Elaida a'Roihan | |||
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Información cronológica | |||
Primera aparición | NP 2 | ||
Última aparición | TDM 47 | ||
Información biográfica | |||
Nombre completo | Elaida do Avriny a'Roihan | ||
Alias | Suffa | ||
Nacionalidad | Murandy | ||
Nacimiento | ca. 950 NE | ||
Información política | |||
Título | Lady Sede Amyrlin (IV - XII) | ||
Rango | Aes Sedai | ||
Ajah | Ajah Rojo | ||
Afiliación | Torre Blanca (I - IV) Aes Sedai fieles a Elaida (IV - XII) Seanchan (XII - XIV) | ||
Ocupación | Consejera de Morgase Trakand (I - III) Asentada del Ajah Rojo (III - IV) Sede Amyrlin (IV - XII) Damane (XII - XIV) | ||
Descripción física | |||
Género | Mujer | ||
Ojos | Oscuros |
—Rand al'Thor
Elaida do Avriny a'Roihan es una Aes Sedai del Ajah Rojo, considerada una de las mujeres más poderosas de la Torre Blanca y dotada con el extremadamente raro Talento de la Predicción. Tras un veloz e impecable aprendizaje en la Torre, se convirtió en la consejera de la reina Morgase Trakand, antes de ser llamada por su propia ambición y por oscuros intereses a posiciones más altas.
Apariencia[]
Pese a sus numerosas apariciones, lo único que se sabe del aspecto físico de Elaida es que tiene los ojos oscuros y brillantes, y que es una mujer atractiva sin llegar a ser hermosa. Sus rasgos, al igual que sus acciones y pensamientos, están dominados por un gesto severo e inflexible, prácticamente imposible de suavizar. Fiel a su Ajah de procedencia, Elaida suele vestir con intensos tonos de rojo y carmesí, y hacerse acompañar por rosas rojas, una de sus grandes aficiones. Su afición por estas flores es tal que las mantiene frescas y bellas por medio del Poder Único, cuando están fuera de temporada o en condiciones climáticas adversas.
Historia[]
No se sabe mucho acerca de los orígenes de Elaida, salvo que es la hija menor de una familia de la baja nobleza murandiana. Cuando se descubrió que podía aprender a encauzar fue enviada a Tar Valon e inició una brillante carrera. Fue la primera mujer en la historia reciente en finalizar su periodo de novicia en tan sólo tres años. Por aquella época, Elaida fue amiga íntima de otra novicia, Meidani, pero su relación se enfrió por decisión de Elaida una vez que se convirtió en Aceptada. Ya en aquel entonces dio muestras de poseer la Predicción, un Talento muy infrecuente e imposible de dominar. Siendo Aceptada, Elaida predijo que el linaje real de Andor sería clave para vencer en la Última Batalla.
Aun antes de obtener el chal, Elaida ganó fama de presionar hasta llegar a los límites de la resistencia física y mental a sus favoritas, en particular a Moraine Damodred y Siuan Sanche, dos novicias con un futuro tan prometedor como el suyo. No obstante, no olvidó nunca su predicción y en cuanto se convirtió en Aes Sedai y fue admitida por el Ajah Rojo, Elaida partió hacia Andor y se convirtió en la consejera de Morgase, quien recientemente había accedido al trono tras una atípica sucesión. En los años posteriores Elaida visita sólo de cuando en cuando la Torre Blanca, aunque se las arregla para ser una de las Aes Sedai que toman parte de la prueba de Moraine (y probablemente, también en la de Siuan), mostrándose especialmente cruel. Después de que las dos jóvenes escojan el Ajah Azul, su relación con Elaida se enquista en una amarga enemistad, que será uno de los factores que años más tarde darían lugar a los males sufridos por la Torre Blanca.
Al parecer, Elaida fue una de las Aes Sedai que tomó parte de las oscuras acciones llevadas a cabo por la Torre Blanca durante el gobierno de Sierin Vayu, un tema tabú entre las hermanas, que se refieren a él con apelativos tales como la "Vileza". Según se cree, durante los años posteriores a la Guerra de Aiel, hubo una elevada actividad de caza y amansamiento de hombres, en ocasiones de espaldas a la Ley de la Torre. También se registraron muertes de varones de todas las edades en los que no se había manifestado la capacidad de encauzar pero que eran conocidos por tener mucha suerte. Aunque esto no se sabría hasta mucho tiempo después, el Ajah Negro estaba detrás de muchos de estos sucesos, convenientemente tapados por la fiereza del Ajah Rojo en cumplir sus funciones, ya que la líder Roja era también una hermana Negra. Al salir a la luz las actividades ilegales del Ajah Rojo, sus tres Asentadas fueron desterradas, mas no se pudo llegar a la raíz del asunto. Una de las exiliadas, Toveine Gazal, no dejaría de recordar que Elaida y otras hermanas Rojas quedaron impunes pese a haber participado con pasión en la Vileza.
Sinopsis[]
El Ojo del Mundo[]
Como consejera Aes Sedai de Morgase, Elaida se encuentra junto a ella y Gareth Bryne cuando los soldados llevan a presencia de la reina al joven Rand al'Thor, una vez que éste haya sido detenido por entrar sin permiso en el palacio. Rand ya había sido advertido con respecto a Elaida y se muestra cauteloso en su presencia, sin revelar el verdadero lugar donde se aloja y evitando mencionar a Moraine, cuya llegada espera con ansia. La Aes Sedai realiza una Predicción cuando se aproxima a Rand, y vaticina que él estará en el centro mismo del dolor y la muerte que van a asolar a Andor y al mundo entero. Elaida presiona a Morgase con toda su influencia para que detenga a Rand y le haga un interrogatorio completo, mas la reina comprende que el muchacho entró en palacio de forma accidental y, sin admitir réplicas de su consejera, le deja partir.
La Gran Cacería[]
Siuan Sanche, la Sede Amyrlin, se reúne en Fal Dara con su vieja amiga Moraine y ambas intercambian valiosas informaciones. Siuan le cuenta que, al poco de que Moraine hubiese partido de Caemlyn a toda prisa con Rand y los demás, Elaida había estado buscando al joven, a quien identificaba como un ta'veren que debía ser llevado a Tar Valon a toda costa. Sólo unos días después, y de acuerdo con los planes de Morgase, Elaida fue enviada a la Torre Blanca junto con la Heredera al Trono, Elayne Trakand, y sus hermanos para recibir instrucción de acuerdo con las costumbres andoreñas. En la Torre Blanca, Elaida había comenzado una peligrosa campaña de desprestigio hacia Moraine y el Ajah Azul, difundiendo el rumor de que estaba ayudando a un peligroso ta'veren y, desafortunadamente, sus palabras estaban calando hondo en muchas hermanas.
Por si esto no fuera poco, el prestigio de Elaida y del Ajah Rojo se han incrementado al haber presentado a la Torre a Elayne, una joven con un potencial como no se recordaba desde hacía siglos, y que superaba ampliamente al de Siuan, Moraine y la propia Elaida. Al tener noticia de esto, Moraine espera recuperar la ventaja perdida cuando lleguen las dos jóvenes que ella ha conocido en Dos Ríos, ya que Egwene al'Vere será igual de fuerte que Elayne y Nynaeve al'Meara tiene un potencial muy superior al de ambas. Aun así, Elaida no disminuye sus pesquisas sobre Rand, y menos cuando descubre que Egwene y Nynaeve provienen del mismo lugar. Su primer objetivo es Min Farshaw, pues ha averiguado que ella fue llamada a la Torre Blanca por orden de Moraine. No obstante, Min resiste las incisivas preguntas de Elaida y no revela nada acerca de Moraine, Rand o de sus propias visiones premonitorias.
El Dragón Renacido[]
Cuando Morgase se entera de la desaparición de Elayne entra en cólera y rompe relaciones diplomáticas con la Torre Blanca, no permitiendo que Elaida regrese a Caemlyn. A consecuencia de ello, la hermana Roja permanece en la Torre y, cuando regresan de Falme Egwene, Nynaeve y Elayne, las trata con dureza y les pregunta sobre su ausencia y su relación con Rand. Las tres amigas son castigadas por la Amyrlin, pero Siuan permite a los pocos días que Egwene y Elayne se sometan a la prueba para llegar a ser Aceptadas. Elaida se opone abiertamente a la decisión de la Sede Amyrlin, en particular con respecto a Egwene. De todas formas, Egwene pasa la prueba y Elaida, presente en nombre del Ajah Rojo, es la primera Aes Sedai en acercarse a ella y llevarle sus ropas, por lo que aprovecha para insultarla sin que pueda ser oída por ninguna otra hermana.
El ascenso de la Sombra[]
Elaida ve en la Torre a Elmlindreda, una protegida de Siuan, y reconoce tras su disfraz a Min, aunque simula no haberse percatado. La hermana Roja comienza a atar cabos y llega a la conclusión de que la Amyrlin apoya en secreto a Rand al'Thor y que ella y Moraine son las responsables de que se haya proclamado el Dragón Renacido sin que la Torre haya hecho nada por impedirlo. Elaida hace partícipe de sus descubrimientos a Alviarin Freidhen, del Ajah Blanco, y entre las dos comienzan a reunir partidarias y planean derrocar a Siuan. En torno a estas fechas, Elaida es elegida Asentada del Ajah Rojo en la Antecámara de la Torre, reemplazando a Amira Moselle (un hecho no mencionado en los libros pero confirmado por Robert Jordan) con el apoyo expreso de Galina Casban, la líder de las Rojas.
El hecho desencadenante del golpe de estado se produce cuando Siuan solicita a la Antecámara que apoye a Rand como el Dragón Renacido, después de que éste haya tomado la Ciudadela de Tear. Elaida y otras hermanas apoyan la medida, pero una vez que Siuan se retira a su estudio, promueve su inmediata destitución y la acusa de traición, contando con el apoyo del número suficiente de Asentadas, aunque sin avisar de ello al Ajah Azul. Ese mismo día Elaida es ascendida a la Sede Amyrlin y, acompañada de sus seguidoras, mata a Alric, el Guardián de la Amyrlin, y detiene y neutraliza a Siuan y a Leane Sharif, su Guardiana de las Crónicas, tras sufrir un terrible interrogatorio. Buena parte de la Torre Blanca se revuelve ante las acciones de Elaida y se producen combates cuando los fieles de Siuan tratan de liberarla. De esta manera se produce el Cisma de la Torre Blanca, en la que un tercio de las hermanas apoya a Elaida, otro tercio se opone a ella y huye de Tar Valon y el tercio restante se mantiene a la expectativa.
Cielo en llamas[]
Convertida en la primera Sede Amyrlin proveniente del Ajah Rojo desde los días de Artur Hawkwing, Elaida do Avriny a'Roihan da muestras de su dureza desde el principio, disolviendo el Ajah Azul y ordenando el inmediato arresto de Moraine Damodred. Así mismo, pone en guardia a todos los informadores de la Torre para que den con Elayne Trakand y sus amigas, y las lleven cuanto antes de regreso a Tar Valon. Al saber que éstas lograron escapar de Ronda Macura, descubridora de las propiedades de la horcaria, la hace castigar. En un principio, Elaida se deja rodear por las Aes Sedai que jugaron un papel de mayor importancia en el derrocamiento de Siuan, pero se enfurece al sentir que no le guardan el debido respeto y paulatinamente se va deshaciendo de ellas, hasta el punto de degradar a una de ellas, Shemerin, al rango de Aceptada. La única que aún permanece a su lado es Alviarin, a quien ha convertido en Guardiana de las Crónicas, pero sus relaciones se han vuelto tirantes.
La principal obsesión de Elaida es, sin lugar a dudas, Rand al'Thor. Su más alta prioridad es que la Torre Blanca dé con él y haga todo lo posible por llevarlo a Tar Valon, donde pueda ser efectivamente controlado por las Aes Sedai hasta la Última Batalla. Esta idea es acrecentada cuando Padan Fain acude a la Torre para robar la daga de Shadar Logoth. El mal y la corrupción que forma parte del nuevo estado del otrora buhonero parece hacer mella en cierta medida en la Sede Amyrlin, quien a partir de entonces comienza a mostrar un carácter cada vez más autoritario, impaciente, obsesivo y hasta paranoico. Elaida no es consciente de esto y, ni mucho menos, de que todas y cada una de sus acciones, incluyendo sus ascensos a Asentada y seguidamente a Amyrlin, han sido favorecidos por el Ajah Negro, cuya máxima dirigente no es otra que Alviarin, la Guardiana de las Crónicas.
El Señor del Caos[]
Al tener noticias de que Rand se ha instalado en Cairhien, Elaida manda de inmediato una embajada a contactar con él, al mando de Coiren Saeldain. En caso de que las negociaciones fracasen y Rand se niegue a acompañar a las Aes Sedai a Tar Valon, la Amyrlin ha dispuesto que el liderazgo de la comitiva pase a Galina (a quien en secreto le encomienda que haga todo lo posible por que la escolta de Gawyn Trakand sea destruida). Elaida se enfurece al saber que Rand ha declarado una amnistía y está reclutando a hombres capaces de encauzar el Poder Único y comienza a hacer planes para combatir esa nueva amenaza. Pese a ello, no comprende que la Torre Blanca necesita estar más fuerte y unida que nunca y envía a Tarna Feir a la aldea de Salidar, donde se han reunido las Aes Sedai rebeldes, con unas condiciones de rendición que son rechazadas de plano. La Sede Amyrlin no le teme a nada, ni siquier a su propio pasado, y hace regresar a las tres Asentadas Rojas que habían sido expulsadas de la Torre tras la Vileza, en un gesto que no hace más que acrecentar las disputas entre los Ajahs.
La Corona de Espadas[]
Por medio de Galina, Elaida se entera de que Rand ha sido capturado y es llevado a toda velocidad a la Torre Blanca. Desconocedora del desastre en los Pozos de Dumai, la Amyrlin cree tener la situación bajo control, y su confianza y orgullo crecen hasta límites insospechados. Convencida de que está destinada a ser la Sede Amyrlin más poderosa de todos los tiempos, ordena construir un enorme palacio para ella que ha de estar coronado por una torre aún mayor que la Torre Blanca. Mientras, traslada sus dependencias a los pisos más altos y se aísla del resto de las hermanas. Los planes de Elaida pasan por ejercer un estricto control sobre todas las naciones de las Tierras Occidentales, por lo que despacha órdenes encaminadas a que todos los gobernantes la reconozcan como la legítima Amyrlin y aseguren su fidelidad. Así mismo, envía a Toveine Gazal al mando de unas cincuenta Aes Sedai para destruir la Torre Negra, amansar a todos los varones y ejecutarlos de inmediato.
En presencia de Alviarin, Elaida tiene una nueva Predicción, en la que augura que la Torre Blanca será más fuerte que nunca, que Rand se enfrentará a la ira de la Amyrlin y las Aes Sedai caminarán entre las ruinas de la Torre Negra. Elaida interpreta esta profecía como una muestra más de su grandeza y de los logros que está por realizar, pero su gozo se rompe en mil pedazos cuando llega a su conocimiento la derrota de los Pozos de Dumai, la desaparición de Galina y la captura de varias Aes Sedai por parte de Rand y los Asha'man. Esta inesperada debilidad es de inmediato aprovechada por Alviarin, quien decide tomar las riendas por medio de amenazas a Elaida. A cambio de mantener en secreto las pérdidas sufridas en los Pozos de Dumai y en el Ataque a la Torre Negra, Alviarin obtiene una cuota de poder nunca antes vista en una Guardiana de las Crónicas y, convirtiendo a Elaida en su marioneta, fomenta la disensión entre los Ajahs hasta hacer insostenible la situación.
La Amyrlin está atada de pies y manos y, sin saberlo, sigue todos y cada uno de los planes trazados por el Ajah Negro y Mesaana, infiltrada en la Torre Blanca. Sin embargo, sus ansias de lucha no han disminuido un ápice y, confiada por su propia Predicción de que la victoria será suya al final, planea devolverle a Alviarin el golpe sufrido con creces. Visita a Seaine Herimon, una de las Asentadas del Ajah Blanco, y apelando a su fidelidad a la Torre y a la razón, la encarga descubrir a las traidoras, con pruebas lo bastante firmes como para acabar con ellas. Por la forma de expresarse de Elaida, Seaine cree que la Amyrlin le está diciendo que el Ajah Negro existe de verdad y que debe desenmascarar a las Amigas Siniestras que habitan en la Torre. Comprendiendo que la misión encomendada por Elaida es demasiado peligrosa, Seaine pide ayuda a Pevara Tazanovni y, no mucho después, un grupo de Aes Sedai inicia una silenciosa caza del Ajah Negro.
El Camino de Dagas[]
Alviarin desaparece sin explicación alguna durante dos semanas, y Elaida aprovecha su ausencia para recobrar su cuota de poder. Su carácter se ha vuelto más celoso y tiránico si cabe, y con frecuencia manda a Aes Sedai, incluyendo a Asentadas, a la presencia de Silviana Brehon, la Maestra de Novicias, para que las castigue en público o privado. Cuando la Guardiana de las Crónicas regresa se encuentra con que Elaida se ha reunido con Asentadas de los seis Ajahs y discuten qué acciones emprender con los seanchan, las rebeldes y Rand. Una vez que se quedan solas, Alviarin abofetea a Elaida y la vuelve a amenazar. Para asegurarse de que cumpla con sus nuevas órdenes, la Guardiana obliga a la Amyrlin a que acuda a pedir un castigo a Silviana y que firme un decreto por el cual declara a Rand al'Thor propiedad de la Torre Blanca, ordenando que nadie trate con él si no es por intermediación de la Sede Amyrlin.
Encrucijada en el crepúsculo[]
Después de cumplir su castigo privado, el humor de Elaida empeora aún más, y su temperamento se vuelve tan fiero que la Torre Blanca vive al mismo borde de la crispación. La situación es crítica cuando el ejército de las Aes Sedai rebeldes aparece de súbito ante las mismísimas Murallas Resplandecientes. De nuevo, Alviarin ha desaparecido y, tras varios días sin dar señales de vida, Elaida cree que por fin la traidora ha decidido huir y recobra el liderazgo en la toma de decisiones con mano de hierro. Al darse a conocer las derrotas y las capturas sufridas en la Batalla de los Pozos de Dumai y el Ataque a la Torre Negra, la Amyrlin consigue que toda la responsabilidad recaiga sobre Galina y Toveine, respectivamente, y su posición no sufre desgaste alguno. Elaida se muestra implacable con las rebeldes y ordena que las fuerzas de Gawyn acosen al ejército mientras que sus enviadas exigen unas condiciones de rendición difícilmente aceptables por la Amyrlin rebelde, Egwene al'Vere.
En sustitución de Alviarin, Elaida elige como nueva Guardiana de las Crónicas a Tarna Feir, una hermana Roja que goza de su total confianza. Inesperadamente, Alviarin regresa tras un mes en paradero desconocido, pero Elaida sabe que sus amenazas ya han perdido toda su efectividad. Disfrutando de su victoria sobre la antigua Guardiana de las Crónicas, Elaida la humilla delante de otras Asentadas y, ya en privado, se desquita con ella golpeándola, enviándola a Silviana en busca de un severo castigo y asegurando que será juzgada y ejecutada en cuanto tenga las pruebas de su traición. Sin saberlo, Elaida hace que Alviarin se deje llevar por un intenso pánico, ya que cree que la Amyrlin ha descubierto que pertenece al Ajah Negro, y en su precipitación pide auxilio a Mesaana. No obstante, la Renegada también ha caído en desgracia, y Alviarin pasa a estar bajo la protección de Shaidar Haran.
Cuchillo de Sueños[]
La atmósfera en la Torre Blanca se ha vuelto irrespirable, y ni siquiera la presencia del ejército de las rebeldes y las evidentes señales de que la mano del Oscuro está tocando el mundo remedian la ruptura entre los Ajahs. Elaida vive aparte de todo aquello, en sus propios sueños de grandeza y de dominio sobre todas las Aes Sedai, incluida la Antecámara. Ha enviado a una Asentada Roja, Duhara Basaheen, a la corte de Caemlyn para imponerla como consejera de Elayne y por fin ha llegado a Tar Valon el primer (y único) monarca que se ha acogido a su protección, el rey Mattin Stepaneos de Illian. Pero uno de sus mayores éxitos en aquellos días es el haber conseguido capturar a Egwene al'Vere, elegida como la Sede Amyrlin de las rebeldes. Pretendiendo dar una lección de magnanimidad y con la intención de no echar a perder el potencial de la joven, Elaida se contenta con rebajarla al rango de novicia y establecer una estrecha vigilancia sobre ella.
El día posterior a la captura de Egwene, acude disfrazada a presencia de Elaida Beonin Marinye, una de las rebeldes más influyentes que en realidad había sido enviada a Salidar como espía de la Torre. Beonin vuelve a someterse a Elaida y, como muestra de sus buenas intenciones, accede a enseñarle algunos de los tejidos que ha aprendido de Egwene, en particular la forma de Viajar. Elaida decide que este y otros tejidos permanezcan en secretos para el resto de la Torre Blanco, salvo contadas excepciones que ella misma decida. El carácter dominante y tiránico de Elaida ya es patente hasta a Tarna, su Guardiana de las Crónicas. La Amyrlin decreta castigos a las hermanas por cualquier cosa, y no acepta ningún tipo de excusas por no obedecer sus órdenes lo más rápido posible. Intenta manipular a su antigua amiga Meidani, a sabiendas de que es una espía de las rebeldes pero sigue sin conseguir nada y se plantea la opción de presionarla aún más, incluso seduciéndola, para que confiese.
La tormenta[]
A petición de Elaida, Egwene es elegida como la novicia que ha de atenderla en su cena con Meidani. La joven, que no ha dejado en ningún momento de considerarse la legítima Amyrlin y comienza a socavar la posición de Elaida en la Torre, no es capaz de soportar la actitud arrogante, déspota y obsesiva de su rival, ajena a las luchas entre los Ajahs que están despedazando la convivencia y preocupada ahora por instaurar un cuarto juramento que obligue a obedecer a la Sede Amyrlin. A fin de evitar una explosión de carácter, Egwene deja caer la sopa y mancha la lujosa alfombra teariana. Elaida se enfurece con la muchacha y la despide, ordenando que Silviana le aplique un severo correctivo por su torpeza.
Días más tarde, Elaida vuelve ordenar que Egwene le sirva la cena en una importante cita que mantiene con cinco Asentadas. En este tiempo la Amyrlin de las rebeldes ha fortalecido su imagen hasta el extremo de haberse ganado el respeto de algunas Asentadas, incluyendo algunas de las invitadas a la cena. Esta vez Egwene no puede hacer nada frente a las provocaciones de Elaida salvo contestarla, por lo que ante la mirada atónita de las presentes la joven se impone en la batalla dialéctica, exponiendo el absurdo proceder de Elaida con el Dragón Renacido, sus tiránicas medidas de gobierno, la desunión de los Ajahs y el trato con las rebeldes. El asunto llega a mayores cuando Egwene, dolida por el daño que Elaida ha ocasionado a la Torre Blanca, llega a decirle que ni siquiera el Oscuro la aceptaría como Amiga Siniestra, lo que escandaliza tanto a la Sede Amyrlin que se sirve del Poder Único para dar una paliza a Egwene, quedando su autoridad en evidencia ante las Asentadas.
El enfrentamiento con Egwene acaba situando a Elaida ante el abismo. Silviana acude a la Antecámara de la Torre a exigir que se castigue a la Amyrlin por haberse extralimitado al castigar a una novicia, lo que hace que su ex compañera de Ajah se enfade tanto que ordena que Silviana sea degrada, tal y como hizo con Shemerin. La Maestra de las Novicias se niega a aceptar ese castigo, con lo que Elaida provoca un auténtico escándalo al hacerla prisionera y ordenar que sea neutralizada y ejecutada. El trato dado a Silviana es, incluso para varias hermanas Rojas, la gota que colma el vaso y por común acuerdo de los Ajahs, la Antecámara decide posponer cualquier decisión sobre Silviana y censura públicamente a Elaida, estableciendo tres meses de penitencia privada. Pese a ello, la mujer conserva la Sede Amyrlin y, dentro de la gravedad de todo lo ocurrido, se puede decir que ha logrado salir relativamente airosa.
Tal y como había advertido Egwene, los seanchan lanzan un ataque sorpresa a la Torre Blanca y capturan a varias Aes Sedai. En medio del caos y la confusión la mismísima Elaida es hecha prisionera por los seanchan y llevada en to'raken junto a otras cautivas en dirección al sur. Cuando la Amyrlin recupera el conocimiento comprueba entre horrorizados gritos que tiene puesto el a'dam y que una sul'dam comienza a aleccionarla dándole el nombre de Suffa, con el que tendrá que responder a partir de ahora a sus maestras.
Torres de Medianoche[]
Han transcurrido varias semanas desde la captura de Suffa y ésta ha demostrado ser una de las damane más rebeldes de las que se tiene constancia, con lo que sus llantos y los castigos que sufre son constantes. Sujeta a la correa por Melitene, la der'sul'dam de la mismísima Emperatriz, Suffa es llevada a presencia de Fortuona y obligada a abrir un acceso delante suyo. Antes de ello, aquélla que una vez fue la Sede Amyrlin tiene la osadía de tratar negociar con la Emperatriz y ofrecerle un jugoso rescate, asegurando que si regresa a la Torre Blanca le entregará una docena de las Aes Sedai más poderosas a cambio. Fortuona ignora a Suffa y perdona el atrevimiento a una apurada Melitene, ya que comprende de inmediato la enorme ventaja que acaban de obtener sobre sus enemigos. La líder de los seanchan ordena que todas las damane de sus dominios sean traídas de inmediato a Ebou Dar para que aprendan a Viajar ya que, con un arma así, los seanchan podrán atacar donde y cuando quieran a las marath'damane que siguen sin someterse al a'dam.
Personalidad[]
Ya antes de su primera aparición en El Ojo del Mundo, Elaida a'Roihan es presentada como una mujer estricta y temible, con un carácter aún más autoritario y soberbio que el de la mayoría de las Aes Sedai. Sin lugar a dudas, ella es el ejemplo más evidente y mejor desarrollado en los libros de una hermana Roja, y en ella se cumplen la totalidad de los tópicos propios de su Ajah: detesta a los hombres, considera inferiores a las Aes Sedai de otros Ajahs (en particular del Azul), y es una mujer orgullosa, tenaz, tozuda, implacable y rencorosa. Elaida no está alineada con la Sombra, pero en la mayoría de sus acciones está dirigida por el Ajah Negro y los Renegados, aunque ella misma está tan ciega que no se percata de ello y sólo se deja guiar por su desmesurada ambición. Tras la visita de Padan Fain a la Torre Blanca y la influencia ejercida por Alviarin Freidhen, los defectos de Elaida se han acentuado más si cabe, y sus ansias de gloria y poder están a punto de llevar a la ruina más absoluta a la Torre, ya dividida por culpa de sus envidias y conspiraciones.
Relaciones[]
- Artículo principal: Elaida a'Roihan/Relaciones
Como casi todas las Aes Sedai del Ajah Rojo, las amistades de Elaida tan sólo incluyen a sus compañeras de Ajah. En él ha sido una mujer muy respetada y en cierta forma querida hasta el final de su mandato, en los que su sed de poder y egocentrismo acabaron por restarle sus últimos apoyos. Entre ellos se encontraban Galina Casban, Tarna Feir o Katerine Alruddin. Fuera de su Ajah, las emociones negativas han regido la mayoría de las relaciones de Elaida. En especial, cabe destacar el rencor no exento de dependencia que desarrolla con su antigua amiga Meidani y la marcada rivalidad que durante años la ha separado de Moraine Damodred y de Siuan Sanche. Su pésima relación con ellas la traspasa a Egwene al'Vere, joven que ha recibido enseñanzas de Moraine y de Siuan y que se ha erigido en la Amyrlin de las rebeldes. Elaida se obstina en verla como una simple novicia que requiere de una durísima disciplina, mas con sus acciones demuestra que la teme y la considera como una igual suya que debe ridiculizar y humillar. Otros ejemplos de relaciones negativas de Elaida dignos de remarcar son Alviarin Freidhen (inicialmente su aliada y posteriormente una de sus más odiados enemigos), el Ajah Azul al completo y, por supuesto, Rand al'Thor.
Poderes y habilidades[]
Poder Único[]
Antes del descubrimiento de Nynaeve, Egwene, Elayne y las nuevas novicias admitidas por las rebeldes, Elaida era considerada una de las mujeres más fuertes en el Poder Único al oeste de la Columna Vertebral del Mundo y uno de los mejores hallazgos realizados en los últimos seis siglos. La Aes Sedai legendaria Cadsuane Melaidhrin, poseedora de una fuerza que no se veía en la Torre Blanca desde hacía mil años, reconoció que por debajo de ella y de otras dos hermanas (que fueron asesinadas por el Ajah Negro unos meses después de la Guerra de Aiel), había tan sólo cinco mujeres. Éstas son Romanda Cassin, de una edad tan avanzada como Casuane, y Moraine, Siuan, Elaida y Lelaine Akashi. Por ello, tras el Cisma de la Torre Blanca, Elaida se convirtió de una manera incontestable en la mujer más poderosa de las que permanecieron en Tar Valon y en la única que tendría la fuerza suficiente como para poder utilizar el Choedan Kal femenino.
Talentos[]
- Artículo principal: Predicción
Elaida es célebre por ser la única Aes Sedai dotada con el raro Talento de la Predicción. Ésta es la habilidad para revelar el futuro con total infalibilidad, aunque a menudo con una claridad insuficiente, que da pie a más de una interpretación posible. Aunque no requiere del empleo del Poder Único, se cree que la Predicción está íntimamente ligada a la capacidad de encauzar, y ciertamente hasta el momento sólo se ha visto en mujeres que controlan el Saidar. Al contrario de lo que sucede con el Talento del Sueño, la Predicción no es muy precisa y es mucho más infrecuente, pero ambos escapan al control de la persona que puede ver el futuro. En el caso en concreto de Elaida, las Predicciones que ha realizado surgieron de forma espontánea, han sido recordadas por ella (algo que no tiene por qué suceder siempre) y han determinado en buena medida el curso de sus acciones. Las Predicciones que Elaida ha realizado han sido las siguientes:
- Importancia del linaje real de Andor en el Tarmon Gai'don.
- Papel a desempeñar por Rand al'Thor como epicentro del caos y el dolor.
- Fortalecimiento de la Torre Blanca, enfrentamiento de la Amyrlin con Rand y presencia de Aes Sedai en la Torre Negra.
Desgraciadamente para Elaida, su exceso de confianza y orgullo propio le impiden ver más allá de sus propias Predicciones, y ha malinterpretado todas y cada una de ellas, hasta el punto de que han acabado volviéndose en contra suyo.
Además de la Predicción, Elaida posee también el Talento de la Curación, como mínimo el suficiente como para sanar los verdugones provocados por ella misma cuando "entrenaba" a Moraine y Siuan para la prueba de acceso al chal. Igualmente, cuenta con la fuerza más que suficiente como para Viajar, un conocimiento que aprende después de que Egwene es capturada y llevada a la Torre. Este hecho acabaría por suponer la perdición de la Torre Blanca, al pasar este valiosísimo conocimiento a los seanchan cuando Elaida es hecha prisionera.
Trivia[]
- Los gustos y aficiones de Elaida son mucho mejor conocidos que los de la mayoría de los personajes principales de las novelas. Así, se sabe que adora las rosas rojas, colecciona figuritas y disfruta en sus ratos libres tejiendo.