto (pero sin incurrir en toh) a Amys, Bair y Melaine, mas con el tiempo acaba sintiendo por ellas una genuina amistad que casi llega a pasar por una relación filial. Lo mejor de su temporada como aprendiza en el Yermo es su amistad con Egwene, que corre una suerte semejante a la suya, aunque más tarde sus caminos e intereses corran por caminos distintos. Más adelante, llevará aún más lejos su relación con Elayne, tanto que acaban convirtiéndose en primeras hermanas que comparten todos y cada uno de los momentos de su día a día. Y, por supuesto, no se puede olvidar su relación con Rand, al que llega a odiar después de su primera visita a Rhuidean por la misma razón por la que acaba rendida en sus brazos más adelante.
Poderes y habilidades[]
Dominio del combate cuerpo a cuerpo: Habituados a vivir en un lugar inhóspito y desolado, los Aiel se han convertido en las personas más dotadas físicamente del mundo, y Aviendha no es una excepción. Mejoradas sus cualidades naturales con el duro entrenamiento como Doncella Lancera, posee una fuerza, resistencia, reflejos y agilidad que la convierten en una peligrosa enemiga incluso con las manos desnudas.
Conocimientos de rastreo y exploración: La asociación guerrera de las Far Dareis Mai está especializada en las labores de exploración, y como tal son empleadas sobre todo en la avanzadilla de los ejércitos Aiel. Aviendha sabe moverse con sigilo e interpreta las señales de la naturaleza con precisión, pese a haber abandonado la lanza.
Dominio de diversas armas: Al iniciar su formación como Sabia, Aviendha fue obligada a romper ella misma sus lanzas, sabiendo que nunca más volvería a empuñar ninguna. Hasta ese día, era una Doncella con una gran pericia en el manejo de las armas y, aunque sólo ha esgrimido dagas desde entonces, lo hace con una maestría tan notable que a menudo intimida a los que están a su alrededor sin ser ni siquiera consciente de ello.
Poder Único[]
Por más que intentara evadir su destino, la propia Aviendha sabía que tarde o temprano sería llamada a convertirse en Sabia, pues no sólo tenía el don de aprender a encauzar (hay Sabias que no pueden encauzar, pero todas las mujeres Aiel con el don han de iniciar su aprendizaje), sino que además podía hacerlo con bastante fuerza. Según los cánones de la Torre Blanca, Aviendha es una mujer particularmente dotada para el manejo del Poder Único, con un potencial equivalente al de Egwene al'Vere y Elayne Trakand, unas muchachas prometedoras como no se contemplaban en más de mil años. En el bando de la Luz, Aviendha sólo es superada por la antigua damane Alivia, Nynaeve, unas pocas Sabias, Talaan y Sharina Melloy, quienes han iniciado recientemente su formación y aún están lejos de haber alcanzado la plenitud de su futura fuerza en el Poder.
Los tejidos que Aviendha ha aprendido son los propios de las Sabias, que con frecuencia no se asemejan a los de las Aes Sedai aunque pudieran tener finalidades semejantes. La propia forma de ejecución no es la misma: mientras que las Aes Sedai despliegan sus tejidos sin la necesidad de hacer un solo movimiento, las Sabias están acostumbradas a realizar movimientos con las manos y los brazos como apoyo, y Aviendha no es una excepción. Los métodos de aprendizaje tampoco son los mismos, aunque en los dos casos son muy duros. Aviendha ha aprendido la rara habilidad de deshacer tejidos, consistente en deshenebrar las complejas redes de Saidar en vez de simplemente soltarlas y dejar que se desvanezcan con el paso del tiempo. Esta técnica entraña un enorme peligro para las mujeres que no la dominan por completo, pero es la única forma de no dejar rastro sobre los tejidos empleados, ni siquiera a las personas capaces de Leer residuos.
Talentos[]
Se desconoce si la habilidad de Aviendha en deshacer tejidos puede considerarse un Talento o no, pero en cualquier caso la antigua Far Dareis Mai cuenta con otros adicionales. No sólo tiene fuerza más que suficiente como para Viajar, sino que además Aviendha fue la primera mujer nacida en la Tercera Era en abrir un acceso (al menos la primera de la que se tiene constancia), aunque lo hiciese de forma inconsciente por el desconcierto y la vergüenza al ser sorprendida por Rand. Más tarde, cuando Egwene descubrió la forma de abrir accesos, Aviendha lo aprendió y ahora puede Viajar y Rasar sin problemas, aunque al principio tuvo dificultades, ya que la forma en que Elayne le enseñó era distinta a cómo lo hizo la primera vez, sin recordar cómo fue.
Aviendha posee un Talento adicional, uno tan excepcional que ni siquiera se conocía su existencia hasta que ella misma lo desarrolló. Que se sepa, Aviendha es la única persona que posee el Talento de Leer ter'angreal, si bien Nynaeve posee una variante menor y menos precisa de este don. Gracias a él, Aviendha puede descubrir cuál es la finalidad de un ter'angreal y el modo de emplearlo con sólo tocarlo. Esta facultad es tremendamente útil, pues evita los peligros de consunción por utilizar mal un Objeto del Poder y saca el máximo rendimiento de estos artefactos.