| Ingtar Shinowa | |||
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| Información cronológica | |||
| Primera aparición | EODM 46 | ||
| Última aparición | LGC 46 | ||
| Última mención | LGC 47 | ||
| Información biográfica | |||
| Nombre completo | Ingtar Shinowa | ||
| Nacionalidad | Shienar | ||
| Muerte | 998 NE | ||
| Información política | |||
| Título | Lord | ||
| Rango | Noble de la Casa Shinowa Amigo Siniestro | ||
| Afiliación | Tierras Fronterizas La Sombra | ||
| Descripción física | |||
| Género | Hombre | ||
| Complexión | Corpulento | ||
| Estatura | Bajo | ||
| Pelo | Rapado salvo una coleta oscura | ||
—Ingtar Shinowa a Rand al'Thor
Lord Ingtar Shinowa es un importante noble shienariano y uno de los principales subalternos de Lord Agelmar Jagad en la ciudad-fortaleza de Fal Dara. Es un hombre aguerrido y muy valiente, deseoso de realizar proezas que le consagren para los tiempos venideros y permitan salvar su nación.
Apariencia[]
En su primera aparición, Ingtar es descrito como un guerrero de baja estatura, piel morena y complexión corpulenta, con una armadura y una capa de color amarillo. Sus ropas muestran de forma prominente su emblema personal, el Búho Gris, así como el Halcón Negro de Shienar. Cuando luce su armadura completa, Ingtar lleva un casco con una luna creciente en la frente con las puntas mirando hacia arriba, de una forma que a Perrin Aybara le recuerda vagamente los cuernos de un Trolloc. Como los demás soldados de Shienar, independientemente de su rango, Ingtar tiene la cabeza afeitada con excepción de un largo mechón de pelo oscuro que lleva recogido en una cola de caballo.
Historia[]
No se sabe gran cosa sobre Ingtar, salvo que pertenece a la noble Casa Shinowa y que ha consagrado su vida a luchar en la Llaga y en mantener las fronteras de Shienar. Como la mayoría de los señores de las Tierras Fronterizas, además de ser un excelente guerrero está muy versado en la historia y muestra un gran respeto por las Aes Sedai. Sin embargo, tras la máscara de orgullo y heroísimo de Ingtar se ha escondido durante demasiados años un hombre pesimista y desesperanzado, harto de que las Tierras Fronterizas sacrifiquen su sangre en una lucha sin posibilidades de ganar por defender a otros que ni siquiera agradecen su esfuerzo. Debido a ello, el shienariano ha sucumbido a la Sombra, creyendo que era más lógica su elección que condenar a Shienar al más cruel de los olvidos.
Sinopsis[]
El Ojo del Mundo[]
Ingtar Shinowa
Ingtar da la bienvenida a Fal Dara a dos viejos conocidos, la Aes Sedai Moraine Damodred y su Guardián Lan Mandragoran, tenido en muy alta estima en las Tierras Fronterizas por encarnar los restos del desaparecido reino de Malkier. Junto a ellos viajan un Ogier y cinco jóvenes aldeanos provenientes de la lejana región de Dos Ríos, pero Ingtar no hace ninguna pregunta indiscreta y los lleva a presencia de Lord Agelmar. Al día siguiente el shienariano les lleva hasta la frontera con la Llaga y se despide de ellos quejándose de que va a llegar tarde al Desfiladero de Tarwin, donde va a tener lugar una importante batalla contra los Engendros de la Sombra. Tal y como temía, Ingtar acaba perdiéndose este enfrentamiento, en el que contra todo pronóstico la mayoría de los enemigos son barridos del mapa, aunque pocos descubren que es a consecuencia de la providencial actuación del joven Rand al'Thor, quien absorbe el Saidin incorrupto del Ojo del Mundo y enarbola por primera vez de forma consciente el Poder Único.
La Gran Cacería[]
Semanas más tarde de los eventos ocurridos en el Ojo del Mundo y el Desfiladero de Tarwin, un caballero shienariano es uno de los presentes en una reunión de Amigos Siniestros convocados por Ba'alzamon en persona. Éste tapa su rostro desfigurado con una máscara y les muestra a todos los asistentes imágenes de Rand al'Thor, Mat Cauthon y Perrin Aybara, antes de asignarles diferentes órdenes. Aunque no se llega a afirmar de manera contundente, se sabe que el shienariano es Lord Ingtar, y probablemente las órdenes que reciba de Ba'alzamon tengan mucho que ver con todo lo que ocurre en los días siguientes en Fal Dara. La misma jornada en que la Sede Amyrlin y una comitiva de Aes Sedai llega hasta la fortaleza ésta es atacada desde dentro por Engendros de la Sombra. Como más tarde se sabría, Ingtar guía a un Myrddraal hasta la celda donde está encerrado Padan Fain y permite que sea puesto en libertad, llevándose consigo el preciado Cuerno de Valere.
La Amyrlin Siuan Sanche bendice la misión dirigida por Lord Ingtar para rescatar el Cuerno de Valere y la daga de Shadar Logoth, de la que también forman parte Rand, Mat, Perrin y Loial. Persiguiendo a Fain y a sus acompañantes Engendros de la Sombra y Amigos Siniestros, el grupo de Ingtar abandona al galope Fal Dara y se dirige hacia el sur, guiados por el husmeador Hurin. Al cabo de unos días Rand, Hurin y Loial desaparecen sin dejar ni rastro, tras haber pasado la noche junto a un Portal de Piedra. Ingtar se desespera al pensar que ha perdido para siempre la oportunidad de recuperar el Cuerno de Valere, mas Perrin se ofrece a guiarles, gracias a la información que le transmiten mentalmente los lobos. Gracias a él, el grupo de soldados shienarianos prosigue la cacería hacia el sur y llega a las proximidades de la Daga del Verdugo de la Humanidad, donde se encuentran con un Aiel llamado Urien que les dice que está buscando a El Que Viene con el Alba.
Dirigido por Perrin, el grupo de Ingtar llega hasta la ciudad de Cairhien, donde se reencuentran con Rand, Hurin y Loial en el peor momento, ya que han vuelto a perder el Cuerno. El husmeador determina que la preciada reliquia ha sido llevada a la mansión de Lord Barthanes Damodred, por lo que Ingtar, Rand, Mat, Hurin, Loial y Verin Mathwin deciden ir a la fiesta que ha organizado el poderoso noble. Lamentablemente, Fain se ha servido del apoyo de Barthanes para huir con el Cuerno de Valere a través de los Atajos y su pista parece haberse perdido irremisiblemente. El Machin Shin impide que Ingtar, Rand y los demás puedan continuar la persecución por los Atajos, por lo que al final optan por recurrir a un Portal de Piedra. Mas el viaje no resulta ser como esperaban y tardan varios meses en llegar a su destino, la Punta de Toman. La experiencia es muy dura e intensa para todos los viajeros, ya que presencian imágenes de infinidad de vidas suyas y contemplan cómo podrían haber sido de haber tomado una u otra decisión a lo largo de los años. Ingtar rememoría más tarde lo mucho que le impactó aquello que vio en el Portal de Piedra y el papel que jugaría en él siempre la búsqueda del Cuerno de Valere, aunque nunca reuniese fuerzas para atreverse a tocarlo.
Sacrificio de Ingtar
Pese a acumular un retraso sustancial Perrin, Mat y Hurin dan con la pista de Padan Fain y lo ubican en Falme, que ha sido tomada por unos misteriosos extranjeros que se hacen llamar seanchan. Dado que será imposible que todo el grupo de soldados shienarianos consiga infiltrarse en la ciudad, Ingtar decide que sólo cinco personas entren en Falme y él mismo se ofrece a comandar el grupo que se completa con Rand, Mat, Perrin y Hurin. Los cinco se las arreglan para acceder a la mansión del Augusto Señor Turak Aladon y allí Rand recobra el Cuerno de Valere y la daga de Shadar Logoth, tras derrotar en duelo singular al líder seanchan. Con los tesoros recuperados, los cinco se marchan a toda prisa, pero en medio de la confusión Rand ve a lo lejos a su amiga Egwene al'Vere convertida en damane y está dispuesto a salvarla. Al ver que Rand está dispuesto a renunciar al Cuerno por sus seres queridos, Ingtar se siente profundamente conmovido y le confiesa al joven cuáles sus verdaderas lealtades. No obstante, Ingtar ansiaba con todas sus fuerzas hacerse con el Cuerno y poder regresar a la Luz. Rand ve en él a un hombre honorable pese a los errores que ha cometido, y se despide de él con pena cuando Ingtar se dispone a sacrificarse luchando con numerosos enemigos y dando tiempo a los demás a huir. Deseando honrar su memoria, el joven no revela a ninguno de sus compañeros que Ingtar era un Amigo Siniestro.
Personalidad[]
Como se revelaría en el momento de su heorica muerte, Ingtar se había unido a la Sombra por creer que era la opción más lógica si quería impedir que Shienar fuese arrasada y cayera en el olvido como tantos otros reinos del pasado. Descorazonado ante una lucha que parecía perdida de antemano y que ni siquiera era vista como tal por los habitantes de las tierras del sur, Ingtar estaba lleno de rencor y de amargura. La aparición del Cuerno de Valere y la oportunidad que tuvo de recuperarlo supuso para él un antes y un después en su vida, ya que el shienariano vio en todo ello la respuesta a sus plegarias y la única forma de salvar a Shienar, al mundo entero y a sí mismo, y así poder regresar a la Luz. La búsqueda del Cuerno se convirtió en una obsesión para el orgulloso guerrero, pero esto no impidió que en todo momento se comportase como un jefe muy capaz, apreciado por todos sus subalternos y por sus compañeros de viaje.