Mesaana (por Ariel Burguess)
Con el nombre de Batalla en el Tel'aran'rhiod se alude a un enfrentamiento en la Torre Blanca del Mundo de los Sueños ocurrido en 1000 NE, pocos días antes de la Última Batalla. Aunque a lo largo de las novelas se narran algunos combates en el Tel'aran'rhiod, éste es el que con un mayor derecho puede ser calificado como batalla, tanto por el número de combatientes como por su importancia estratégica y trascendencia.
Antecedentes[]
Pese a haber conseguido reunificar a las Aes Sedai tras cerca de un año de escisión, el mandato de la jovencísima Sede Amyrlin Egwene al'Vere aún se seguía viendo amenazado por la presencia de seguidoras de la Sombra ocultas en la Torre. Egwene había purgado el Ajah Negro ejecutando a la mayoría de sus miembros, mas varias Amigas Siniestras pudieron escapar y continuaban en paradero desconocido. Mas el mayor peligro provenía de Mesaana, la Renegada instalada en la Torre Blanca, que según todos los indicios había burlado la Vara Juratoria y seguía escondida, dirigiendo desde las sombras al desterrado Ajah Negro y espiando a Egwene y sus fieles en el Tel'aran'rhiod. La purificación completa de la Torre Blanca no podría llevarse a cabo hasta que Mesaana fuese extirpada de raíz, por lo que Egwene tenía la urgente necesidad de acabar con la Renegada para y acudir a Campo de Merrilor plenamente asentada y libre de peligros internos.
Después de rastrear en antiquísimos documentos todas las huellas dejadas por Mesaana en la historia, Egwene determinó que la mejor forma de hacerle frente era mediante el combate directo. Para ello habrían de tenderle una trampa lo suficientemente jugosa como para que la Renegada en persona acudiera en busca de su trofeo, que no podría ser otro que la propia Sede Amyrlin. Egwene hizo circular rumores en la Torre Blanca de que iba a celebrarse una importante reunión en el Tel'aran'rhiod sobre cómo llevar la paz hasta Arad Doman, con la esperanza de que estas noticias llegasen a oídos de Mesaana y que acudiera a espiarla o capturarla. La Amyrlin ordenó a Siuan Sanche que ella se ocupara de mantener ese falso encuentro con otras Aes Sedai de su confianza, que se mantuvieran alertas y la avisaran en cuanto detectasen la presencia de oídos indiscretos. Mientras, la propia Egwene mantendría conversaciones diplomáticas auténticas, al haber convocado a sendas delegaciones de Sabias y de Detectoras de Vientos para discutir las futuras relaciones entre todas ellas.
La lucha[]
Ofensiva de Mesaana[]
Egwene
La respuesta dada por Mesaana resulta sobrepasar las previsiones de Egwene, ya que no sólo la Renegada acude a la falsa reunión del Tel'aran'rhiod acompañada de numerosas integrantes del Ajah Negro, sino que ordena atacar a las mujeres allí congregadas en lugar de espiarlas, dando inicio a una confrontación muy peligrosa en la que cuentan con el factor sorpresa a su favor. Antes de que Egwene pueda ser avisada de lo que está ocurriendo, dos de las Aes Sedai fieles a ella, Carlinya y Shevan, son asesinadas por el Ajah Negro.
Al enterarse por Siuan de la ofensiva iniciada por Mesaana y el Ajah Negro, Egwene ordena que todas las Aes Sedai que no tengan la experiencia suficiente en moverse por el Tel'aran'rhiod abandonen la lucha y se despierten, pero por circunstancias para ellas desconocidas, nadie puede abandonar Tar Valon. Egwene cree que este hecho tan anormal forma parte de una trampa organizada por Mesaana, por lo que determina que todas las Aes Sedai que debían marcharse se refugien en edificios de la ciudad alejados de la Torre Blanca y que sólo prueben a despertarse una vez que se sientan totalmente fuera de peligro. Sólo se quedan siete mujeres para combatir a Mesaana y el Ajah Negro, pero son con diferencias las más hábiles desenvolviéndose en el Mundo de los Sueños: Egwene, sus antiguas mentoras las Sabias Amys, Bair y Melaine y las Aes Sedai Nynaeve al'Meara, Siuan Sanche y Leane Sharif.
La Torre Blanca del Tel'aran'rhiod se sacude por la cantidad de Poder y destrucción que se desata en su interior entre los dos bandos contendientes. Al llegar a ella, Egwene se topa con dos hermanas Negras, Evanellein y Mestra. La Amyrlin mata a Mestra con una bola de fuego e incapacita temporalmente a Evanellein gracias a su pericia en el Mundo de los Sueños, al "imaginársela estúpida" y paralizándola durante unos instantes. Sin embargo, antes de que Egwene pueda hacer cualquier otra cosa, Mesaana en persona entra en escena cubierta por una imponente capa de oscuridad y intenta someter a la joven, quien de inmediato se repliega a sus aposentos, donde se encuentra con Nynaeve. Ésta le informa de que sus enemigas han hecho algo a los pasillos de la Torre para que parezcan inusualmente oscuros, dificultando sus contraataques. Así mismo, le comunica que ha avistado a Alviarin Freidhen, la líder del Ajah Negro, y que ha matado a otra Amiga Siniestra, Notori.
Las Sabias continúan combatiendo, por el momento imbatibles y disfrutando enormemente con la lucha. Pese a que no puede encauzar, Bair es muy diestra en el Tel'aran'rhiod, incluso más que sus compañeras Amys y Melaine. Egwene y Nynaeve se topan con ella poco después de haber acabado con otra Amiga Siniestra, Sedore Dajenna, pero son interrumpidas por la violenta explosión de una pared provocada por otras seis Negras. Se desconoce si Egwene, Nynaeve y Bair se marcharon del lugar al considerarse superadas o si antes consiguieron derrotar a sus enemigas.
El clavo de sueños[]
Perrin
Mesaana se ha percatado de que todas las presentes no pueden salir de Tar Valon y rápidamente identifica este hecho, así como el domo violeta que se ha formado en el cielo, con la presencia en el lugar de un clavo de sueños, un poderoso ter'angreal que restringe el movimiento en el Tel'aran'rhiod e impide la creación de accesos. La Renegada es bien consciente de la importancia de poseer una reliquia así, por lo que facilita la descripción del clavo de sueños al Ajah Negro y decide que antepongan su búsqueda a combatir a Egwene y sus aliadas. Mesaana planea ocuparse personalmente de la Sede Amyrlin y, con el propósito de engañarla, hace que Katerine Alruddin adquiera su apariencia.
Egwene continúa luchando en los pasillos de los pisos superiores cuando, para su sorpresa, aparece allí su amigo Perrin Aybara. Creyendo que Perrin ha entrado accidentalmente en el Tel'aran'rhiod, trata de atarle y devolverle a un sueño normal, pero éste ha adquirido una gran maestría en lo que él denomina el Sueño del Lobo, y se impone a Egwene sin ningún esfuerzo. Perrin y Egwene apenas tienen tiempo de hablar, ya que una hermana Negra ataca con fuego compacto, pero Perrin lo puede bloquear con su mano y da tiempo a Egwene para matar a su enemiga. La Amyrlin está estupefacta por las habilidades de Perrin, que superan todo lo que ella hubiera sospechado, mas éste le explica que lo único que debe hacer es comprender que aquellos tejidos no son reales y que su fuerza de voluntad puede ser superior a ellos en el Tel'aran'rhiod. A continuación, Perrin se marcha para continuar con su propia batalla con su némesis personal, Verdugo. Egwene y Mesaana no llegarán a saber nunca que era Perrin quien llevaba consigo el clavo de sueños y que él fue el responsable accidental del cambio de planes al que ambos bandos tuvieron que recurrir durante la lucha en el Mundo de los Sueños.
La captura de la Amyrlin[]
Buscando a más Amigas Siniestras, Egwene detecta a dos enemigas encauzando al otro lado de una pared, por lo que provoca un derrumbamiento y mata a una de ellas, Evanellein. La Amyrlin cambia de escenario al encontrarse con Mesaana y, en su nueva ubicación, descubre que la Aceptada Nicola Sotomonte se ha unido a la lucha desobedeciendo sus órdenes. Egwene sólo puede lanzar un grito de advertencia antes de que Nicola caiga muerta después de que el suelo en torno a ella se colapse. Furiosa con Nicola, con su asesina y sobre todo consigo misma, la Sede Amyrlin se encuentra entonces con Alviarin y Ramola y trata de hacerles frente antes de encontrarse de nuevo con Mesaana. Teniendo bien presente las palabras de Perrin, Egwene deshace con su pensamiento los tejidos que dirige contra ella su enemiga y la atraviesa con una lanza Aiel. Durante un breve espacio de tiempo la joven cree que ha conseguido matar a la Renegada, pero los tejidos se disuelven y Egwene observa que la mujer que ha matado es en realidad Katerine.
La auténtica Mesaana aparece detrás de Egwene, satisfecha de que su trampa haya surtido efecto, y le coloca un a'dam en torno a su cuello. Egwene entra en pánico al sentirse de nuevo sujeta a ese objeto al que estuvo esclavizada meses atrás y está tan asustada que no puede impedir que Mesaana la lleve consigo a una habitación secreta en los subterráneos. La Renegada ordena a Alviarin que anuncie a las hermanas Negras supervivientes que se retiren y se despierten, mientras ella interroga a Egwene acerca del paradero del clavo de sueños. La Sede Amyrlin resiste el dolor que Mesaana le inflige a través del a'dam y, comprendiendo que aquel objeto no es más que uno más de los que pueden ser creados y destruidos en el Tel'aran'rhiod por no ser auténticamente reales, lo destruye con sólo desearlo.
Mesaana no duda en alabar lo mucho que ha mejorado Egwene en el Mundo de los Sueños, mas le recuerda que ella reúne siglos de experiencia e intenta quebrantarla con su fuerza de voluntad. No obstante, Egwene demuestra ser más fuerte que Mesaana en este terreno y, sintiéndose refrendada por la Torre Blanca y toda su historia, resulta vencedora del pulso mental establecido entre ambas y destruye la mente de la Renegada. Con esta formidable enemiga derrotada definitivamente y el Ajah Negro fuera de escena, Egwene no tiene más que anunciar a sus aliadas que la batalla ya concluido y que, pese a las pérdidas sufridas, han resultado victoriosas. Posteriormente, Egwene se despide de las Sabias y todas ellas abandonan el Tel'aran'rhiod y se despiertan.
Consecuencias[]
Con la derrota de Mesaana cayó el último reducto de la Sombra que aún quedaba en la Torre Blanca. Más allá de la derrota de una de los Renegados muy poco tiempo antes de la Última Batalla, esta batalla supuso el carpetazo definitivo a la crisis de la Torre Blanca, que había sido favorecida por la propia Mesaana al participar en la escisión, y supuso la conclusión de la catarsis experimentada por las Aes Sedai. El liderazgo de Egwene al'Vere salió totalmente reforzado con esta victoria, con la que pudo presumir de ser la primera Sede Amyrlin de la historia en la que, a ciencia cierta, gobernaba sobre una Torre Blanca sin fisuras ni Amigas Siniestras ocultas. Así mismo, las habilidades de Egwene en el Mundo de los Sueños mejoraron con creces gracias a los conocimientos que Perrin compartió con ella. En el terreno personal este enfrentamiento es también trascendental para Egwene, ya que al despertar se encontró con que Gawyn Trakand había protegido su sueño arriesgando su vida y siendo gravemente herido a manos de asesinos seanchan. Conmovida por el gesto de Gawyn, nada más comprender lo que ha ocurrido, Egwene lo convierte en su Guardián.
Los efectos que tuvo la derrota de Mesaana sobre la Sombra también fueron de gran importancia, ya que supusieron la caída en la más absoluta de las desgracias de otra Renegada. Moridin había asignado a Graendal la misión de matar a Perrin Aybara, y para ayudarla le había proporcionado un clavo de sueños y los servicios de Verdugo. Mas Perrin no sólo se las arregló para escapar de Verdugo y de la trampa preparada por Graendal en el mundo de vigilia, sino que también destruyó el clavo de sueños, aunque a costas de que muriera su amigo el lobo Saltador a manos de Verdugo. El estrepitoso fracaso de Graendal no quedó impune, y Shaidar Haran se ocupó de castigar a la Renegada, echándole en cara entre otras cosas la muerte de Mesaana, quien probablemente hubiera podido sobrevivir de no haberse situado en Tar Valon el clavo de sueños durante su lucha con Egwene. La naturaleza exacta de los tormentos vividos por Graendal se desconoce, pero al terminar éstos su alma había sido transmigrada al cuerpo de Hessalam.
Resumen[]
| Torre Blanca | La Sombra | |
| Integrantes | ||
| Líderes destacados | ||
| Fuerzas |
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| Resultado |
Bando victorioso |
Bando derrotado
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