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Guaire Amalasan by KaligoDark

Guaire Amalasan, instigador de la Guerra del Segundo Dragón.

La Guerra del Segundo Dragón es una importante conflicto militar que tuvo lugar entre los años 939 y 943 AL y se extendió por buena parte de las Tierras Occidentales. Esta guerra fue ocasionada a raíz de la proclamación de Guaire Amalasan como el Dragón Renacido y su intento de llegar a la Ciudadela de Tear para cumplir una parte fundamental en las Profecías del Dragón. A raíz de este conflicto aumentó hasta cotas insospechadas la fama del joven rey Artur Paendrag Tanreall, el general que cosechó más éxitos frente a Amalasan, y que se ganó por su actuación el sobrenombre de Hawkwing, con el que sería conocido en los siglos venideros.

Antecedentes[]

Una devastadora epidemia conocida como la Fiebre Negra asoló el continente en 939 AL y acabó con la décima parte de la población, entre atroces sufrimientos. La enfermedad no discriminó entre pobres o ricos, y tanto fue así que dos de sus víctimas fueron los reyes de Shandalle, una pequeña nación oriental situada entre los cursos de los ríos Algueña y Erinin. Su hijo Artur Paendrag Tanreall subió al trono con veintisiete años de edad y tuvo que ocuparse de la titánica tarea de gobernar un reino asolado por la Fiebre Negra.

En el otro extremo de las Tierras Occidentales, en Darmovan, un nombre llamado Guaire Amalasan emergió de las tinieblas y, aprovechando la extrema debilidad que la enfermedad había provocado en su país, reclamó para sí el trono y enarboló una bandera con el símbolo de los antiguos Aes Sedai. Al parecer, era un buen conocedor de las Profecías del Dragón y podía encauzar el Poder Único, lo que le movió a autoproclamarse el Dragón Renacido y adiestrar un enorme ejército con sus numerosos seguidores, a los que llamó Hijos del Dragón. La respuesta de la Torre Blanca no se hizo esperar y en cuanto tuvo noticia de sus propósitos Amalasan fue declarado falso Dragón y se ordenó a todas las naciones que hicieran todo lo posible por capturarle.

El Segundo Dragón, victorioso[]

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Con todos los reinos aún postrados por la Fiebre Negra, los distintos gobernantes fueron incapaces de convocar a sus fuerzas y elaborar una respuesta rápida y contundente contra Amalasan. Por su parte, el Segundo Dragón aprovechó esta situación y lanzó a sus fieles sobre los reinos del sur en una auténtica guerra relámpago que sometió a Elan Dapor y Balasun antes de que hubiese pasado un año de su proclamación en Darmovan. Con rumbo al sur y al este, Amalasan atacó las fronteras de Kharendor, Dhowlan, Farashelle y se atrevió hasta con el poderoso reino de Shiota. Todas estas naciones cayeron bajo las fuerzas de los Hijos del Dragón, mas Amalasan no se detuvo para asegurar su dominio sobre ellas, sino que se encaminó a toda velocidad hacia la Ciudadela de Tear, cuya conquista era imprescindible para ser reconocido en el mundo entero como el Dragón Renacido. En su trayecto, también fueron derrotados Nerevan, Esandara y Fergansea.

Tierras Occidentales durante la guerra del Segundo Dragón

Ocupación territorial durante la guerra del segundo Dragón (939-943 AL), entre el falso Dragón Guaire Amalasan y varias coaliciones de naciones opuestas

El sitio de la Ciudadela de Tear fue infructuoso, aunque las fuerzas de Amalasan eran muy superiores a los defensores. Gran parte de que la Ciudadela resistiera se debió a la presencia en ella de treinta y nueve Aes Sedai, algo cuanto menos curioso por la tradicional desconfianza del reino de Moreina en la Torre Blanca. El Segundo Dragón no se dejó afectar por este revés, sino que mantuvo el sitio de la gigantesca fortaleza y aprovechó el tiempo en asegurarse el control del resto de Moreina e invadir los reinos de Talmour y Khodomar, al norte de Tear. En la primavera de 943 AL, más de un tercio de las Tierras Occidentales estaban bajo el control de Guaire Amalasan, e incluso en las regiones más alejadas de la guerra se empezó a pensar que sólo el auténtico Dragón Renacido podía lograr algo así. Partidarios del Segundo Dragón provocaron graves disturbios en Masenashar y Dal Calain, y el descontento popular llegó hasta a reinos poderosos como Aldeshar.

Cambio en las tornas[]

Donde todos los ejércitos fracasaban intentando vencer o al menos forzar el retroceso a los Hijos del Dragón, Artur Paendrag de Shandalle resultaba inesperadamente airoso, pese a lo modesto de sus fuerzas. El veloz movimiento de sus tropas le valió enseguida el sobrenombre de Hawkwing ("Ala de Halcón"), y en cuestión de meses se convirtió en el más enconado adversario del Segundo Dragón. Aunque Hawkwing no había sufrido graves pérdidas frente a Amalasan, tampoco había llegado a asestarle una contundente derrota hasta que ambos se enfrentaron en la célebre Batalla del paso de Jolvaine. En ella, el rey de Shandalle se vio envuelto en una lucha que no deseaba, cuando se topó con las fuerzas de Amalasan mientras se dirigía en auxilio de Khodomar cruzando las Montañas Maraside liderando sus fuerzas y las de Tova y acompañado de varias Aes Sedai. Al parecer, los Hijos del Dragón se dirigían sobre Tova y el encuentro con Hawkwing fue totalmente inesperado, aunque sin dudas este cruce fue decisivo y marcó el comienzo del fin de la guerra.

Aunque el número de efectivos de Amalasan doblaba con facilidad al de Hawkwing, el rey hizo gala de todos sus conocimientos estratégicos y se las arregló para no ser rodeado por su enemigo y empezó a retroceder ordenadamente, dando la impresión de que se encontraba en franca retirada y haciendo que su enemigo se confiara en exceso. Sin embargo, lo que hizo el rey de Shandalle fue dividir en tres su ejército, dar un enorme rodeo y atacar simultáneamente los flancos y la retaguardia de Amalasan cuando éste les había permitido descansar y les había concedido tiempo para huir de vuelta a casa. El golpe definitivo lo asestó Hawkwing en persona y rodeado de Aes Sedai, al lanzarse hacia el lugar desde donde el Segundo Dragón dirigía a sus fieles y entablar combate directo con él. Amalasan fue escudado por las Aes Sedai, hecho prisionero y llevado a toda velocidad fuera del campo de batalla, provocando que cundiera el caos y el desánimo entre los Hijos del Dragón y que éstos huyeran en todas direcciones.

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Artur Paendrag no concedió ni un instante de descanso a sus agotados soldados, sino que les forzó a dirigirse a toda velocidad a Tar Valon, donde Guaire Amalasan debía ser juzgado y amansado, de acuerdo con la Ley de la Torre Blanca. Se ignora si Hawkwing reclutó refuerzos de Shandalle o de otros reinos en su carrera al norte, pero no que sus tropas entraron en el terreno perteneciente a Tar Valon, incurriendo en una grave ofensa a la Sede Amyrlin Bonwhin Meraighdin y acampando a la vista de la Torre Blanca. Bonwhin desoyó a las Aes Sedai que acompañaban a Hawkwing y que eran conscientes de la necesidad de llevar a la Torre a Amalasan a la mayor celeridad posible y dispensó un frío y cortante recibimiento al monarca de Shandalle antes de conminarle a abandonar sus tierras en un plazo de cinco días.

La noticia del desastre en el Paso de Jolvaine y la captura de Guaire Amalasan llegó a sus lugartenientes, que se encontraban luchando en otros frentes, y les compelió a actuar con toda velocidad. En menos de tres días Sawyn Maculhene y Elinde Motheneos reunieron más de cien mil soldados y marcharon hacia Tar Valon con la intención de descargar un golpe lo suficientemente contundente como para liberar a Amalasan antes de que fuera demasiado tarde. Su intento casi es coronado con el éxito, pues tomaron dos de los puentes de acceso y llegaron a entrar en la ciudad, hasta los pies de la mismísima Torre Blanca. Artur Paendrag tuvo noticia de este ataque sorpresa e hizo volver sus ejércitos de vuelta a Tar Valon, donde se enfrentó a los compañeros de Amalasan y acabó dispersándolos. Éstos ya estaban lo suficientemente desmoralizados por saber que su señor ya había sido juzgado y amansado, por lo que tras la muerte de Maculhene y la desaparición de Motheneos depusieron armas y emprendieron la huida. La Guerra del Segundo Dragón y había finalizado, y la amenaza de uno de los falsos Dragones más peligrosos de todos los tiempos había sido anulada.

Consecuencias[]

Pese a haber durado poco más de cuatro años, la Guerra del Segundo Dragón dejó el oeste y el sur de las Tierras Occidentales en un estado de profundo caos del que no se recuperó por completo hasta unas décadas más tarde. Algunos de los seguidores de Amalasan siguieron ejerciendo una posición de poder durante un tiempo, pero acabaron cayendo también debido a conflictos internos. Por su parte, los reinos vecinos de Shandalle se aliaron y declararon por sorpresa la guerra a Artur Hawkwing cuando éste aún no se había recuperado de las cuantiosas pérdidas sufridas en su lucha con Amalasan. Según se cuenta, estos reinos temían que la creciente influencia de Hawkwing y su innegable talento en el campo de batalla amenazara sus propias fronteras, mas hay firmes teorías que apuntan a que la Amyrlin Bonwhin estuvo detrás de esto, ansiosa de vengarse de Artur Paendrag por haber desobedecido su mandato y haber entrado en Tar Valon (aunque con este gesto sin dudas había salvado a la Torre Blanca).

Inesperadamente, Hawkwing fue capaz de reunir de nuevo a sus fuerzas y no sólo hacer frente a la triple invasión, sino a su vez conquistar a los reinos que le habían atacado. La primavera siguiente se sumaron a la guerra contra Shandalle nuevos reinos ante la sospechosa pasividad de la Torre Blanca, dando así inicio a más guerras que serían conocidas posteriormente como la Consolidación del famoso Imperio de Artur Hawkwing.

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