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Los Atha'an Miere son célebres en el continente por sus habilidades como comerciantes y por su habilidad en todo tipo de negociaciones, hasta el punto que se dice de ellos que es totalmente imposible firmar algún pacto con ellos que les resulte desventajoso en un solo ápice.

Los Marinos son un pueblo muy ceremonioso y dan una gran importancia a los pactos que acuerdan, tanto entre ellos como con las personas del continente, con un valor igual de vinculante que un juramento, aunque a menudo no suelen dejar constancia escrita de ellos. Los pactos de los Atha'an Miere son acuerdos eminentemente orales, por mucho que las negociaciones puedan demorarse días o semanas. Quedan sellados según con las costumbres de los Marinos, con ambos declarantes tocándose sucesivamente sus labios y los del otro.

A lo largo de las novelas se han producido algunos pactos con los Atha'an Miere de gran importancia, con interesantes resultados y consecuencias, que se exponen a continuación.

El Pacto con el Coramoor[]

Negociado a comienzos del año 1000 NE en la cubierta de la embarcación Espuma blanca, anclada en la ciudad de Cairhien. Representando al Coramoor dirigieron las negociaciones las Aes Sedai Merana Ambrey y Rafela Cindal, en un duro pulso con Harine din Togara Dos Vientos, la embajadora enviada por la Señora de los Barcos. Los términos acordados fueron los siguientes:

Rand 6

Rand (por Seamas Gallagher)

  1. Los Atha'an Miere prometen proporcionar tantos barcos como el Coramoor requiera y navegar hacia el destino que él decida sin presentar objeciones.
  2. El Coramoor no cambiará ninguna ley ni costumbre de los Atha'an Miere.
  3. El Coramoor otorgará a los Atha'an Miere una milla cuadrada en cada orilla de todas las ciudades que controle y a las que se pueda acceder navegando.
  4. El Coramoor mantendrá a su lado a un embajador de los Atha'an Miere. Harine se eligió a sí misma para esta tarea, que desempeñaría acompañada por su Maestro de Espadas y su Detectora de Vientos.
  5. El Coramoor accederá a acudir a la presencia de la Señora de los Barcos cuando ella desee, hasta un máximo de dos veces cada tres años.

Rand al'Thor se enfureció en un primer momento con Merana y Rafela al escuchar todas las condiciones del pacto, que consideró demasiado desventajosas teniendo en cuenta el prometedor inicio que tuvieron las conversaciones entre las dos delegaciones. No obstante, el Coramoor terminó comprendiendo que las dos Aes Sedai no podrían haber hecho más en ausencia de un ta'veren tan poderoso como él y terminó por agradecerles sus ingentes esfuerzos. Unos meses más adelante, Rand reclamaría a los Marinos cumplir el pacto y proveer de comida a la población en Arad Doman, una onerosa petición a la que los Atha'an Miere no tuvieron otro remedio que plegarse.

La condición de que los Marinos dispondrán de una porción de tierra en cada uno de los puertos bajo el control del Coramoor se ha revelado de vital importancia para asegurar la supervivencia de su pueblo, a consecuencia del suicidio masivo de los Amayares. Éstos vivían en las islas y vendían suministros y mercancías a los Atha'an Miere, por lo que con su desaparición se ha puesto en serio peligro la misma base de la sociedad de los Marinos. Debido a ello, la existencia de tierra adicional en ciudades del continente, así como las innovaciones tecnológicas que ha promovido Rand en los últimos meses, son la gran esperanza de los Marinos y uno de los eventos vaticinados por la Profecía Jendai.

El Pacto con las Aes Sedai[]

Después de una larga búsqueda en la ciudad de Ebou Dar, las jóvenes Aes Sedai Nynaeve al'Meara y Elayne Trakand dieron con el paradero del Cuenco de los Vientos, un valioso ter'angreal con el que podrían acabar con la ola de calor que el Oscuro había desplegado sobre el mundo. Conocedoras de la habilidad de las Detectoras de Vientos en el manejo de tejidos de Saidar para alterar el tiempo atmosférico, Nynaeve y Elayne acudieron ante la Señora de los Barcos, Nesta din Reas Dos Lunas, en busca de un acuerdo para que les prestasen su ayuda. El pacto terminó cerrándose en una granja unos millas al norte de Ebou Dar, con Renaile din Calon Estrella Azul representando a los Marinos. Los términos fueron en este caso:

  1. Las Aes Sedai obtenían la colaboración de las Detectoras de Vientos para activar el Cuenco de los Vientos, seleccionadas por su fuerza en el Poder Único en lugar de por su jerarquía.
  2. Las Detectoras de Vientos pasan a ser propietarias del Cuenco de los Vientos una vez que se haya asegurado el curso habitual de las estaciones.
  3. Las Aes Sedai facilitarán un total de 20 hermanas a los Atha'an Miere, obligadas a seguir sus normas y costumbres y a enseñar a las Detectoras de Vientos todo lo que deseen. Las Aes Sedai sólo podrán abandonar los barcos cuando acudan otras a reemplazarlas.
  4. Las Detectoras de Vientos tendrán el privilegio de acudir a la Torre Blanca en calidad de invitadas y aprender lo que deseen sin necesidad de convertirse en Aes Sedai.
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Elayne

Al enterarse de los detalles del acuerdo alcanzado con los Marinos, la gran mayoría de las Aes Sedai se enfurecieron o se disgustaron sobremanera por las condiciones del mismo, tremendamente desventajosas para ellas por supeditarlas a las Detectoras de Vientos. Debido a las dificultades que estaban atravesando las Aes Sedai en el momento de alcanzar este acuerdo, la Torre Blanca no estaba en condiciones de proporcionar a veinte maestras a las mujeres Atha'an Miere, pero de todas formas ellas se las arreglaron para hacerse con algunas, exigiendo a Merilille Ceandevin y al desaparecer ésta sustituirla por Amylia.

Egwene al'Vere, que en su calidad de Sede Amyrlin debía responder de los actos de Nynaeve y Elayne, vio desde el principio las enormes debilidades de este pacto y se preocupó por ocultarlo hasta que su posición entre las Aes Sedai no se hubiese fortalecido lo suficiente. Una vez instalada en la Torre Blanca, Egwene buscó una forma de colaborar más estrechamente con las Detectoras de Vientos, y de paso invalidar algunos de los puntos menos favorables del pacto, para lo cual se reunió en el Tel'aran'rhiod tanto con mujeres de los Atha'an Miere como con las Sabias Aiel. Ante la oferta de que los tres grupos de mujeres encauzadoras colaborarían estrechamente entre sí en oposición a los seanchan y favoreciendo el intercambio de aprendizas y estudiantes, las Detectoras de Vientos parecieron satisfechas y prometieron meditarlo, por lo que es probable que un futuro pacto anule el anterior.

El Pacto con Mat Cauthon[]

Justo después de recuperar el Cuenco de los Vientos, Mat Cauthon encontró problemas para convencer a Aes Sedai, Allegadas y Detectoras de Vientos de abandonar Ebou Dar e irse a un lugar más seguro donde poder activarlo. Nynaeve y Elayne permanecieron en silencio a propósito para aprovechar el poder de ta'veren desplegado por Mat, asegurándose así que todas las encauzadoras presentes aceptarían seguirlas adonde ellas decidiesen. Ante la escandalizada mirada de las Detectoras de Vientos, Mat insultó a Renaile y le planteó un insólito "pacto":

  1. Las Detectoras de Vientos irán al lugar que deseen Nynaeve y Elayne.
  2. Mat no las llevará a la fuerza a ese mismo lugar.

Este pacto fue firmado por Mat y Renaile de la forma tradicional ante el pasmo de todos los presentes, incluida la propia Renaile, que no se dio cuenta hasta que fue demasiado tarde de que había sido víctima de la influencia de un ta'veren. No obstante, gracias a la intervención de Mat se pudo asegurar la participación de las Detectoras de Vientos en la activación del Cuenco de los Vientos.

El Pacto con Elayne Trakand[]

Debido al ataque de los seanchan a Ebou Dar, Renaile y las otras Detectoras de Vientos que participaron en la restauración del clima con el Cuenco de los Vientos tuvieron que seguir a Elayne a Caemlyn e instalarse durante un tiempo en el Palacio Real. No obstante, al enterarse los Atha'an Miere presentes en la capital de Andor de la muerte de la Señora de los Barcos, se prepararon para marcharse de inmediato al encuentro del que saldría electa una nueva dirigente de su pueblo. Hasta entonces Elayne había estado sirviéndose de las Detectoras de Vientos para abrir accesos con los que mantener abastecida Caemlyn, que en aquellos momentos vivía un asedio a consecuencia del conflicto sucesorio que se estaba viviendo en el reino, por lo que su partida podría sumir a la ciudad entera en la hambruna. Alarmada ante tal posibilidad, la joven ofreció un nuevo pacto a Zaida din Parede Ala Negra, con las condiciones siguientes:

  1. Elayne otorgará una milla cuadrada de suelo andoreño a los Atha'an Miere, en condiciones semejantes al pacto alcanzado con el Coramoor.
  2. Zaida consentirá en que nueve Detectoras de Vientos permanezcan en Caemlyn ayudando a Elayne abriendo accesos, pero en ningún momento tomando parte de los combates.

Teniendo en cuenta el pacto anteriormente firmado, Elayne consintió en que las Detectoras de Vientos se llevaran a Merilille durante un año y que continuasen reclamando más Aes Sedai como maestras, aunque inesperadamente la hermana Gris se ecabulló y huyó junto a una aprendiza que deseaba ser Aes Sedai, Talaan din Gelyn. Elayne pensó para sí que el pacto alcanzado sostendría sus posibilidades en la lucha por el Trono del León y, ciertamente, las Detectoras de Vientos jugaron un papel fundamental durante su rescate cuando ella fue secuestrada por Amigos Siniestros. Zaida también fue alabada entre los suyos por este acuerdo, hasta el punto de que las demás Señoras de las Olas la nombraron nueva Señora de los Barcos.

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