El cuchillo de esponsales es un regalo que hace el marido a su mujer durante la ceremonia del matrimonio en ciertos lugares del sur de Altara, especialmente en la capital, Ebou Dar. Éste le pide que lo utilice para matarlo si alguna vez hace algo que sea de su desagrado, y ciertamente el cuchillo de esponsales es utilizado con frecuencia por los altaranesas para advertir a sus esposos de alguna falta en su comportamiento. Todas las altaranesas casadas o viudas llevan atado a una gargantilla un pequeño cuchillo de esponsales, luciéndolo en su amplio escote y aportando información sobre su estado civil y sus hijos. Las mujeres comprometidas llevan al cuello una gargantilla, que indica que se les ha prometido un cuchillo de esponsales.
Con un sólo vistazo al cuchillo de esponsales, cualquiera puede descubrir muchas cosas acerca de la mujer que lo lleva. Si la vaina que lo cubre es de color blanco, significa que lo porta una viuda que no tiene ninguna intención de volver a casarse, mientras que si es azul, al menos considerará las ofertas que se le hagan.
Las piedras preciosas o las cuentas que tiene engarzadas representan a los hijos de la portadora, con esferas blancas representando a los varones y las rojas, a las mujeres. Si un hijo o una hija han muerto en un duelo, los engarces que recubren sus esferas están recubiertos de esmalte rojo o blanco, respectivamente. Sin embargo, si alguno de los hijos a muerto por cualquier otra causa, el engarce es negro para ambos sexos. Las mujeres ebudarianas consideran un gran honor que sus hijos mueran batiéndose en duelos, y lucen los engarces esmaltados con orgullo. Por el contrario, hay algunas que repudian a sus hijos y retiran la esfera que los representa de su cuchillo de esponsales si después de haber cumplido los 16 años no han tenido ningún duelo.
Así mismo, el cuchillo de esponsales es un indicativo del estatus social de la mujer, si bien lo que realmente importe sea indicar su situación familiar. Las mujeres de la nobleza y las más adineradas tienen cuchillos de oro y piedras preciosas, que le confieren una apariencia ornamental y casi inofensiva, mientras que los de las mujeres con menos recursos son de latón y de cuentas de cristal coloreado.