Mafal Dadaranell fue una de las ciudades más grandes y hermosas construidas por los Ogier en la época posterior al Desmembramiento del Mundo, a comienzos de la Tercera Era. Fue la capital del reino de Aramaelle, una de las Diez Naciones que surgieron al finalizar la Época de Locura. Como en el resto de lugares en cuya construcción participaron los Ogier, Mafal Dadaranell era un enclave de enorme belleza que contaba con numerosos edificios que no podrían haber sido construidos por manos humanas, dada su elegancia y delicadeza, sobre todo a la hora de imitar árboles y otros seres vivos en sus líneas.
Se cuenta que la arboleda que los Ogier establecieron en Mafal Dadaranell era una de las más hermosas del mundo, sólo superada por las que existían en Tar Valon y en Manetheren. Esto es una prueba de la gran importancia que ostentó Aramaelle, sobre todo durante el gobierno de la reina Mabriam en Shereed, artífice del Pacto de las Diez Naciones. No obstante, y pese a su gran belleza, la ciudad estaba fuertemente fortificada, dada su proximidad al Desfiladero de Tarwin y a la Llaga. Aunque en aquellos años la Llaga no se encontraba tan al sur como lo llegó a estar a finales de la Tercera Era, la amenaza de los Engendros de la Sombra era permanente, y el grueso de las defensas de Aramaelle se dispuso en torno a Mafal Dadaranell, conscientes de la importancia estratégica del Desfiladero de Tarwin, situado a apenas unas horas a caballo en dirección septentrional.
Pese a su fuerza, Mafal Dadaranell no pudo hacer frente a las hordas de Engendros de la Sombra que llegaron de la Llaga en números antes jamás sospechados durante la Guerra de los Trollocs. La tenaz resistencia de la ciudad acabó siendo superada por la enorme ventaja numérica de sus enemigos y fue conquistada y arrasada. Al término de la Guerra de los Trollocs, un enfrentamiento que se extendió a lo largo de más de tres siglos, no quedaba ni rastro de la otrora hermosa ciudad ni del reino de Aramaelle. Con el paso del tiempo se construyó muy cerca del antiguo emplazamiento un nuevo centro urbano que heredó parte del nombre de Mafal Dadaranell: la fortaleza de Fal Dara. Ésta se convertiría en la segunda ciudad en importancia de Shienar y en su principal bastión defensivo, al vigilarse desde ella el Desfiladero de Tarwin y la frontera con la Llaga. El único resto que quedó de Mafal Dadaranell y de la antigua gloria perdida para siempre fue la puerta de los Atajos, situada unas millas al sur del lugar donde se erigió Fal Dara.