Someshta | |||
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Información cronológica | |||
Primera mención | EODM 4 | ||
Primera aparición | EODM 49 | ||
Última aparición | EADLS 26 | ||
Información biográfica | |||
Nombre completo | Someshta | ||
Alias | Hombre Verde | ||
Nacimiento | Era de Leyenda | ||
Muerte | 998 NE | ||
Información política | |||
Ocupación | Guardián del Ojo del Mundo | ||
Descripción física | |||
Género | Hombre | ||
Complexión | Fuerte y corpulento | ||
Estatura | Nym | ||
Pelo | Hierba | ||
Ojos | Avellanas |
Someshta es el último de los Nym, seres creados en la Era de Leyenda para contribuir al crecimiento de las cosechas con sus hermosas canciones. Todo rastro de la existencia de los Nym se perdió con el Desmembramiento del Mundo y Someshta acabó convirtiéndose en una figura mítica, adquiriendo el sobrenombre de Hombre Verde, en torno al cual se entrelazaron numerosos cuentos y leyendas. No obstante, por más de tres mil quinientos años Someshta permaneció con vida y cumpliendo con la importante misión que los Aes Sedai le asignaron.
Apariencia[]
El Hombre Verde es una forma humanoide de enorme estatura, con una diferencia de proporciones con respecto a los Ogier semejante a la que éstos tienen con respecto a los seres humanos, con lo que puede superar con comodidad los cinco metros de altura. Parece estar hecho completamente de raíces, ramas y hojas. Sus cabellos son de hierba, sus ojos son grandes avellanas y sus uñas, bellotas. La vida florece a lo largo de todo su cuerpo, que está recubierto de musgo y pequeñas flores. El aspecto imponente y reverencial que tiene Someshta sólo se ve alterado por una fea y profunda cicatriz que surca buena parte de su cabeza.
Historia[]
Era de Leyenda[]
Cuando Rand al'Thor contempla el pasado remoto de los Aiel en las columnas de cristal de Rhuidean, Someshta es visto en dos ocasiones a través de los ojos de dos de sus antepasados más lejanos. El Nym canta con varios Ogier y Da'shain Aiel para sanar las plantas y acelerar su crecimiento el día en que el joven Coumin participa por primera vez en la cosecha, al final de la Guerra de la Sombra. Coumin ya conocía a Someshta de anteriores ocasiones y se acerca con confianza a él para pedirle que le cuente alguna historia de la época de Charn, su bisabuelo, cuando no existía la guerra.
Cerca de un siglo más tarde, cuando el mundo está inmerso en la Época de Locura causada por los varones Aes Sedai, Someshta ya recibe el título de "el último de los Nym" cuando es convocado a lo que queda de la Antecámara de los Siervos. Él es interpelado por Jonai, el hijo de Coumin, quien afirma ser amigo suyo. Sin embargo, el Nym ya muestra en su rostro la cicatriz que le acompañará el resto de sus días y se le ve distraído y ausente, y no recuerda haber visto con anterioridad al Da'shain Aiel. Los Aes Sedai allí congregados están tomando importantísimas decisiones de acuerdo con la Predicción que ha tenido una entre ellos, Deindre. Los Aes Sedai asignan a Jonai y los Da'shain Aiel la tarea de poner a salvo y custodiar los Objetos del Poder Único que han podido reunir y encargan a Someshta otra importante misión, que con toda probabilidad sea proteger el Ojo del Mundo.
Tercera Era[]
A lo largo de toda la Tercera Era Someshta permaneció en el Ojo del Mundo, el único lugar en que aún se custodiaba Saidin incorrupto que, de acuerdo con lo profetizado, sería necesario para trazar el camino a seguir por el Dragón Renacido. El último de los Nym también tuvo en su poder uno de los siete sellos de la prisión del Oscuro, el Estandarte del Dragón y el legendario Cuerno de Valere. Oculto en el corazón de la Llaga, el Ojo del Mundo y su guardián se convirtieron con el paso del tiempo en protagonistas de numerosos relatos a los que sólo los niños más inocentes de las Tierras Occidentales daban credibilidad. No obstante, esto no fue así en todos los pueblos del mundo: los Ogier aún recordaban a Someshta, y muchos de sus Mayores le visitaron en busca de consejo. No se ha aclarado si los Aiel también sabían del paradero del Nym, aunque algunas leyendas relacionan al Hombre Verde con Avendesora, el Árbol de la Vida, uno de los tesoros custodiados en Rhuidean.
Las personas más versadas y en contacto con las Tierras Fronterizas también mantuvieron vivo el recuerdo del Hombre Verde, al decirse que en momentos de extrema necesidad una persona podía dar con el Ojo del Mundo y conversar con su custodio, como máximo una vez en la vida. Algunos jóvenes fronterizos asumen la misión de encontrar al Hombre Verde para probarse a sí mismos y ser reconocidos como hombres de valía. Se sabe que la Aes Sedai Moraine Damodred visitó en el pasado a Someshta, aunque no han trascendido ni las circunstancias bajo las que produjo este encuentro, ni las consecuencias que pudiera haber, aunque es posible que estuviera relacionado con la misión de Moraine de encontrar y guiar al Dragón Renacido.
Sinopsis[]
El Ojo del Mundo[]
Después de llegar a sus oídos que Ba'alzamon planea atacar el Ojo del Mundo, Moraine viaja a toda velocidad hacia Shienar para encontrar al Hombre Verde y ponerle sobre aviso. La Aes Sedai cree que la necesidad es tan grande que ella y su grupo podrán dar con él, pese a que ya haya hablado con él en el pasado. Su suposición se confirma cuando los viajeros encuentran el Ojo del Mundo en su segundo día de estancia en la Llaga, mucho antes de que lleguen a las Montañas Funestas. Que sepa Moraine, nunca antes había aparecido el Ojo del Mundo antes de superar estas elevaciones, lo que refuerza su teoría de que era urgente hablar con el Hombre Verde lo antes posible. Someshta los recibe con amabilidad, dedicando palabras corteses al Ogier Loial y sorprendiéndose al volver a ver a Moraine. Pese a las lagunas de su memoria, el Nym descubre de un solo vistazo que Perrin Aybara es un Hermano Lobo y que Rand al'Thor es de ascendencia Aiel, aunque no entiende cómo puede portar una espada.
Someshta accede a la petición de Moraine y les lleva a todos ante el Ojo del Mundo, explicándoles que él no fue hecho para custodiarlo y que los Aes Sedai que lo crearon murieron en el proceso. Al regresar al jardín del Hombre Verde, los compañeros descubren con terror que han sido seguidos por dos de los Renegados, Aginor y Balthamel. Someshta interviene y les ordena que salgan de ese lugar, mas ellos no se inmutan y Balthamel comienza a quemarle usando tejidos de Fuego. Con un rugido de dolor, el Hombre Verde se defiende agarrando a Balthamel y hace que éste comience a pudrirse. Los dos mueren en esta confrontación, pero antes de caer el último de los Nym él deja caer una bellota y de ella surge inmediatamente un hermoso sauce. Después de las luchas vividas en el Ojo del Mundo y de que éste sea agotado por Rand, el jardín del Hombre Verde comienza a ser absorbido por la Llaga, mas Loial Canta para mantener el sauce vivo en recuerdo de Someshta, siendo así el único ser vivo que permanece inmune en medio de la corrupción de la Llaga.