El marasmo es el nombre que se le da al suceso por el cual algunos Aiel han cambiado de forma drástica su comportamiento y realizando actos tales como huir, dejar las armas o alejarse del ji'e'toh, a consecuencia de ser incapaces de resistir la verdad sobre el origen de su pueblo.
En Alcair Dal, Rand al'Thor se presentó ante los millares de Aiel allí congregados como el Car'a'carn, aquél que les lideraría pero que también sería causante de su destrucción. Sin embargo, Couladin, el aspirante a jefe de clan de la tribu de los Shaido, de improviso se reveló como el "verdadero" Car'a'carn, mostrando los tatuajes distintivos y causando la discordia entre los Aiel allí congregados, pues muchos de ellos sabían que Couladin en realidad no había entrado en Rhuidean. Para demostrar que él era el auténtico Car'a'carn, Rand decidió romper la estricta norma de no hablar de las visiones que había contemplado en Rhuidean, y reveló todo a los Aiel, pese a los intentos de los jefes de clan y de las Sabias de detenerlo.
Lo que no deseaban los líderes Aiel que conociesen los demás miembros de su pueblo era su origen, realmente sorprendente y extremadamente difícil de comprender para una cultura acostumbrada a la lucha y a los conflictos entre tribus. En el lejano pasado, los Aiel habían sido Da'shain Aiel, servidores de los Aes Sedai de la Era de Leyenda, seguidores de la Filosofía de la Hoja y convencidos pacifistas. De hecho, de aquellos primitivos Aiel provenían no sólo los actuales, sino también los Tuatha'an, el Pueblo Errante, denostado y despreciado aunque tolerado siempre que se mantuviesen a distancia si decidían vagar por el Yermo de Aiel. Esta noticia fue devastadora para los Aiel, más aún cuando fue confirmada por los jefes de clan y las Sabias al reconocer a Rand como el Car'a'carn, y desde entonces muchos guerreros comenzaron a ser víctimas del marasmo.
El marasmo ha afectado a los Aiel de formas muy diferentes. Algunos gai'shain han optado por mantener sus ropas y su condición aunque haya transcurrido el tiempo de rigor y las personas con las que están en deuda han tratado de evitarlo. Otros abandonan la lanza y se marchan, decididos a regresar a la Filosofía de la Hoja, mientras que otros muchos simplemente desertan y desaparecen sin dejar rastro alguno. Algunos han optado por cerrarse a la realidad y unirse a los Shaido, creyendo que junto a ellos podrán regresar a los antiguos tiempos. Finalmente, existe un grupo de Aiel que ha comenzado a profesar una obedencia absoluta hacia Rand, llegando a considerarse posesiones suyas y haciéndose llamar siswai'aman, las Lanzas del Dragón. Después de la revelación de Alcair Dal el marasmo ha sido un proceso continuo que aún no ha desaparecido, cumpliéndose en parte la profecía de que Rand uniría bajo su mando a los Aiel pero acabaría con ellos a un mismo tiempo. Si son preguntados, los Aiel evitan obstinadamente hablar del marasmo, y se comportan como si no ocurriese nada.