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Maradon

Mapa de Maradon

La Batalla de Maradon engloba a las luchas acaecidas en 1000 NE a lo largo de varias jornadas en las proximidades y el propio interior de Maradon, la capital del reino fronterizo de Saldaea. Como parte de la ofensiva lanzada por los seguidores del Oscuro en los preliminares de la Última Batalla, un enorme ejército de Engendros de la Sombra atravesó la Llaga por diferentes pasos y puso en jaque a las Tierras Fronterizas, que por aquel entonces carecía del grueso de sus efectivos y de sus comandantes. Por ello, la Batalla de Maradon puede ser considerada, en términos bélicos y de estrategia, como la primera gran confrontación entre las fuerzas de la Luz y las de la Sombra de los muchos frentes activos en el Tarmon Gai'don.

Antecedentes[]

A lo largo de varios meses Lord Rodel Ituralde, el principal comandante del ejército domani y uno de los Grandes Capitanes, se las arregló para mantener más allá de las fronteras de Arad Doman a los invasores seanchan. Sin embargo, sus fuerzas eran superadas ampliamente por las de sus enemigos, quienes además se valían del Poder Único en el campo de batalla gracias al empleo de damane, por lo que poco a poco Ituralde comenzó a recular y retroceder. Cuando estaba listo para ofrecer la última resistencia, fue inesperadamente visitado por el Dragón Renacido, Rand al'Thor, quien le ofreció negociar la paz con los seanchan a cambio de que Ituralde y los suyos acudieran a Saldaea a vigilar la frontera con la Llaga. Ituralde aceptó, y con él Viajaron al norte decenas de Asha'man facilitados por Rand y algunos oficiales saldaeninos que proporcionarían la experiencia de la que Ituralde carecía en la lucha con Trollocs.

Como parte del plan de la Sombra en la Última Batalla, hordas de cientos de miles de Trollocs y otros Engendros de la Sombra cruzaron la Llaga y atacaron simultáneamente diversos lugares de las Tierras Fronterizas. La oleada de ataque más occidental entró en Saldaea con el objetivo de arrasar Maradon y continuar imparable hacia el sur. Sin embargo, los saldaeninos han desarrollado un ingenioso sistema de defensa a lo largo de tantos siglos defendiendo la frontera con la Llaga, de forma que tras cruzar el río Arinelle, sus enemigos se encontrarán con unos campamentos eficazmente defendidos que impiden el acceso directo a la capital. Ése es el lugar donde Rodel Ituralde y sus fuerzas se acantonan, al impedírseles la entrada en Maradon por orden de Lord Vram Torkumen, gobernante de la ciudad en ausencia de la reina Tenobia Kazadi, prima lejana suya.

La batalla[]

Defensa de los campamentos[]

Ituralde

Rodel Ituralde

El primer obstáculo que se encuentran los Trollocs es el propio Arinelle, que tarden bastante tiempo en cruzar gracias a la labor de los arqueros de Ituralde, ubicados en el llamado "campamento de arriba", situado en la colina que bloquea el paso a los enemigos hasta Maradon. En la cara norte de dicha colina los saldaeninos han construido torres de arqueros, trincheras y empalizadas que contienen durante días a los Engendros de la Sombra y les ocasionan cuantiosas bajas. El desgaste sufrido por las tropas de Ituralde es muy grande y los heridos y aquéllos que están demasiado fatigados para seguir luchando son llevados al "campamento de abajo", donde pueden reposar y ser Curados por los Asha'man. Los primeros Trollocs que consiguen cruzar el Arinelle, por encima de los cadáveres de sus congéneres, llegan hasta el campamento de arriba y allí son recibidos por piqueros que acaban con ellos aprovechando la protección de las empalizadas y los numerosos recovecos ideados por los saldaeninos.

La tenaz e inesperada defensa de Ituralde fuerza a los Engendros de la Sombra a instalar sus armas de asedio en aquel lugar, pese a que fuesen concebidas para atacar las murallas de Maradon. Los Myrddraal ordenan que los proyectiles a lanzar no sean rocas, sino cadáveres de Trollocs, sorprendiendo a Ituralde y sus subalternos. Esta táctica pilla desprevenido al general domani, mas no tarda en percatarse de los verdaderos propósitos de aquellos monstruos: hacer pasar por muertos a decenas de Draghkar, para infiltrarse entre sus fuerzas y ocasionar todas las muertes que les fueran posibles. Pese al grito de advertencia de Ituralde, los Draghkar provocan una gran confusión entre los suyos y sesgaron muchas vidas, entre ellas las de Rajabi, uno de los tenientes de Ituralde.

Retirada a la ciudad[]

La enorme ventaja numérica de los Trollocs puede más que la heroica defensa de las fuerzas de Lord Ituralde, quien da la orden de iniciar una retirada ordenada hacia el campamento inferior, dando tiempo a los heridos a trasladarse hacia el sur. El propio mecanismo de retroceso desplegado por el general da sus frutos, ya que consiste en una triple línea de piqueros que mantienen a raya a los Engendros de la Sombra mientras ellos mismos descienden por la colina y son apoyados por los arqueros. Dado que los saldaeninos seguían negándoles el acceso a Maradon por tacharles de invasores, Ituralde planea que los Asha'man abran accesos por los que marcharse cuando no quede ninguna línea de defensa posible entre sus enemigos y las murallas de la ciudad.

La idea de Ituralde es desbaratada cuando otro de sus tenientes, Lidrin, se deja llevar por la desesperación y se lanza con varios soldados hacia las líneas de Trollocs, presentando entonces un hueco en sus defensas. Ituralde en persona se dirige a toda velocidad a cubrir el espacio dejado por Lidrin, mas su gesto confunde a los ya de por sí aterrorizados trompeteros, de forma que unos dan toque de retirada y otros de contraataque, haciendo que el caos reine entre ellos y que los Trollocs se puedan lanzar sobre ellos sin restricciones.

Éste hubiera sido el fin de Ituralde y los suyos de no ser porque un capitán saldaenino llamado Yoeli se lanza en su ayuda, enfurecido por la inacción de Lord Torkumen ante el sacrificio de los domani contra los Engendros de la Sombra. Aun siendo consciente de que él y sus seguidores serán tachados de traidores y tendrán que pagar con la muerte su acción, Yoeli se hace con el control de Maradon, ordena encerrar a Torkumen en su palacio y acude en rescate de Ituralde. Yoeli en persona lo salva de un Myrddraal y retrasa el avance de los Trollocs para dar tiempo a que los supervivientes se refugien tras los muros de Maradon.

Lucha en las calles[]

Icono Trolloc.svg

Sin más oposición en las llanuras, los Trollocs rodean la ciudad y desmoralizan a los hombres que han quedado defendiéndola con sus tambores durante horas. La población civil ha tenido tiempo suficiente para huir hacia el sur y no parece que los Engendros de la Sombra les persigan por el momento. Una mañana, un exhausto Rodel Ituralde es llevado a las murallas por Deepe Bhadar, jefe de los Asha'man presentes alli, quien le comunica que hay hombres capaces de encauzar entre las fuerzas de la Sombra y que están preparando un tejido de gran poder para atacar. Que se tenga constancia, ésta es la primera vez en la que participan en una confrontación bélica los Señores del Espanto desde la Guerra de los Trollocs. Se desconoce si estos hombres son Asha'man seguidores de la Sombra o estamos ante la presentación en batalla de los Samma N'Sei.

Justo en el instante en que Yoeli sale a todo correr a avisar a los defensores del inminente ataque, los encauzadores enemigos despliegan el tejido que estaban creando y vuelan con él una sección de las murallas de la ciudad, matando a muchas personas y lanzando por los aires a Ituralde y Bhadar. El general domani es Curado por Antail y, después de haber resistido durante tantos días sin descanso, comprende que con un agujero en las murallas Maradon caerá en cuestión de unas horas. Pese a ello, Yoeli renuncia a abandonar la ciudad y afirma que tarde o temprano llegará ayuda, ya que se han avistado fuegos al sur que deberían de ser una señal de refuerzos. Yoeli convence a Ituralde de continuar combatiendo en la ciudad y el domani ordena a los Asha'man que quedan que encaucen todo el Poder Único del que dispongan para atacar a los Trollocs que entren por la brecha, dando tiempo a los demás a preparar nuevas técnicas de defensa.

Al cabo de varias horas, los Asha'man acaban cediendo y se repliegan completamente agotados. A estas alturas los Trollocs están convencidos de que la batalla ha terminado y se lanzan ciegamente hacia el interior de Maradon en persecución de soldados heridos. Éstos forman parte de la nueva treta de Ituralde, quien ha ordenado a sus arqueros que se escondan en las viviendas y disparen a los Engendros de la Sombra que caen en la trampa. Los que sobreviven a las flechas son aplastados por la caballería saldaenina, que se lanza contra ellos aprovechando su conocimiento de las calles de la ciudad y sus múltiples recovecos, ideados precisamente con el propósito de dificultar cualquier invasión.

Llegada del Dragón Renacido[]

Todo parece estar perdido, mas Ituralde está dispuesto a vender cara su vida y sigue ocasionando cuantiosos daños a los Trollocs que entran en Maradon. Poco a poco los domani y los saldaeninos retroceden, mas aprovechan todos los elementos de la ciudad para volverlos en contra de sus enemigos, dividiéndoles y tendiéndoles emboscadas. Ituralde divide a los soldados en pequeños grupos que se dispersan a lo largo de Maradon para dificultar el paso de los Trollocs en la medida de lo posible y ralentizarlos todo lo que puedan. La idea es muy acertada, pero siguen sufriendo bajas mientras que los Engendros de la Sombra siguen inundando los alrededores: de los 200 guerreros que siguieron por las calles de Maradon a Lord Ituralde, apenas quedan con vida unos cincuenta.

Icono Espada.svg

En una de las emboscadas que ha ideado, Ituralde se encuentra con enorme sorpresa que aquéllos a quien se disponía a atacar no son Trollocs sino un grupo de saldaeninos frescos y recién llegados, liderados por Davram Bashere, otro de los grandes capitanes. Cuando los dos renombrados generales se reúnen, Bashere le comunica que el Dragón Renacido le ha enviado para ayudarle y dar fin a la batalla. El saldaenino observa que Maradon, su ciudad, ha sido arrasada casi por completo y que el Palacio de Cordamora ha quedado inutilizable, pero alaba las dotes militares de Ituralde, considerando una proeza jamás vista el haber podido resistir tanto tiempo ante un ejército tan marcadamente superior.

Los soldados de Bashere han recuperado la mayoría de Maradon, pero fuera de las murallas sigue habiendo un sinfín de Trollocs que se dirigen a la ciudad. Tanto Bashere como Ituralde reconocen que la situación es insostenible y coinciden en que es el momento de abandonar Maradon. No obstante, es en ese momento en que Rand al'Thor decide intervenir personalmente. Después de saludar a Ituralde y disculparse por su retraso y por no haber podido alcanzar un acuerdo con los seanchan, el Dragón Renacido se traslada fuera de las murallas acompañado sólo por dos Far Dareis Mai, Evasni e Ifeyina. Seguidamente Rand hace uso del Poder Único con una maestría que sorprende a los Asha'man y todos los demás presentes, desplegando tormentas, llamaradas, temblores de tierra, flechas de hielo y Puertas de la Muerte a todos los Engendros de la Sombra que se le ponen a tiro. En cuestión de unas pocas horas, cientos de miles de monstruos han sido aniquilados y los demás, aterrorizados, emprenden la retirada.

Consecuencias[]

Tras la sobrecogedora demostración de poder del Dragón Renacido, los Engendros de la Sombra que han sobrevivido retroceden de regreso a la Llaga, quedando definitivamente asegurado el frente de Saldaea de cara a la Última Batalla. El coste ha sido alto, ya que la mayoría de los hombres de Ituralde han muerto tras tantos días de resistencia y más o menos la mitad de Maradon ha quedado destruida. Rand termina agotado tras haber usado tanto Poder Único y regresa extenuado, afirmando que ahora estaría indefenso ante el ataque de cualquiera de los Renegados y esto es algo que no puede permitirse cuando apenas quedan unos días para el Tarmon Gai'don. Tal y como les dice Rand a Bashere e Ituralde, él debe enfrentarse personalmente al Oscuro, por lo que en el futuro inmediato no podrá repetir lo que ha hecho en Maradon y deberá confiar en hombres como ellos para asegurar el resto de frentes abiertos.

El Dragón Renacido, junto con Bashere, Ituralde y sus soldados Viajan de regreso a la Ciudadela de Tear dejando tras de sí a Maradon casi destruida y rodeada de millares y millares de cadáveres. Entre ellos se encuentran los de hombres tan valerosos como Yoeli, quienes han entregado su vida por proteger a su ciudad y sus habitantes de las fuerzas de la Sombra. Ituralde no está dispuesto a que el sacrificio de Yoeli pase desapercibido y habla a Rand y a Bashere de los obstáculos puestos por Lord Torkumen. Antes de que todos partan a la Ciudadela suben a ver al noble saldaenino y se encuentran con que aquel hombre era un Amigo Siniestro, algo que ya sospechaba el general domani, y que ha enloquecido tras la prodigiosa intervención de Rand.

Resumen[]

Bando de la Luz Bando de la Sombra
Integrantes
Líderes destacados

-

Fuerzas
  • Miles de domani
  • Miles de saldaeninos
  • Decenas de Asha'man
  • Varios cientos de miles de Engendros de la Sombra (Trollocs, Myrddraal, Draghkar)
  • Número desconocido de Señores del Espanto
Resultado

Bando victorioso

  • Numerosas bajas
  • Maradon es parcialmente destruida
  • Ituralde consigue resistir los ataques durante días

Bando derrotado

  • Los Engendros de la Sombra son aniquilados y retroceden a la Llaga
  • El frente de Saldaea queda seguro y despejado
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