El Saidar es la mitad femenina de la Fuente Verdadera. Se le suele describir como un gran río de Poder Único, al que la mujer debe rendirse o abrazar, para poder llegar a comprenderlo y a dirigirlo, nunca a controlarlo. Las mujeres capaces de contactar con la Fuente Verdadera de forma consciente y completa pueden detectar de forma inmediata a otra mujer que esté abrazando el Saidar cerca suyo, al poder ver un halo blanco que rodea su cuerpo. Las mujeres, por lo general, muestran una mayor perceptibidad hacia el Saidar que los hombres hacia el Saidin, algo que queda demostrado al ser ellas capaces de detectar con mucha mayor facilidad no sólo si una mujer es capaz de encauzar (sea de forma consciente o como espontánea), sino también si tiene el potencial para hacerlo mediante aprendizaje, con tan sólo encauzar hacia su objetivo un pequeño tejido de Poder y esperar unos pocos segundos. En caso de mujeres que ya han encauzado en al menos una ocasión, como es el caso de las llamadas espontáneas, ni siquiera es necesario realizar esta prueba, e incluso se puede llegar a saber cuál es el potencial de esa mujer en el manejo del Poder Único y lo poderosa que puede ser en un futuro.
Prácticamente es imposible que una mujer pueda detectar a un hombre encauzando, aunque los residuos de flujos de Poder sí que pueden llegar a encontrarse, siempre que se empleen los tejidos adecuados. En los últimos tiempos se ha encontrado un método con el cual una mujer sí que puede descubrir a un hombre encauzando o tan sólo conectado al Saidin, pero este hecho apenas es conocido.
El Saidar suele ser descrito como una corriente plácida pero increíblemente poderosa, una fuerza tremenda que puede realizar lo que una mujer desee, siempre que ésta demuestra la paciencia, gentileza y concentración suficiente para poder guiarla. Mientras que en el Saidin se habla siempre de "dominar", en el Saidar el concepto es diametralmente opuesto, pues las mujeres que deseen encauzar sin restricciones deberán "rendirse" y "abrazar" la Fuente Verdadera.