Sarene Nemdahl | |||
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Información cronológica | |||
Primera aparición | NP 3 | ||
Última aparición | TDM 12 | ||
Información biográfica | |||
Nombre completo | Sarene Nemdahl | ||
Nacionalidad | Tarabon | ||
Nacimiento | ca. 955 NE | ||
Muerte | 1000 NE | ||
Información política | |||
Rango | Aes Sedai | ||
Ajah | Ajah Blanco | ||
Afiliación | Torre Blanca (I - IV) Aes Sedai fieles a Elaida (IV - XII) Dragón Renacido (VIII - XIV) Torre Blanca reunificada (XII - XIV) | ||
Descripción física | |||
Género | Mujer | ||
Complexión | Esbelta y sensual | ||
Pelo | Oscuro | ||
Vínculos | |||
Vitalien (Guardián) |
Sarene Nemdahl es una Aes Sedai del Ajah Blanco que se alinea con la facción fiel a Elaida durante el Cisma de la Torre Blanca. Ella es una de las hermanas enviadas a Cairhien como integrantes de una embajada cuya misión es llevar al Dragón Renacido a Tar Valon, sea como sea. Sarene tiene un Guardián llamado Vitalien.
Apariencia[]
Sarene es considerada una de las mujeres más hermosas de la Torre Blanca, si no la que más. Su rostro es perfecto, tanto que forzaría a cualquier hombre a mirarla más de una vez con arrobo y admiración. Tiene el pelo largo y oscuro, recogido en múltiples trencillas con cuentas blancas, dejando claro su origen tarabonés. Como todas sus compañeras de Ajah el color que predomina en su indumentaria es el blanco, con el que acentúa más si cabe sus bellos y delicados rasgos.
Historia[]
Apenas se sabe algo acerca de los orígenes de Sarene, más allá de que proviene de Tarabon y de que, pese a que su rostro sea intemporal, ha de contar con poco menos de cincuenta años de edad. Ella era una Aceptada a finales de la Guerra de Aiel, a la vez que Moraine Damodred y Siuan Sanche, entre otras, y por ello tomó parte activa en el censo de mujeres que habían dado a luz en las proximidades de Tar Valon, de acuerdo con lo decretado por la Sede Amyrlin Tamra Ospenya.
Sinopsis[]
El Señor del Caos[]
A fin de no despertar sospechas entre el Dragón Renacido y sus fieles, la embajada que Elaida a'Roihan envía a Cairhien llega de forma escalonada, y sin que se deje ver en ningún momento el número total de Aes Sedai que la componen. Oficialmente a cargo de Coiren Saeldain, el primer grupo está compuesto por las principales Aes Sedai de la misión diplomática: la propia Coiren, Galina Casban, Nesune Bihara, Katerine Alruddin, Erian Boroleos y Sarene Nemdahl. Las hermanas mantienen encuentros secretos con los principales nobles que se encuentran en la ciudad, dejándoles caer que Rand al'Thor las acompañará a Tar Valon y que cualquiera de ellos podría ser favorecido por ellas para ocupar el Trono del Sol. Alojada en el palacio de Lady Arilyn Dhulaine, Sarene conversa con Coiren, Galina y Erian acerca de los rumores de una Aes Sedai del Ajah Verde que se encuentra con Rand. Sarene no cree en ellos y opina que es Moraine, que fue amiga suya durante su época de aprendizaje en la Torre.
Las Aes Sedai fieles a Elaida esperan a que el resto de la embajada llegue, preparándose para el posible secuestro de Rand, la medida definitiva que habrán de tomar si éste se niega a ir a Tar Valon. Como el Dragón Renacido continúa dándoles largas, finalmente Galina se hace con el control de la misión y, apoyada por las demás Aes Sedai, captura a Rand y ordena el inmediato regreso a la Torre Blanca. Custodiadas por sus Guardianes y los Cachorros, las Aes Sedai emprenden el camino de vuelta a Tar Valon lo más rápido que pueden, pero son atacadas por los Shaido y ambos grupos son alcanzados en los Pozos de Dumai por Perrin Aybara y los demás aliados que han acudido en rescate de Rand, ocurriendo allí una terrible batalla en la que los Shaido sufren numerosas bajas y la mayor parte de las Aes Sedai, entre las que se encuentra Sarene, son capturadas y forzadas por Rand a someterse a él.
La Corona de Espadas[]
Los Asha'man mantienen prisioneras a Sarene y las otras Aes Sedai que no han podido escapar después de la Batalla de los Pozos de Dumai. Rand permite que las Sabias sean las que se ocupen de ellas y que las mantengan controladas según como deseen hasta que acepten seguirle y prestar un juramento de lealtad. Las Aiel, satisfechas con el arreglo, determinan que las Aes Sedai que conformaron la embajada de Elaida son da'tsang y como castigo las obligan a vestir con calurosas vestiduras negras y les asignan tareas tan duras y trabajosas como inútiles.
El Camino de Dagas[]
Al cabo de varias semanas como da'tsang, Sorilea anuncia a Rand que cinco de las Aes Sedai cuyo cuidado ha sido encargado a las Sabias se han ofrecido a jurarle fidelidad y están dispuestas a recibir los mismos azotes que él mismo sufrió cuando ellas le secuestraron. Estas mujeres son Beldeine Nyram, Elza Penfell, Erian Boroleos, Nesune Bihara y Sarene Nemdahl, aunque cada una de ellas tiene su propia razón para haber tomado esta decisión. Al ser preguntada, Sarene explica que seguir a Rand era la opción más razonable, haciendo gala del temperamento tan propio de las integrantes del Ajah Blanco. El Dragón Renacido acepta a las cinco Aes Sedai, en gran medida gracias a la visión que tiene Min Farshaw en la que le anuncia que todas ellas le servirán, cada a su manera. Lo que ninguno de ellos sospecha es que, tras esta inesperada sumisión de las Aes Sedai se encuentra Verin Mathwin, quien está utilizando una ligera Compulsión sobre ellas para empujarlas a tomar esta decisión.
El Corazón del Invierno[]
Aunque, una tras otra, todas las Aes Sedai que fueron puestas a cargo de las Sabias aceptan servir al Dragón Renacido, las cinco primeras son las que se mantienen más cerca de él, en gran medida gracias a la decisión de Cadsuane Melaidhrin de permitir que la acompañen en su viaje a Far Madding, donde se reencuentran con Rand. Sarene y las demás siguen a Cadsuane y sus aliados aunque esto signifique dejar atrás a sus Guardianes y, al hacerlo prestan su ayuda a Rand protegiéndole mientras él y Nynaeve al'Meara están inmersos en la Limpieza del Saidin. Cadsuane dirige las defensas en este momento trascendental, previendo elataque de los Renegados en cuanto éstos sientan el inmenso despliegue de Poder Único en la zona. Siguiendo sus comandos, Sarene se coliga con Damer Flinn y Corele Hovian y participa en los combates posteriores, luchando en al menos una ocasión con Demandred y forzándole a retirarse. Al final de la jornada, cuando Rand y Nynaeve logran lo hasta entonces impensable, la Blanca se encuentra en estado de shock por la experiencia que ha vivido.
Encrucijada en el crepúsculo[]
Rand debe descansar y reponer fuerzas después de haber conseguido purificar la mitad masculina de la Fuente Verdadera, por lo que Cadsuane lo lleva a un lugar muy apartado, la casa solariega de Lord Algarin Pendaloan, en el extremo este de Tear. Sarene y las demás Aes Sedai Viajan con Rand y Cadsuane hasta allí y pasan unos días de calma, reposo y preparación. De súbito, la Blanca percibe que Vitalien, su Guardián, se está aproximando a ella, con lo que corre a avisar a Rand junto a Erian. Los Guardianes que se quedaron en el Palacio del Sol han sido utilizados por Logain Ablar y Davram Bashere para dar con el Dragón Renacido, reunirse con él y tratar importantes asuntos. Sarene se reencuentra de esta forma con Vitalien, permaneciendo juntos a partir de entonces.
La tormenta[]
Sarene y las otras Aes Sedai se trasladan a Arad Doman y se ocupan de mantener escudada e interrogara periódicamente a la temible Semirhage, la Renegada a la que han conseguido capturar después de que fracasara la trampa que tendió a Rand. La Blanca es vista en más de una ocasión, ya sea manteniendo el escudo coligada junto a otras dos hermanas, o bien dirigiendo personalmente el interrogatorio. Precisamente es en esta última ocasión cuando Cadsuane descubre cómo quebrantar a Semirhage, por lo que irrumpe en la habitación, releva a Sarene y logra humillar a la Renegada a la vista de todos los presentes, vivamente impresionados ante la escena que están contemplando. Más adelante, Sarene entra en Bandar Eban junto a Rand y el resto de sus acompañantes y se mantiene cerca suyo, primero en Arad Doman y después en la Ciudadela de Tear, si bien la proximidad de las Aes Sedai ya no es bienvenida cerca suyo, después de la muerte de Semirhage y de la caída en desgracia de Cadsuane.
Torres de Medianoche[]
Pocos días después de la desaparición de Rand y de que Min anuncie que no hay que preocuparse por él porque le ha ocurrido algo maravilloso, Alanna Mosvani desaparece de la Ciudadela sin dejar ni rastro. Conscientes de que el destino de Alanna está ligado al de Rand por haberle convertido en su Guardián, Sarene acude a toda prisa a anunciar a Cadsuane lo que ha pasado.
Un recuerdo de Luz[]
Al igual que muchos otros que han jurado fidelidad a Rand, Sarene participa en la Batalla de Thakan'dar. Aviendha se ocupa de coordinar a todas las personas capaces de encauzar el Poder Único y piensa que Sarene es una combatiente muy buena, tanto que si hubiera sido Aiel podría haber llegado a ser una excelente Far Dareis Mai. Mientras permanece coligada con Aviendha, Faeldrin Harella y Kiruna Nachiman, el grupo es atacado por Hessalam, quien hiere de gravedad a Damer Flinn y asesina a Faeldrin, Kiruna y al Guardián de Sarene, Vitalien. No obstante, y debido a la belleza de Sarene, Hessalam no mata a la Blanca sino que usa su terrible Compulsión, convirtiéndola en una de sus preciadas "mascotas", auténticos esclavos sometidos a ella por completo y sin remedio posible.
Más adelante durante la batalla, Sarene y otras Aes Sedai sometidas a Hessalam son obligadas por la Renegada a coligarse con ella y darle toda su fuerza mientras combate a Aviendha, Cadsuane y otras mujeres muy fuertes en el Saidar. Llega un momento en que Hessalam absorbe más fuerza de la admisible de las Aes Sedai sometidas a ella, y Sarene se desploma con la mirada vacía, seguramente falleciendo víctima de la extenuación a consecuencia de haber encauzado demasiado y sin limitaciones.
Personalidad[]
Pese a que su belleza es capaz de cortar la respiración, Sarene no piensa en sí misma como una persona hermosa; de hecho, a veces piensa que las mujeres bonitas no saben usar la lógica, aunque este mismo pensamiento no guarda ningún sentido lógico para ella misma, irónicamente. Su carácter es el propio de una Blanca: antepone el razonamiento frío a cualquier cosa y a menudo no entiende nada sobre las emociones, por más que Egwene al'Vere percibe que Sarene, en el fondo, tiene su temperamento. La Aes Sedai tarabonesa tiene merecida fama de poseer una lengua afilada y poco tacto, pero ella es tan ajena a este hecho como al de su propia hermosura. Pero, más allá de esta máscara de frialdad, imperturbabilidad y falta de empatía, Sarene tiene una afición secreta que no desea que nadie sepa: escribir poesía. Escribe con frecuencia acerca de Vitalien, comparándolo con un leopardo o con otros animales igual de poderosos, gráciles y peligrosos. Sin embargo, la propia Sarene se ocupa de mantener oculto todo esto, y está segura de que se moriría de vergÜenza si su Guardián se enterase de lo que escribe de él.
Trivia[]
- Además de la visión que tuvo de Sarene y las otras Aes Sedai sirviendo a Rand cada una a su manera, Min tuvo otra en la que auguraba que la Blanca viviría un tórrido y tempestuoso romance. A lo largo de las novelas no ha llegado a ocurrir nada así, por lo que ha de suponerse que este augurio se ha producido de alguna de las formas siguientes:
- Sarene ha tenido su romance con otra persona (quizás su Guardián, Vitalien) sin que este hecho haya sido narrado, probablemente en algún momento entre Encrucijada en el crepúsculo y Un recuerdo de Luz.
- El "romance" al que se refería Min resulta ser la Compulsión a la que somete Hessalam a Sarene, convirtiéndola en su sierva y quitándole toda voluntad e independencia.