Rand al'Thor | |||
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Información cronológica | |||
Primera mención | NP 2 | ||
Primera aparición | EODM Prefacio | ||
Última aparición | TDM Epílogo | ||
Información biográfica | |||
Nombre completo | Rand al'Thor | ||
Alias | Tomás Trakand Nuli Lews Therin Telamon | ||
Nacionalidad | Andor/Dos Ríos | ||
Nacimiento | 978 NE | ||
Información política | |||
Título | Dragón Renacido El Que Viene con el Alba Asesino de la Sombra Car'a'carn (IV - XIV) Coramoor (IV - XIV) Rey de Illian (VII - XIV) | ||
Rango | Gaidin (VI - XIV) Rey (VII - XIV) | ||
Afiliación | Dragón Renacido | ||
Ocupación | Pastor/Juglar (I) Líder de Tear (III -XI) Líder de los Aiel (IV - XIV) Líder de Cairhien (V - XIII) Líder de Andor (V - VI) Líder de Illian (VII - XIV) | ||
Descripción física | |||
Género | Hombre | ||
Complexión | Esbelto | ||
Estatura | Muy alto | ||
Pelo | Rojizo | ||
Ojos | Azules-grisáceos | ||
Familia | |||
Tamlin al'Thor (padre adoptivo) Kari al'Thor (madre adoptiva) Janduin (padre) Tigraine Mantear (madre) Galadedrid Damodred (medio-hermano) Luc Mantear (tío) | |||
Vínculos | |||
Alanna Mosvani (Aes Sedai) Elayne Trakand (Aes Sedai) Aviendha ("Aes Sedai") Elmindreda Farshaw ("Aes Sedai") |
—Gitara Moroso
Rand al'Thor es el personaje principal de la serie de novelas La Rueda del Tiempo. Al comienzo de la serie es un joven granjero que vive con su padre Tam al'Thor en la tranquila y apartada aldea de Campo de Emond, en Dos Ríos. Sin embargo, no tardará en verse envuelto en una serie de sucesos que le señalan como la persona en cuyas manos reside el destino no sólo de la humanidad y del mundo, sino de la propia estructura de la realidad.
Apariencia[]
Rand al'Thor es un atractivo joven de piel clara y ojos que en algunas ocasiones se ven azules y en otras grisáceos. Debido a su ascendencia Aiel, es muy alto (en torno a los 197 - 198 cm), y su pelo es de color rojizo oscuro, que lleva largo hasta la altura de sus orejas. El físico de Rand es el típico de los Aiel, atlético y de hombros anchos. Sin llegar a tener la constitución musculosa y robusta de su amigo Perrin Aybara, Rand es muy fuerte y de rápidos reflejos, gracias a años de arduo trabajo en la granja, excursiones en el bosque, años de entrenamiento en el manejo del arco y, más recientemente, habilidades de combate cuerpo a cuerpo, con espadas y armas Aiel.
A lo largo de la historia Rand ha sufrido un gran número de heridas, de las cuales tres han dejado huellas patentes en su cuerpo, además de en su propio ánimo. En su costado hay dos graves heridas que nunca han podido ser curadas por completo, la más reciente sobre la más antigua, y que a punto estuvieron de matarlo. Por si esto no fuera poco, tras ser atacado por la Señora del Dolor ha perdido la mano izquierda a la altura de la muñeca. Así mismo, Rand cuenta en ambas palmas de sus manos con las marcas de la garza que le señalan como el Dragón Renacido, y en sus brazos la figura enroscada de unos dragones en colores escarlata y dorado metálico que son el indicativo de su posición como el Car'a'carn, el jefe de jefes de clan en la sociedad Aiel.
Historia[]
Profecías[]
- Artículo principal: Profecías del Dragón
Rand es una persona muy especial en la historia del mundo, debido a que es la única alma conocida que ha sido elegida por la Rueda del Tiempo para que nazca en un momento específico y señalado al resto de la humanidad en forma de profecías. Aunque hay otros casos conocidos de reencarnación, como es el caso de los legendarios Héroes del Cuerno de Valere, sólo el renacimiento de Rand al'Thor ha sido predicho. Que se sepa, todos los pueblos cuentan con profecías propias en las que la figura de Rand al'Thor y su papel en la Última Batalla desempeñan el papel preponderante.
En la Era de Leyenda el alma de Rand era Lews Therin Telamon, un Aes Sedai de gran poder que fue el líder de las fuerzas de la Luz en su lucha contra la Sombra durante la Guerra del Poder, más conocido entre sus fieles como el Dragón. Debido a ello, Rand es conocido en todas las Tierras Occidentales como el Dragón Renacido, Lews Therin reencarnado y listo para volver a combatir al Oscuro y sus seguidores. Las profecías Aiel le señalan como El Que Viene con el Alba y las de los Marinos le nombran el Coramoor, el Elegido. Los lobos le conocen como Asesino de la Sombra. De los otros muchos títulos que se le han dado a Rand, la mayoría son los mismos que recibió 3.500 años atrás Lews Therin, como por ejemplo Señor de la Mañana, Príncipe del Amanecer y Verdadero Defensor de la Luz.
Ishamael afirma que él y Lews Therin han combatido un sinfín de veces desde el comienzo de los tiempos en el eterno girar de la Rueda, sugiriendo además que el Dragón es una figura de importancia capital cada vez que ocurre la Guerra del Poder y que, posiblemente, renazca en más Eras. Se desconoce si el hecho de que Rand haya oído la voz de Lews Therin en su interior es debido a que existe un vínculo más fuerte entre las dos últimas reencarnaciones del Dragón o si es un patrón constante en esta figura histórica.
Nacimiento[]
El mismo día en que nació, Rand fue adoptado por el soldado Tam al'Thor, quien renunció a su carrera militar y regresó a su lugar de origen, la apartada región de Dos Ríos, junto con su mujer Kari al'Thor. Los al'Thor no revelaron los verdaderos orígenes de Rand y todos los vecinos creyeron que era su hijo biológico. El sorprendente físico de Rand, con su pelo rojizo y sus ojos claros, características que no se habían visto en Dos Ríos, fue achacado al origen extranjero de Kari al'Thor, y ni siquiera el propio Rand sospechó de sus verdaderos orígenes hasta los sucesos ocurridos en la Noche del Invierno de 998 NE.
Con el tiempo, Rand acabó encontrando sentido a los diversos eslabones que componían los orígenes de su nacimiento con un inesperado resultado. La madre biológica de Rand era Tigraine Mantear, heredera al trono de Andor, que desapareció misteriosamente tras escuchar una Predicción de la consejera Aes Sedai de su madre, Gitara Moroso, que aseguraba que el destino del mundo dependía de que viajase al Yermo de Aiel y se uniera a las "doncellas". Tigraine dejó atrás no sólo sus responsabilidades como futura reina de Andor, sino también un matrimonio desdichado del que la única alegría que disfrutaba era un hijo pequeño, y tras muchas aventuras y dificultades consiguió formar parte de las Far Dareis Mai, las Doncellas Lanceras.
Bajo la identidad de Shaiel, Tigraine se enamoró del joven jefe de clan de los Taardad Aiel, Janduin, y viajó junto a él y los ejércitos de un total de cuatro clanes de regreso a las tierras húmedas, a consecuencia de la Guerra de Aiel. A lo largo de este enfrentamiento Shaiel quedó embarazada de Janduin, pero siguió combatiendo e incluso llegó a tomar parte de la Batalla de las Murallas Resplandecientes. Al finalizar el sangriento conflicto, Shaiel dio a luz a Rand en las laderas del Monte del Dragón, tal y como había sido profetizado, y al poco tiempo ella misma murió. No muy lejos, Gitara Moroso volvió a tener una Predicción en la que anunciaba la llegada del Dragón Renacido, tras la cual se desplomó muerta.
El padre biológico de Rand, Janduin, buscó desesperadamente al niño pero éste ya había sido recogido por los al'Thor. Embargado por la pena, una vez finalizada la guerra Janduin fue a la Llaga, decidido a morir combatiendo a las criaturas de la Sombra. Allí murió a manos de un hombre con un asombroso parecido a Shaiel, sin dudas Luc Mantear, desaparecido unos años antes que la propia Tigraine. Ajeno a estos ominosos hechos, el pequeño Rand creció feliz en el seno de una familia que lo adoraba, en una lejana granja próxima Campo de Emond. Incluso después de tener noticia de su auténtico origen, Rand siempre ha considerado como sus auténticos padres a Tam y Kari, por ser los únicos que ha conocido.
Familia[]
Por parte materna, Rand es miembro de la Casa Mantear, una de las familias nobles más importantes de Andor, que perdió el trono tras la falta de una heredera debido a la desaparición de Tigraine. Es nieto de la reina Mordrellen Mantear, si bien no posee ningún derecho sucesorio al Trono del León, ya que sólo las mujeres pueden ocuparlo. A través del matrimonio de Tigraine con Taringail Damodred, Rand es medio-hermano de Galad Damodred. Sin contar con una lejana antepasada común, la fundadora de Andor Ishara Casalain, no existe ningún vínculo sanguíneo entre Rand al'Thor y Elayne Trakand, al ser ésta hija de Taringail y de su segunda esposa, la reina Morgase Trakand.
Curiosamente, Rand comparte ciertas relaciones familiares con las dos personas que acudieron a Dos Ríos y cambiaron su vida, aunque no haya lazos sanguíneos entre ellos. Moraine Damodred es medio-hermana de Taringail, el esposo de Tigraine. Más compleja aún es la relación entre Rand y Lan Mandragoran: debido a la fusión de las almas de Luc Mantear y de Isam Mandragoran, el ser resultante, el temible y misterioso Verdugo, es a un mismo tiempo el tío de Rand y el primo de Lan.
Sinopsis[]
El Ojo del Mundo[]
La que iba a ser una prometedora fiesta de Bel Tine en Campo de Emond, en medio de un invierno que no parece acabar nunca, es suspendida tras un inesperado ataque de Trollocs, terribles criaturas medio humanas medio animales que hasta entonces habían sido consideradas seres de leyenda por los lugareños. Los Engendros de la Sombra están particularmente interesados en capturar a tres jóvenes, Rand al'Thor y sus amigos Mat Cauthon y Perrin Aybara. Preocupado por la seguridad de su padre y del resto del pueblo, Rand decide huir a toda prisa de Dos Ríos, guiado por la Aes Sedai Moraine Damodred y su Guardián, Lan Mandragoran. Junto a ellos viajan Mat y Perrin, la joven Egwene al'Vere, de la que siempre se ha dicho en el pueblo que acabaría casándose con Rand, así como el juglar Thom Merrilin. Al grupo se les unirá no mucho después Nynaeve al'Meara, la Zahorí de la aldea, que parte en su persecución obstinada en devolver a los chicos a sus hogares.
Los tres jóvenes de Campo de Emond tienen inquietantes sueños en los que se ven acosados por un hombre que se hace llamar Ba'alzamon, nombre que siempre se ha creído que alude al mismísimo Oscuro. Moraine está convencida de que el Oscuro busca a uno de los tres chicos en particular, sin saber aún con certeza cuál de ellos es el profetizado, así que ha decidido ponerlos a salvo, y los dirige a toda velocidad hacia Tar Valon. Desde el comienzo de la aventura comienza a intuirse que Rand puede encauzar el Poder Único, ya que Moraine no necesita Curar de la fatiga a la yegua de Egwene, Bela, pues Rand la había tratado inconscientemente con anterioridad. Los efectos secundarios propios de una persona que encauza sus primeras ocasiones también comienzan a manifestarse en Rand en forma de fiebres y dolores de cabeza un tiempo después de haber encauzado.
A lo largo de su constante huida, el grupo vive un gran número de aventuras en las que los Engendros de la Sombra no son los únicos peligros. Tras una desafortunada estancia en la ciudad maldita de Shadar Logoth el grupo no tiene más remedio que separarse, y Rand, Mat y Thom viajan por su propia cuenta hasta la localidad de Puente Blanco. Allí son atacados por un Myrddraal, y Thom les da margen a los jóvenes para huir enfrentándose él solo a tan formidable enemigo. Dando por muerto al anciano juglar, Rand y Mat prosiguen el camino ganándose el sustento como juglares o granjeros. Mat lleva consigo una daga de Shadar Logoth que lentamente le está corrompiendo, y Rand no tiene más remedio que dirigir la marcha y enfrentarse prácticamente solo a todos los problemas que surgen en su camino hasta que llegan a Caemlyn. Ba'alzamon no ha perdido su pista, y dispone de un gran número de Amigos Siniestros que a punto están de acabar con los chicos.
Por fin en Caemlyn, Rand y Mat logran reencontrarse con Moraine, Lan, Perrin, Egwene y Nynaeve, y añaden un miembro más a su grupo, el Ogier Loial. No mucho antes, Rand conoce por pura casualidad a la Familia Real al completo de Andor y contempla la llegada a la ciudad del falso Dragón Logain Ablar cargado de cadenas y custodiado por Aes Sedai. Por las amenazas proferidas por Ba'alzamon, Moraine averigua que la Sombra no sólo está detrás de la ola de clima invernal que se extiende por todo el continente, sino que el siguiente objetivo es cegar el Ojo del Mundo. La urgencia es tal que deben posponer el viaje a la Torre Blanca y parten a toda prisa hacia la fortaleza de Fal Dara, en Shienar. Un trayecto en el que habrían invertido varias semanas lo realizan en apenas dos días, gracias al conocimiento de Loial de los Atajos, aunque esto no impide que a punto estén de ser atrapados por la corrupción que habita en ese lugar.
Desde Dos Ríos hasta Fal Dara, Rand y los demás han sido perseguidos por Padan Fain, un buhonero que resulta ser un Amigo Siniestro al que Ba'alzamon ha torturado y modificarlo hasta convertirle en un auténtico sabueso cuya única finalidad es acabar con Rand. Tras encerrar e interrogar a Fain, los viajeros se dirigen a la letal Llaga, en medio de la cual se esconde el Ojo del Mundo, custodiado por el legendario Hombre Verde. Allí son atacados por dos Renegados, que han podido escapar de su milenaria prisión en Shayol Ghul. Balthamel muere a manos del Hombre Verde, pero el único que logra derrotar a Aginor es Rand, tras pujar ambos por dominar el Saidin incorrupto del Ojo del Mundo. El Renegado muere después de absorber demasiado Poder, y Rand acaba con un ingente ejército de Engendros de la Sombra, antes de enfrentarse a Ba'alzamon en persona y vencerle. Rand cree haber acabado para siempre con el Oscuro, y el clima recobra la normalidad. Por su parte, Moraine ya está convencida de haber dado con el Dragón Renacido.
La Gran Cacería[]
La Sede Amyrlin en persona, Siuan Sanche, llega a toda prisa a Fal Dara y se entrevista con Rand, asegurándole que es el Dragón Renacido. Él se niega a creerlo y sigue mostrándose temeroso de poder encauzar el Saidin, pues sabe que esto le dirige inevitablemente a la locura y a la muerte. Cuando Padan Fain es liberado y huye con el Cuerno de Valere y la daga de Shadar Logoth, Rand, Mat, Perrin y Loial acompañan a Ingtar Shinowa y los shienarianos en una carrera a contrarreloj en la que la vida de Mat está en juego. Ba'alzamon aún sigue con vida y vuelve a aparecer en los sueños de Rand, dejándole la primera marca de garza en la palma de su mano.
A lo largo de la persecución, Rand se separa del resto del grupo junto a Loial y el husmeador Hurin al ser transportados a otro mundo a través de un Portal de Piedra. Allí conocen a la bellísima y enigmática Lady Selene, quien trata de implantar en Rand el ansia de gloria y fama imperecederas. De vuelta a su mundo, Rand logra recuperar el Cuerno y la daga, marchando después a toda prisa a Cairhien. Confundido con un lord andoreño, Rand se ve sumergido en las intrigas del peligroso Daes Dae'mar y se reencuentra con Thom Merrilin. Justo antes de reunirse con Ingtar, Fain vuelve a hacerse con el Cuerno y la daga y huye a la otra punta del mundo, a Falme, por medio de los Atajos.
Rand y los demás siguen a Fain empleando un Portal de Piedra, pero al hacerlo viajan en el tiempo y llegan tres meses después de lo previsto, encontrándose con una ciudad conquistada por los seanchan, procedentes de las tierras situadas al otro lado del Océano Aricio. A costa del sacrificio de Ingtar y de un intenso combate de Rand con el maestro espadachín Turak Aladon, el grupo logra recuperar el Cuerno de Valere y la daga de Shadar Logoth, pero acaban viéndose envueltos en la Batalla de Falme entre los seanchan y los Hijos de la Luz. Mat hace sonar el Cuerno y convoca a los Héroes para expulsar a los seanchan, mientras que Rand lucha por segunda vez con Ba'alzamon. Allí Rand recibe su primera herida grave en el costado y la segunda marca de la garza en su mano, y a punto está de morir, pero logra derrotar a su enemigo. Cuando recobra el conocimiento, descubre que el devenir de la batalla ha sido observado en todo el mundo, y no tiene más remedio que aceptar ser proclamado el Dragón Renacido.
El Dragón Renacido[]
Aquel invierno, Rand se refugia en las Montañas de la Niebla con Moraine, Lan, Perrin, Loial, Min Farshaw y los shienarianos, esperando a que cambie la estación para tomar alguna decisión en firme. Rand se obsesiona con su papel como el Dragón Renacido, y para demostrar al mundo entero y a sí mismo que es quien es, decide cumplir parte de las Profecías del Dragón conquistando la Ciudadela de Tear. Al saber que Ba'alzamon aún sigue vivo y ha reemprendido su búsqueda, Rand abandona a sus amigos y marcha solo hacia Tear, siendo perseguido en el viaje por todo tipo de Engendros de la Sombra enviados por los Renegados. Sus sueños están invadidos por Callandor, la Espada Que No Es Espada, que reside en el Corazón de la Ciudadela.
Rand consigue infiltrarse en la Ciudadela de Tear aprovechando el desorden causado por la invasión de un grupo de Aiel que busca a El Que Viene con el Alba y llega hasta Callandor, confirmando a ojos de todos su identidad como el Dragón Renacido. Allí el joven combate con un Renegado, Be'lal, que había tendido una trampa para hacerse con Callandor, pero es asesinado por Moraine. Inmediatamente después llega Ba'alzamon en persona y vuelve a luchar con Rand, quien le vence una tercera vez y por fin logra matarlo. Rand cree haber matado al Oscuro, pero al haber dejado un cadáver humano detrás, todas las señales apuntan a que durante todo ese tiempo su perseguidor era el más poderoso de los Renegados, Ishamael, que en su locura se había llegado a identificar con el propio Oscuro.
El ascenso de la Sombra[]
Asentado en la Ciudadela de Tear y con un millar de Aiel siguiendo sus comandos, Rand afianza su dominio sobre Tear. Allí Egwene le dice que sólo le quiere como si fuese su hermano y Rand se siente aliviado, pues a él le ocurre lo mismo. Esto le deja el camino libre a Elayne, quien muestra sus verdaderos sentimientos a Rand, que son correspondidos. Otra mujer mucho más temible y peligrosa también se muestra ante Rand: Selene reaparece y revela ser Lanfear, la Renegada más poderosa ahora que Ishamael ha muerto. Su propósito es que Rand le jure amor eterno y se alíe con ella: los dos juntos pueden llegar a gobernar el mundo entero, incluso suplantar al mismísimo Oscuro. Rand se niega a escuchar a Lanfear, pero es incapaz de atacarla y se ocupa de combatir con un batallón de Engendros de la Sombra que han entrado en la Ciudadela de Tear siguiendo las órdenes de Sammael.
Sabiéndose acosado por los Renegados, Rand decide adelantarse a sus movimientos y entra en el portal rojo que se encuentra en la Ciudadela para obtener tres respuestas relativas a su futuro de parte los alfinios. Seguidamente, toma la decisión de ir a la ciudad sagrada de Rhuidean, en el Yermo de Aiel, trasladándose a través de un Portal de Piedra junto a Mat, Egwene, Moraine, Lan y los Aiel. El siguiente objetivo de Rand es ser reconocido por los Aiel como el Car'a'carn, el jefe de jefes, y para ello ha de entrar en Rhuidean. El camino a Rhuidean está vedado para quien no sea Aiel, mas las Sabias revelan parte del secreto del nacimiento de Rand y éste entra en la ciudad junto a Mat, y más tarde seguido de Moraine y de Aviendha. En su interior descubre los auténticos orígenes del pueblo Aiel y regresa investido con las marcas de dragones en sus dos brazos, que certifican que es el Car'a'carn.
En el momento en que Rand muestra sus brazos a los Aiel, Couladin de los Shaido le disputa el título de Car'a'carn al enseñar idénticas señales en sus brazos. Para atajar disputas, Rand cuenta a todos los asistentes lo que contempló en Rhuidean, causando un devastador efecto entre los Aiel y dando inicio al marasmo. Los Aiel que resisten este mal se mantienen al lado de Rand, mientras que los Shaido se declaran fieles de Couladin y marchan a las tierras húmedas con la intención de saquearlas. Rand comprende que tras todo ello se encuentra la mano de uno o más Renegados, y Viaja a toda prisa a Rhuidean, donde lucha con Asmodean, derrotándole con ayuda de un angreal y cortando su vínculo con el Oscuro. Rand encuentra en Rhuidean las llaves de acceso a los Choedan Kal, que guarda con el mayor de los secretos. Lanfear se muestra de nuevo y escuda a Asmodean, forzando al Renegado a enseñar el manejo del Saidin a Rand, como parte de su plan. Asmodean no tiene más remedio que someterse y Rand acepta el regalo de Lanfear, sabiendo que es la única forma de que haya alguna posibilidad de alzarse con la victoria en el Tarmon Gai'don.
Cielo en llamas[]
Persiguiendo a los Shaido, Rand dirige un nutrido ejército de Aiel de vuelta a las Tierras Occidentales. En el camino, se descubre enamorado de Aviendha, con la que llega a mantener relaciones, y sus sentimientos se vuelven más confusos al no poder olvidar a Elayne ni a su amiga Min. A lo largo del camino, Aviendha instruye a Rand en las costumbres Aiel y el complejo ji'e'toh, a la vez que Asmodean le enseña a manejar el Saidin y Moraine le explica todos los detalles del Daes Dae'mar y las intrigas palaciegas. Su entrenamiento es mejorado más si cabe con las continuas lecciones de lucha cuerpo a cuerpo y con armas, impartidas ahora no sólo por Lan, sino también por algunos jefes de clan Aiel. Las voces que Rand oye en su interior comienzan a hacerse más fuertes, y queda claro que proceden de Lews Therin Telamon, el Dragón.
Las fuerzas del Car'a'carn llegan a Cairhien y a las puertas de la capital libran la Segunda Batalla de Cairhien, en la que Couladin muere y los Shaido supervivientes pasan a estar gobernados por Sevanna. Rand asume el mando de Cairhien, pero antes de que pueda ocuparse de los Shaido o de los rebeldes tearianos y cairhieninos, llegan los rumores de la muerte de la reina Morgase de Andor, la madre de Elayne, a manos de Rahvin. Rand se prepara para vengar a Morgase, pero a instancias de Moraine antes decide visitar los puertos de Cairhien. Allí es atacado por una Lanfear fuera de sí, que ha descubierto su romance con Aviendha. Ante la incapacidad de Rand de atacar a la Renegada, es Moraine la que se ocupa de ella, precipitándose las dos en el portal rojo encontrado en Rhuidean.
El precio pagado por abatir a Lanfear ha sido demasiado alto, pues Moraine se había convertido en la única Aes Sedai en la que Rand confiaba, consejera y amiga después de tantos avatares. Sin permitirse tiempo para llorar a Moraine, Rand abre un acceso a Caemlyn y lucha con Rahvin. El Dragón Renacido consigue acabar con el Renegado después de entrar ambos físicamente en el Tel'aran'rhiod y recibir la ayuda de Nynaeve, quien logra distraer a Rahvin el tiempo suficiente como para que Rand dispare contra él un chorro de fuego compacto. Tras los combates, Rand recibe la visita del general saldaenino Davram Bashere, quien ha llegado a Andor persiguiendo al falso Dragón fugado Mazrim Taim y decide ser leal a su causa. Aquel mismo día, Asmodean es asesinado por un atacante desconocido.
El Señor del Caos[]
Después de haber establecido el control sobre Andor, a esperas de que llegue Elayne y suceda a su madre, Rand decreta una polémica amnistía en la que convoca a todos los varones capaces de encauzar el Poder Único y les ofrece seguridad a su lado. La llamada tiene más éxito de lo previsto, y uno de los primeros en personarse en Caemlyn es Mazrim Taim. Aunque desconfía de él, Rand le ordena que reclute y entrene una fuerza de hombres que encaucen y estén listos para combatir junto a él en la Última Batalla. Así nacen los Asha'man, liderados por Taim, que se congregan en las proximidades de Caemlyn en una granja que pasan a denominar la Torre Negra.
La desconfianza que siente Rand por las Aes Sedai se acrecienta después de que Alanna Mosvani lo vincule como su Guardián sin su consentimiento, y trata con frialdad a las dos embajadas, la de las Aes Sedai fieles a Elaida a'Roihan que se presenta en Cairhien y la de las rebeldes de Salidar, que llegan a Caemlyn. En esta embajada está también Min Farshaw, que a partir de entonces apenas se separa de Rand, aunque no le confiesa sus verdaderos sentimientos. Rand agradece su presencia, ahora que ha enviado a Mat a Salidar en busca de Elayne y que Egwene y Aviendha también han partido. En Andor también se encuentra Perrin, que ha regresado de Dos Ríos junto con Loial y su esposa, Faile Bashere.
Rand regresa a Cairhien cuando la embajada de Salidar le trata con evidente frialdad, siendo entonces secuestrado junto a Min por la embajada procedente de la Torre Blanca, siguiendo las órdenes de Elaida. Perrin sospecha que la desaparición de Rand no ha sido casual y dirige un ejército tras las Aes Sedai, alcanzándolas en el momento en que sorprenden a los Shaido atacándolas. El rescate de Rand es la razón principal por la que se da la terrible Batalla de los Pozos de Dumai, en la que los Asha'man intervienen por primera vez, masacrando a los Shaido y demostrando su tremendo poder destructor. Rand había conseguido liberarse por sus propios medios aprovechando la confusión y, cuando cesa la carnicería, exige un juramento de lealtad y sumisión a las Aes Sedai, tanto a las que han luchado de su parte como a las que le habían secuestrado.
La Corona de Espadas[]
El Dragón Renacido y el ejército que ha ayudado a rescatarlo regresa a Cairhien, después de que Rand haya encargado a Sorilea y las demás Sabias que custodien a las Aes Sedai. Colavaere Saighan ha aprovechado la ausencia de Rand para coronarse reina de Cairhien, mas éste a su regreso la depone y mantiene el Trono del Sol a la espera de Elayne. Mientras prepara el ataque contra Sammael, Rand envía a Perrin a Ghealdan e inicia una relación amorosa con Min, que sabe y acepta que deberá compartirlo con Elayne y Aviendha. La legendaria Aes Sedai Cadsuane Melaidhrin llega a Cairhien y provoca a Rand hasta enfurecerle, insinuando que ya se está volviendo loco. Curiosamente, tras esto Rand deja de escuchar a Lews Therin durante un tiempo y, unido a las visiones de Min, se queda más tranquilo al creer firmemente que no es un síntoma de locura.
Acompañado por Min, Rand Viaja de incógnito al campamento de los nobles rebeldes cairhieninos y tearianos, y allí conoce a sus cabecillas, Lord Toram Riatin, Lady Caraline Damodred y el Gran Señor Darlin Sisnera. En medio de un duelo supuestamente amistoso con Toram, el campamento es invadido por una niebla asesina y, en medio del caos que se desata, aparece de improviso Padan Fain y, con la daga de Shadar Logoth, hiere a Rand en el mismo lugar donde aún tiene la herida sufrida en Falme luchando con Ishamael. Rand hubiera muerto de no ser por la rápida intervención de Cadsuane, que ordena a Samitsu Tamagowa y Corele Hovian que le Curen, proceso que es completado por el Asha'man Damer Flinn. Tras dos días debatiéndose entre la vida y la muerte, Rand recobra el conocimiento. Ahora deberá convivir con sus dos heridas en el costado, que nunca cicatrizarán por completo y serán el recordatorio de dos terribles males.
Sin concederse un solo descanso, Rand se reúne ese mismo día con Davram Bashere y procede a invadir Illian, el bastión de Sammael. Por medio de accesos y con la ayuda de los Asha'man, la conquista de la capital es sencilla pues el Renegado no se encuentra allí. Cuando Sammael llega, reta a Rand a que le siga a la temible Shadar Logoth, donde ya ha dispuesto un contingente de Trollocs y Myrddraal. Un misterioso personaje que parece encauzar algo diferente al Poder Único ayuda a Rand y sucede algo muy extraño al producirse una especie de resonancia al converger dos haces de fuego compacto lanzados por ambos. Sammael es asesinado por el Mashadar que habita en Shadar Logoth, y un agotado Rand regresa a Illian, donde se ciñe la corona real, que pasa a ser conocida como la Corona de Espadas.
El Camino de Dagas[]
Rand congrega a la recién formada Legión del Dragón y a los ejércitos de Illian, Tear y Cairhien para hacer frente a los seanchan, que tras conquistar Ebou Dar se proponen llegar hasta Illian. Aunque trata de disimularlo, cada vez que contacta con el Saidin siente mareos y visión doble, preocupando a los subordinados que tiene a su alrededor. A un mismo tiempo, la voz de Lews Therin cobra un mayor peso en su cabeza y su carácter se vuelve más duro por momentos, renunciando a la risa y al llanto verdaderos. Tras haberlo meditado largo y tendido, el Dragón Renacido ha decidido emprender una empresa peligrosa y de resultado incierto, limpiar el Saidin de la pátina de corrupción del Oscuro, aunque antes de ello debe acabar con la amenaza seanchan. Durante las semanas siguientes, y a medida que por fin se manifiesta el invierno, las tropas de Rand hacen retroceder a los seanchan con ayuda de los Asha'man y llegan hasta Altara.
En la última y más importante confrontación con los seanchan Rand toma parte en los combates y emplea a Callandor, que ha sido traída por Jahar Narishma de la Ciudadela de Tear siguiendo sus órdenes. El poderoso sa'angreal se descontrola y, aunque diezma a sus enemigos, también provoca numerosas bajas entre sus fuerzas. Este hecho impulsa a que Rand finalmente decida seguir los consejos de sus generales y ordene el regreso a Illian, ahora que se han asegurado las fronteras. Él Viaja a Cairhien, donde se reencuentra con Min y solicita a Cadsuane que se convierta en su consejera sin necesidad de que la orgullosa Aes Sedai realice juramento alguno. Al poco de regresar al Palacio del Sol es atacado por sorpresa por Corlan Dashiva y otros Asha'man traidores, pero logra salir indemne. Cuando el peligro ha pasado, sin verter una sola lágrima pero destrozado por dentro Rand añade a su lista a nuevas Doncellas Lanceras que han muerto por su causa y envenena al joven Fedwin Morr, que ha caído víctima de la Corrupción del Saidin.
El Corazón del Invierno[]
Junto con su fiel Min, Rand Viaja a distintos puntos del mundo dejando pistas falsas a sus perseguidores. Su intención es confundir a los Renegados y llevar a los Asha'man traidores hasta Far Madding para matarlos allí. Antes de alcanzar su destino, Rand y Min van a Caemlyn para encontrarse con Nynaeve y Lan. Rand está decidido a embarcarse en la Limpieza del Saidin y necesitar la ayuda de Nynaeve, una de las pocas mujeres en las que confía y fuerte en el manejo del Saidar como pocas. Al enterarse por Min de la llegada de Rand, Elayne y Aviendha acuden a su lado y las tres declaran su amor por él y acceden a compartirlo, vinculándolo como su Guardián. Rand pasa la noche con Elayne y al día siguiente se marcha con Min, Nynaeve, Lan y Alivia, una antigua damane aún más fuerte que Nynaeve.
En Far Madding Rand mata a uno de los Asha'man traidores, pero los demás siguen sin dar señales de vida. Por el contrario, recibe la visita sorpresa de Cadsuane, que ha llegado a su ciudad natal y ha dado con él a través del vínculo con Alanna. Rand accede a que Cadsuane y las Aes Sedai que le juraron fidelidad le ayuden, envía a Alanna de regreso a Cairhien y le pide de nuevo a Cadsuane que sea su consejera. Después de varios días de inactividad el joven recibe una extraña nota en la que se revela la localización de los otros Asha'man renegados, en la calle de la Carpa Azul. Rand descubre que sus objetivos han sido asesinados por Padan Fain justo antes de que el antiguo buhonero se abalance sobre él con su letal daga maldita. Lan lucha y acaba con Toram Riatin, pero Fain consigue escapar y Rand y Lan son hechos prisioneros por las Consiliarias de Far Madding hasta que Cadsuane negocia su libertad.
Ahora que ha cumplido su venganza y de que no debe preocuparse de nuevos enemigos, Rand se siente seguro como para Viajar a Shadar Logoth y, junto con Nynaeve, proceder a la Limpieza del Saidin. A través de los inmensos flujos de Saidar encauzados por Nynaeve, Rand pretende que todo el Saidin de la Fuente Verdadera llegue a Shadar Logoth y que la corrupción reaccione con el mal de la ciudad, anulándose mutuamente. La tarea se prolonga durante todo el día y deja a Rand y Nynaeve totalmente extenuados, pero el Saidin es depurado, algo que jamás se pensó que podría ser posible. Los dos héroes han alcanzado esta gesta ayudados por Cadsuane y sus aliados, quienes los han protegido durante horas enfrentándose a los Renegados en la Batalla de Shadar Logoth. Ha habido pérdidas humanas y el Choedan Kal femenino ha sido destruido, pero el Saidin ya está limpio. La locura no perseguirá a los varones y los Asha'man podrán combatir en la Última Batalla sin temor.
Encrucijada en el crepúsculo[]
Rand y sus compañeros se recuperan en la casa de Algarin Pendaloan, miembro de la nobleza menor de Tear. El Dragón Renacido y Cadsuane discuten qué hacer con los seanchan cuando reciben la sorprendente noticia de que los Guardianes de las Aes Sedai que los acompañan han llegado hasta allí junto con Loial, Logain, Davram Bashere y un nutrido grupo de Aes Sedai que parecen estar vinculadas a los Asha'man. Rand escucha las noticias que le traen y comprende que debe aliarse con los seanchan para asegurar no dejar ningún flanco descubierto al enfrentarse con los Renegados. Sin admitir réplica envía a Loial, Logain y Bashere a reunirse con la Augusta Señora Suroth y, unos días después, los tres regresan con buenas noticias al menos en apariencia. Los seanchan han aceptado iniciar conversaciones e invitan al Dragón Renacido a hablar con la Hija de las Nueve Lunas.
Cuchillo de sueños[]
Desde su refugio Rand imparte nuevas órdenes para asegurar las fronteras frente a los seanchan y evitar que la población muera de hambruna en un mundo que no deja de dar señales de la proximidad del Tarmon Gai'don. Los Aiel son enviados a restablecer la situación en Arad Doman, se refuerzan Illian y Tear y se exige que los Atha'an Miere proporcionen suministros básicos a todos los puertos principales. El pensamiento de Rand vuelve una y otra vez a la necesidad de aliarse con los seanchan y rechaza más preocupaciones como la escisión que está viviendo la Torre Negra y los actos cuanto menos sospechosos de traición que realiza Mazrim Taim. Mas el periodo de descanso y preparación toca a su fin: el paradero de Rand ha sido descubierto por la Sombra y un ejército de unos cien mil Trollocs llega a través de los Atajos. La Batalla de la casa solariega de Lord Algarin se convierte en una masacre sin parangón cuando Lews Therin asume el control sobre Rand y logra asir la Fuente Verdadera y realizar tejidos ofensivos que siembran la muerte entre sus enemigos. Logain y los Asha'man observan las Flores de Fuego, Puertas de la Muerte y Flechas de Fuego, las imitan y hacen una carnicería con los Engendros de la Sombra, que son totalmente aniquilados.
Rand y sus acompañantes dejan al recién casado Loial en el stedding Shangtai y seguidamente Viajan hasta la Ciudadela de Tear, donde se encuentran con Lord Darlin, elegido como el Administrador del Dragón Renacido para Tear después de que renunciara a la rebelión. Las negociaciones de Alanna y otras Aes Sedai fieles a Rand con los otros Grandes Señores han llegado a un acuerdo inesperado y muy ventajoso para la causa del Dragón Renacido: los nobles aceptan deponer las armas a cambio de recuperar sus propiedades y nombrar como primer rey de Tear a Darlin Sisnera. Rand acepta las condiciones, pero inmediatamente después ordena al flamante nuevo monarca que se prepare para trasladarse a Arad Doman. Durante su breve regreso a Tear Rand percibe que cada vez es más fuerte el nexo que le une a la mente del misterioso personaje que le ayudó en Shadar Logoth durante su enfrentamiento con Sammael (que no es otro que Moridin), hasta el punto de tener visiones suyas y de percibir su estado de ánimo de vez en cuando.
Después de asegurar el control de Tear, Rand y su grupo Viaja hasta el norte de Altara, hacia el lugar donde se ha acordado el encuentro con la Hija de las Nueve Lunas. El Dragón Renacido se dirige hacia allí acompañado por Nynaeve, Min, Cadsuane, Logain, Narishma y Donalo Sandomere y son recibidos por la heredera al Trono de Cristal flanqueada de sul'dam y damane en el número acordado con anterioridad. No obstante, una tremenda sorpresa aguarda a Rand, ya que cuando la supuesta Hija de las Nueve Lunas se aproxima a él la acción de los ter'angreal de Cadsuane y de Nynaeve desbaratan la ilusión bajo la que se escondía la mismísima Semirhage, una de los Renegados más temibles. Intentando proteger a Min, Rand es herido por una bola de fuego lanzada por la Renegada y pierde su mano izquierda. La rápida intervención de Cadsuane y los demás es lo único que impide que todos acaben prisioneros de la torturadora más sádica jamás nacida, y la propia Semirhage es capturada. Nynaeve no puede Curar la herida de Rand, si bien éste lo acepta y se sume aún más en la dureza y la frialdad que lo embargan desde hace tanto tiempo. La Renegada no se muestra en absoluto preocupada por su derrota, sino que sigue intentando perjudicar a Rand al asegurar a todos los presentes que el joven está loco y que el mejor síntoma de ello son las voces que oye en su interior, sin duda las del auténtico Lews Therin Telamon.
La tormenta[]
Todas las señales apuntan a que la Última Batalla es inminente, por lo que la prioridad de Rand es llegar a un acuerdo con los seanchan y tener las espaldas cubiertas cuando dirija a sus ejércitos a Shayol Ghul. Se ha trasladado a Arad Doman y ha contactado con el exitoso general domani Rodel Ituralde, quien accede a ir a vigilar la frontera de la Llaga mientras Rand se ocupa de preservar la integridad de su reino. Para el gusto del Dragón Renacido, los Aiel y los saldaeninos de Bashere no están siendo lo suficientemente rápidos devolviendo la calma y la estabilidad a Arad Doman, por lo que él en persona se instala en Bandar Eban y ordena que sean reunidos el mayor número posible de integrantes del Consejo de Mercaderes para que elijan un nuevo rey, ya que Alsalam continúa en paradero desconocido. Paralelamente a todo esto, Rand sigue decidido a volverse más duro que el acero, y cada día que pasa se aleja de sus seres queridos y las personas que se preocupan por él.
Aunque ha impedido el acceso a sus sueños hace ya mucho tiempo, Rand se encuentra en una ocasión estando dormido con Moridin, el hombre que le ayudó en Shadar Logoth, y a quien por fin reconoce como la reencarnación de su más enconado enemigo, Ishamael. Éste mantiene que ha sido Rand quien se ha introducido en sus sueños y no a la inversa, y ambos hablan sobre el continuo girar de la Rueda del Tiempo, que se detendrá con la victoria del Oscuro, y la infinidad de veces que ambos han luchado a lo largo de las Eras. Cuando se despierta, Min le dice que los libros que está consultando sugieren que Rand ha de romper los sellos que aún quedan intactos, y éste coincide con ella. En los últimos días Rand es prácticamente inaccesible a todos salvo Min, y cuando ella trata de hacérselo ver y está tratando de convencerle, desgraciadamente Semirhage recupera la libertad y, con la ayuda de la traidora Elza Penfell, coloca al Dragón Renacido el Dogal de Dominio y le fuerza a estrangular a su amante. Esta horrible situación acaba de una forma inesperada, pues en su desesperación Rand accede a una fuente de poder totalmente diferente a la Fuente Verdadera y mata con fuego compacto a la Señora del Dolor y Elza. Desde entonces, Rand se sume en un pozo de ira contenida, frialdad absoluta y dureza como el cuendillar, y ya ni siquiera Min puede hacer nada por remediar la situación.
Rand ha dejado tras de sí sus emociones y sentimientos y se comporta implacablemente con todo el mundo. Culpa a Cadsuane de que Semirhage se hiciera con el Dogal de Dominio y la exilia de su presencia bajo pena de muerte. Además, tras acceder al Poder Verdadero, que emana directamente del Oscuro, su efecto ta'veren es ahora totalmente negativo y perjudicial, sin equilibrio alguno, y parece despedir un aura de oscuridad allá adonde va. La auténtica Hija de las Nueve Lunas, Tuon, percibe esta oscuridad en Rand cuando se produce el ansiado encuentro con los seanchan, y se fuerza a sí misma a no responder al tirón ta'veren y rechaza cualquier acercamiento con el Dragón Renacido, sufriendo éste un importante golpe en su amor propio y sus planes con este fracaso diplomático. Esto no impide que Nynaeve haga todo lo posible por ayudar a su amigo, y gracias a sus pesquisas confirma las sospechas de Lews Therin de que otra Renegada, Graendal, es la responsable del caos en Arad Doman. Antes de dejar el reino y centrarse en el Tarmon Gai'don, Rand Viaja a Refugio de Natrin con Min, Nynaeve y Ramshalan, al que usa como emisario para comprobar que su enemiga se esconde en aquella fortaleza. Al volver el adulador noble domani con tejidos de Compulsión, Rand usa el poder del Choedan Kal para destruir el lugar con fuego compacto, acabando con las existencias de todas las personas del palacio, incluyendo a quien realizó los tejidos de Compulsión sobre Ramshalan.
Dando a Graendal por muerta, Rand regresa a la Ciudadela de Tear con un recuerdo amargo de su actuación en Arad Doman y empieza a hacer planes para la Última Batalla. Los reyes de las Tierras Fronterizas exigen reunirse con él en Far Madding, lo que le enfurece por los infaustos recuerdos que le trae esa ciudad y su temor de volver a ser encerrado. Lo ocurrido en Refugio de Natrin ha aterrorizado tanto a Min y Nynaeve que ambas colaboran con Cadsuane para hacer todo lo posible para que Rand recupere su humanidad, y así llevan hasta su presencia a Tam al'Thor. El reencuentro entre padre e hijo acaba siendo desastroso, pues al mencionar Tam a Cadsuane, Rand está a punto de matarlo con fuego compacto, hasta que ve lo que ha estado a punto de hacer y abre un acceso a Ebou Dar. Viendo la tranquilidad, la seguridad y hasta la felicidad que se vive en el terreno conquistado por los seanchan, Rand no se siente con fuerzas de destruir a sus enemigos y Viaja a la inalcanzable cima del Monte del Dragón. Allí, en la cima del mundo, Rand medita durante horas sobre lo que ha hecho y lo que aún debe hacer, y finalmente accede a la paz espiritual al comprender, a través de la voz de Lews Therin, que el ciclo de nacimiento y muerte de la Rueda del Tiempo existe para que existan las segundas oportunidades y se vuelva a amar. Con su Epifanía, Rand sabe que no volverá a escuchar la voz del Dragón en su mente, destruye el Choedan Kal masculino y, por fin, abre los ojos al mundo y se ríe por primera vez en mucho tiempo con toda su alma.
Torres de Medianoche[]
La transformación que se ha operado en el interior de Rand se extiende a sus proximidades y se traduce en una poderosa influencia diametralmente opuesta a la oscuridad que se desprendía de él después de la muerte de Semirhage. Su sola presencia hace reverdecer la tierra, florecer las plantas mustias y que el cielo se despeje y vuelva a brillar el sol, obrando todo tipo de prodigios a su paso. Imbuido de calma y seguridad en sí mismo, Rand desciende del Monte del Dragón y acude solo a la Torre Blanca, donde anuncia a Egwene y a la Antecámara de la Torre su plan de romper los sellos de la prisión del Oscuro antes de ir a Shayol Ghul. Egwene está en contra de tocar los sellos, por lo que advierte a Rand que, cuando convoque a todos los gobernantes en Campo de Merrilor, ella se opondrá a sus planes y tratará de convencer a otros líderes de que hagan lo mismo. El Dragón Renacido le resta importancia a este hecho y se marcha de Tar Valon, regresando a la Ciudadela de Tear y afrontando un recibimiento masivo. Rand se disculpa ante Rhuarc y los Aiel por haberse vuelto a marchar sin llevar escolta, muestra su arrepintimiento por su anterior actitud y anuncia que, ahora que ha comprendido lo que se espera de él y que ha asumido su vida y sus anteriores existencias, abandonará la senda de volverse más duro y más frío.
Rand tiene una especial urgencia por llegar hasta Tam y, cuando lo tiene ante sí, no puede evitar abrazarle y romper a llorar. Aun así, el Dragón Renacido aún tiene muchos cabos que atar, por lo que hace llamar a Cadsuane y la readmite a su presencia, asignándole una nueva tarea: encontrar al rey Alsalam de Arad Doman, quien seguramente esté vagando por algún lugar de los Pastos de Caralain. Min y las Aes Sedai están muy preocupadas por la inexplicable desaparición de Alanna, pero Rand está tranquilo y les responde que siente por el vínculo que la hermana Verde se encuentra en las Tierras Fronterizas, por ahora sana y salva. Sin darle un mayor importancia a este hecho, Rand Viaja con Min de nuevo a Bandar Eban y en apenas unas horas, gracias en gran medida a su sorprendente influjo totalmente positivo de ta'veren, logra reorganizar la ciudad, establecer una milicia local y repartir los alimentos que no se han estropeado. Mas el Dragón Renacido sigue estando en deuda con Rodel Ituralde, por lo que posteriormente acude a su rescate en Maradon y allí aniquila él solo a los cientos de miles de Trollocs que estaban destruyendo la ciudad. Rand queda exhausto, pero con su providencial actuación la capital de Saldaea sobrevive y se controla uno de los frentes por los que está atacando la Sombra en los preliminares de la Última Batalla.
El plazo que han acordado Rand y Egwene antes de volver a verse en Campo de Merrilor está a punto de terminar, pero al Dragón Renacido aún ha de encararse con los esquivos reyes de las Tierras Fronterizas, que siguen esperándole en las proximidades de Far Madding. Ante la estupefacta mirada de Min, Cadsuane, Merise y Narishma, los cuatro reyes golpean a Rand y le preguntan acerca de Tellindal Tirraso, un personaje de la Era de Leyenda, a fin de asegurarse que es el Dragón Renacido, de acuerdo con una profecía que sólo conocía el rey de Arafel. Después de esta escena, Rand obliga a los reyes fronterizos a jurarle fidelidad si desean luchar en el Tarmon Gai'don, y seguidamente realiza los preparativos necesarios para trasladarse con ellos y su enorme ejército a Campo de Merrilor. La noche antes del encuentro con Egwene y los otros dirigentes, Rand duerme tranquilamente con Min pero experimenta un perturbador sueño que parece indicar que sus salvaguardas han sido burladas: una hermosa mujer a la que reconoce como la reencarnación de Lanfear le suplica ayuda para que la libere de las insufribles torturas a las que se ve sometida.
Personalidad[]
Como uno de los personajes centrales de la saga, Rand ha mostrado una notable evolución a lo largo de los libros, como es de esperar en un joven granjero que, contra sus deseos, se ve obligado a convertirse en el salvador del mundo a sabiendas de que al final del camino le esperan la locura y la muerte. Al inicio de El Ojo del Mundo, Rand es un chico sin más preocupaciones que las propias de ganarse su propio sustento cuidando la granja y los rebaños de su padre, pero que siempre encuentra algún momento para reunirse con sus amigos, hacer alguna travesura e intercambiar tímidas miradas con Egwene. Una vez que comienza la huida, pese a estar embargado de miedo Rand demuestra tener instinto de supervivencia, coraje y preocuparse más por la seguridad de sus amigos que por la suya propia.
En un principio, Rand se niega a asumir su papel como el Dragón Renacido, pues sabe lo que esto implicaría para sí mismo. Necesita varios meses para comprender no sólo que es un varón capaz de encauzar el Poder, sino que su nacimiento ha sido profetizado y se requiere que dirija a las fuerzas de la Luz en la Última Batalla. No sólo debe acostumbrarse a cargar con una responsabilidad tan grande, sino que además debe convivir con la idea de que, sea cual sea el resultado para el mundo, a él le espera la muerte. Esto hace que el carácter de Rand se vaya haciendo cada vez más duro e implacable. Pese a estar rodeado de personas, siente que la mayoría de ellos le temen o le desprecian, y que hasta sus pocos seres queridos sienten algo similar o no llegan a comprenderlo, lo que acentúa la profunda soledad que siente.
Las duras experiencias que ha vivido han hecho que sienta cada muerte que ocurre a su alrededor como si la hubiese causado él mismo. Este sentimiento es aún más patente con las mujeres, hasta el punto que Rand llega a hacer una lista mental en la que repasa todas las mujeres que ha conocido y han muerto por él, incluyendo incluso a personas que atentaron con su vida o juraron protegerle a cualquier precio. Rand llega a despreciarse profundamente a sí mismo por sentir que manipula y utiliza a todas las personas que hay en torno suyo para sus propios propósitos, de la misma forma que han hecho siempre las Aes Sedai de las que tanto ha desconfiado. En los libros centrales son frecuentes en él los estallidos de ira, profundas depresiones y risotadas sin venir a cuento, que hacen pensar que ya es víctima de la locura. Si bien es cierto que muchas veces la voz que oye en su interior está relacionada con estos episodios, lo cierto es que tras su Epifanía Rand se muestra más sosegado, por fin reconciliado consigo mismo y acepta por completo su destino.
¿Locura?[]
A consecuencia de la Corrupción del Saidin, los varones que encauzan acabarán volviéndose locos. En el caso de Rand, la locura parece manifestarse en forma de la voz de Lews Therin Telamon, el Dragón, resonando en su cabeza, generalmente mostrando ira, miedo o pena por los errores cometidos en el pasado. En un principio parecía que los recuerdos de la vida anterior de Rand iban emergiendo poco a poco en su ser, pero este proceso se incrementó hasta tal punto que ha habido momentos en los que Rand no sabe quién es o llega a responder que es Lews Therin. Desde el punto de vista de Rand, la voz de Lews Therin habla en su interior, e incluso le ayuda en algunos momentos como cuando es secuestrado por las Aes Sedai fieles a Elaida, pero para el resto de personas es evidente que la locura ha comenzado a adueñarse de él.
La primera vez que la personalidad de Lews Therin trata de adueñarse del cuerpo de Rand y encauzar el Poder a través de él ocurre durante el enfrentamiento con Lanfear en Cairhien, pero a partir de entonces pasa a ser bastante frecuente siempre que Rand se encuentra cerca de algún Renegado o un Asha'man. Lews Therin consigue hacerse con el control del cuerpo de Rand durante un ataque de Trollocs en Tear, mostrando tejidos que ninguna otra persona había contemplado antes. Este hecho podría ser una prueba más de que la presencia de Lews Therin en la cabeza de Rand es real y no fruto de la locura, una idea que parece ser la más acertada de acuerdo con los eventos más recientes. Tras su epifanía en el Monte del Dragón, Rand ha dejado de escuchar para siempre a Lews Therin, y aunque mantiene los recuerdos de su anterior vida, están integrados en su propia personalidad.
Relaciones[]
- Artículo principal: Rand al'Thor/Relaciones
Todos los personajes principales han llegado a entablar algún tipo de relación con Rand al'Thor, desde los vínculos de amistad que lo unen con Mat Cauthon y Perrin Aybara hasta el odio irracional que sienten por él Padan Fain o algunos de los Renegados. En la actualidad, Rand está vinculado a sus tres amantes, Elayne Trakand, Min Farshaw y Aviendha. También es el Guardián de Alanna Mosvani, aunque ésta lo vinculó en contra de sus deseos. Tras la muerte de Moraine, Rand apenas se ha dejado aconsejar por nadie, con la excepción de la Aes Sedai Cadsuane Melaidhrin y de la Sabia Sorilea, que han prometido enseñarle de nuevo "la risa y el llanto". También es particularmente remarcable su relación con Egwene al'Vere, quien pasa de ser la muchacha con la que todos pensaban que llegaría a casarse en Campo de Emond a asumir el papel de ser su contrapunto como Sede Amyrlin en los momentos previos a la Última Batalla.
Poderes y habilidades[]
Conocimientos de música y malabarismos: Tras la desaparición de Thom en Puente Blanco, Rand no tuvo más remedio que poner en práctica las nociones de música y de malabarismos que aprendió de él para ganarse el sustento en su camino a Caemlyn. Aunque apenas ha tenido tiempo para volver a tocar la flauta, Rand parece relajarse cuando interpreta alguna melodía.
Dominio de diversas armas: Tam al'Thor es considerado el mejor arquero de Dos Ríos, y ha enseñado a manejar el arco con eficacia muy similar a su hijo Rand. A la pericia con el arco y las flechas, ha de añadirse la completa instrucción que Rand ha recibido de los Aiel en el manejo de otras muchas armas, incluyendo diversos tipos de lanzas.
Maestro espadachín: Gracias a los meses pasados en compañía de Lan Mandragoran, Rand se ha llegado a convertir en uno de los mejores espadachines de su época, capaz de batirse con otros que se ganaron la marca de la garza años atrás, e incluso con expertos provenientes de la Era de Leyenda como son los Renegados. Que se sepa, entre los personajes principales sólo Lan le supera en el manejo de la espada. Los múltiples movimientos que realiza Rand armado se asemejan a un baile letal, perfectos en su ejecución.
Dominio del combate cuerpo a cuerpo: De Lan y los Aiel Rand no sólo ha aprendido a defenderse con las armas, sino también con su propio cuerpo, a base de una amplia gama de artes marciales. Gracias a sus exhaustivos entrenamientos, Rand disfruta de unas condiciones físicas difíciles de igualar, que le convierten en uno de los adversarios más completos y temibles, aun sin necesidad de que encauce.
Recuerdos de la Era de Leyenda: Al tratarse de la reencarnación de Lews Therin Telamon, de vez en cuando han emergido a la memoria de Rand recuerdos ajenos, procedentes de la Era de Leyenda, en general relacionados con los Renegados, la Guerra del Poder y la amada esposa del Dragón, Ilyena. Tras su Epifanía en el Monte del Dragón, estos recuerdos se han fusionado con los propios de Rand, quien ahora tiene un control absoluto sobre ellos.
Efecto ta'veren: Sin lugar a dudas, Rand es el ta'veren más fuerte de la actualidad, y probablemente de toda la historia. Los efectos que provoca a su alrededor son totalmente imprevisibles y afectan a una amplia extensión de terreno. Por lo general, consisten en provocar que ocurran cosas, buenas o malas, que sólo sucederían suponiendo un escaso margen de probabilidad, como enemigos irreconciliables casándose, personas sobreviviendo a caídas de varios metros o muerte instantánea tras un ligero traspiés. El tirón de ta'veren de Rand es tan fuerte que llama aun a leguas de distancia a los demás ta'veren, y hace que todos los que se encuentren cerca suyo puedan hacer o decir cosas que no harían en condiciones normales.
Poder Único[]
Rand es la persona más fuerte capaz de encauzar el Poder en su época, en su condición de Dragón Renacido. Su nivel es tal que, sin haber recibido apenas entrenamiento, ha podido escudar sin esfuerzos a Egwene al'Vere y a Elayne Trakand, dos de las Aes Sedai más poderosas, y a la vez realizar otros tejidos complejos sin siquiera mostrar signos de fatiga. La fuerza de Rand en el Poder supera incluso a la de los Renegados, con la excepción de Ishamael/Moridin, que es igual de fuerte que él, y del que se ha dicho que es tan fuerte en el Poder como puede ser un varón.
Independientemente de si ha contado con la ayuda de sus recuerdos de Lews Therin o no, lo cierto es que Rand es una de las personas que mayores proezas ha realizado con el Poder Único. No sólo ha utilizado un gran número de tejidos cuya existencia ni siquiera se recordaba, sino que además ha redescubierto los Talentos perdidos del Viaje y el Rasar. Es probable que tenga cierta habilidad en la Curación, aunque donde más admiración ha despertado ha sido, claramente, en el campo de batalla. Puede entrar en cuerpo físico en el Tel'aran'rhiod sin esfuerzo aparente y moverse en él con gran soltura. Así mismo, que se sepa ha sido el primer varón de la Tercera Era en tejer fuego compacto, un arma que no ha dudado en utilizar un gran número de veces para acabar con sus más enconados enemigos.
Trivia[]
- Rand es el protagonista casi absoluto de los dos primeros libros, El Ojo del Mundo y La Gran Cacería. Sin embargo, a medida que la acción progresa, éste deja de verse tan envuelto en la estructura narrativa y es sustituido por personajes de su entorno, aunque siga manteniéndose como el elemento central de la saga. De hecho, en El Dragón Renacido apenas llega a aparecer pese a que los principales puntos de vista del libro (los de Perrin, Mat y Egwene) se ocupan de dirigir sus pasos en pos suyo. En los libros posteriores Rand mantiene siempre al menos un capítulo en el que desempeña la acción narrativa, pero deja patente la tendencia de relatar la historia desde el punto de vista del resto de personajes.
- Rand fue nombrado ganador del primer torneo realizado en el blog Suvudu, dedicado a las novelas de fantasía y ciencia-ficción, en 2010. Elegido por los usuarios del blog y centenares de votos, Rand resultó victorioso en su enfrentamiento con los populares héroes de otras sagas literarias Locke Lamora, Conan el Bárbaro, Roland Deschain, Drizzt Do'Urden y Jaime Lannister antes de derrotar en la finala Gregor Clegane, con un 76,41 % de los votos. En las ediciones siguientes del torneo, Perrin Aybara quedó en tercera posición en 2011 y Moraine Damodred se alzó con la victoria en 2012.
Similitudes con varios dioses[]
A lo largo de la historia se pueden descubrir algunos puntos en común entre Rand y dioses de origen indoeuropeo, tales como Tyr, Zeus o Júpiter.
- Rand está enamorado de tres mujeres a la vez, algo que en cierta forma se asemeja al amor que estos dioses tienen por varias mujeres mortales, convirtiéndose en los padres de un gran número de héroes.
- Tyr carece de una mano, arrancada por el monstruoso lobo Fenrir. Rand pierde su mano izquierda después de combatir contra Semirhage.
- Todos estas deidades eran dioses de la justicia y el orden mundial. Por su parte, Rand une la mayor parte del mundo bajo su estandarte, rompiendo muchísimas tradiciones y dando comienzo a otras nuevas.
Similitudes con Jesús de Nazaret[]
- Como Jesús, Rand es considerado el salvador del mundo, enviado por el Creador para ayudar a la humanidad frente a las fuerzas del mal.
- Una de las acepciones más comunes que recibe Jesús es el "Buen Pastor", la profesión que antes ejerció Rand. De hecho, Lan y Min a menudo se refieren a Rand llamándole "pastor" o "cuidador de ovejas".
- Se ha insinuado varias veces que, para salvar el mundo, Rand ha de morir.
- De acuerdo con las visiones de Min, el cadáver de Rand será velado por tres mujeres, las mismas que recogieron y lloraron a Jesús al bajarle de la cruz.
- Durante su crucifixión, Jesús sufrió las heridas de clavos en sus manos, una corona de espinas y un lanzazo en el costado. Rand tiene las palmas de ambas manos marcadas, una herida incurable en su costado y ha llevado la Corona de Espadas.
- Jesús nació de una virgen, mientras que Rand nació de una "doncella".
- Rand ha sido tentado por las fuerzas del mal con honor, poder y otros dones. Jesús fue tentado por el demonio mientras permanecía en el desierto.
Similitudes con el Rey Arturo[]
Dos personajes de La Rueda del Tiempo muestran un claro parecido con Arturo Pendragón: Rand al'Thor y Artur Hawkwing. Aunque el caso de Rand no es tan evidente a primera vista como el de Hawkwing, se pueden encontrar un gran número de puntos en común, como los que se muestran a continuación.
- Sólo el verdadero rey (Arturo) pudo retirar a Excalibur de la roca. Sólo el verdadero Dragón Renacido (Rand) pudo retirar a Callandor, la Espada que No Es Espada, de la "Roca" de Tear (en inglés, la Ciudadela de Tear se traduce como "the Stone of Tear"). El propio nombre de Callandor es una reminiscencia de Caliburn, el nombre antiguo de Excalibur.
- Como Arturo, Rand no es criado por sus padres biológicos.
- Arturo era hijo de la reina Igraine. La madre de Rand se llama Tigraine.
- El apellido de Arturo era Pendragón, y su estandarte era un dragón rojo, como el de Rand.
- En algunos relatos, Arturo es llevado a Avalon en un bote junto a tres mujeres, algo que coincide con una de las visiones de Min. El nombre de Avalon puede estar relacionado con Tar Valon.
- Los nombres de otros personajes del entorno de Rand parecen también estar inspirados en la leyenda artúrica: Egwene al'Vere (Guinevere, la reina Ginebra), Gawyn (sir Gawain), Morgase (Morgause), Thom Merrilin (Merlín) o Moridin (Mordeth).
Similitudes con Paul Atreides[]
- Tanto Rand como el protagonista de Dune son hombres que poseen poderes especiales que antes sólo ha sido detentados por mujeres.
- Los Aiel, la fuerza de combate más fiel a Rand, guardan un gran parecido con los Fremen de Dune.
- Tanto Rand como Paul son vistos como mesías por diferentes pueblos dentro de sus respectivas sagas. Paul es el Kwisatz Haderach para la mayoría del universo, pero el Mahdi para los Fremen. Rand es el Dragón Renacido para gran parte del mundo, mas los Aiel lo conocen como el Car'a'carn y los Atha'an Miere como el Coramoor.
- La relación de Rand con las Aes Sedai recuerda a Paul con las Bene Gesserit.