Las sul'dam (en la Antigua Lengua, Asidoras de la Correa) son mujeres seanchan que pueden controlar a las damane, mujeres que pueden encauzar el Poder Único y por ello son vistas como un gravísimo peligro para la sociedad y para ellas mismas. El control de las sul'dam sobre las damane se realiza mediante el a'dam, un ter'angreal especial con el aspecto de un collar y un brazalete de plata unidos entre sí mediante una correa. A través del a'dam, las sul'dam no sólo manejan el Poder Único que encauzan las damane, sino que también pueden percibir sus pensamientos y emociones e infligirles tanto placer como dolor, en función de si desean premiarlas o castigarlas. Por supuesto, las damane no pueden hacer otra cosa más que someterse a las sul'dam, ya que el solo pensamiento de escapar o tocar el a'dam les provoca fuertes dolores de cabeza.
Descripción[]
Una pareja de sul'dam y damane son fácilmente reconocibles por el a'dam que las une y por sus uniformes. Mientras que las damane visten un traje gris y anodino de tela basta, las sul'dam lucen un característico vestido hasta la altura de los tobillos de color azul oscuro con zonas de un rojo intenso decorado con formas de rayos plateados en el pecho y los costados.
Las sul'dam son consideradas piezas fundamentales del famoso Ejército Invencible seanchan al adiestrar y emplear el arma más poderosa con la que cuentan, las damane. Por ello, dentro de la compleja jerarquía militar seanchan, ocupan las posiciones más altas, aun por encima de los demás entrenadores de animales exóticos. Las sul'dam de más alto rango son conocidas como der'sul'dam, y con frecuencia son miembros de la Sangre. Estas mujeres son tan importantes que suelen poseer más de una damane y se ocupan de entrenar a las otras sul'dam.
Comportamiento[]
La idea de que existan personas que puedan encauzar el Poder Único con total libertad horroriza a los seanchan, tanto que creen que todas las mujeres que pueden tocar el Saidar deben ser atadas a la correa y tratadas como peligrosísimos animales que necesitan un duro entrenamiento, para su seguridad y la del resto de persona. En consecuencia, las sul'dam se ocupan de quebrantar a las mujeres que en un principio se niegan a asumir esta realidad y acaban convirtiéndolas a base de premios y castigos en algo muy parecido a mascotas humanas que sólo viven para satisfacerlas y ganarse una sonrisa o una caricia suya. Hay algunas sul'dam que dan nuevos nombres a sus damane, más adecuados para un animal de compañía que para una persona, con la intención de reforzar su nueva condición infrahumana.
Hay muchas más sul'dam que damane, por lo que la mayoría deben compartir la correa, una vez que ha concluido el entrenamiento de la damane. Aquéllas de las Atadas a la Correa que han completado satisfactoriamente su educación desarrollan un fuerte sentimiento de lealtad y adoración hacia sus sul'dam y se comportan como auténticas mascotas ansiosas por ganar su aprobación. Las damane son propiedades muy valiosas y muy rara vez son asesinadas por más que cometan alguna infracción grave, pero sí son amenazadas con la mutilación de alguno de sus miembros, aunque esto suponga una vergüenza hacia la sul'dam encargada de su educación y un motivo de sobra para ser ser'mosiev.
Eventos recientes[]
En Seanchan, las damane son mujeres que tienen la chispa y que aprenderán a encauzar con o sin entrenamiento. Lo que los seanchan desconocen es que también existen mujeres que puedan tocar el Saidar a través de un aprendizaje y que éstas son precisamente las sul'dam. En realidad, ellas no comienzan en algún momento de su adolescencia a encauzar involuntariamente, pero sus habilidades latentes quedan patentes en hechos como la profunda afinidad que se establece con sus damane, la habilidad que tienen para percibir a otra mujer encauzando o notar cuando su damane está tocando la Fuente Verdadera. Si una mujer experimentada en el manejo del Poder Único tuviera la oportunidad de examinar de cerca a una sul'dam descubriría con estupor que estaría en el filo de ser capaz de encauzar por su propia cuenta.
Obviamente, un descubrimiento de este calibre amenazaría toda la estructura social de los seanchan y su forma de entender el mundo, y si algún día se llegó a conocer, esto fue ocultado y finalmente olvidado en los años de la Conquista. Siglos más tarde, cuando los seanchan emprendieron el Retorno a las Tierras Occidentales se redescubrió de forma accidental que las sul'dam podían aprender a encauzar, cuando Egwene al'Vere consiguió librarse del a'dam y ponérselo a dos de sus captoras, Renna Emain y Seta Zarbey. Este hecho tan perturbador fue ocultado durante un tiempo, pero otra mujer seanchan, la capitana Egeanin Sarna acabó enterándose por sus propios medios al asir a la correa a Bethamin Zeami, una amiga de Renna y Seta. La noticia acabó por llegar a los oídos de la por entonces Hija de las Nueve Lunas, Tuon Athaem Kore Paendrag, quien de hecho es una gran entrenadora de damane y por tanto equivalente a una der'sul'dam.
Aún está por determinar el efecto que tendrá sobre los seanchan y su cultura el descubrimiento de la verdadera naturaleza de las sul'dam, pero ya ha habido algunas de ellas que se han visto forzadas a asumir la realidad. Aparte de Renna, Seta y Bethamin, veinte sul'dam fueron capturadas durante la campaña de Rand al'Thor contra los seanchan y enviadas a Caemlyn para que Elayne Trakand se ocupara de ellas y las convenciera de sus capacidades. Tras una tenaz resistencia, la mayoría de ellas siguen rechazando de pleno tal posibilidad y han afirmado que las Aes Sedai trataban de confundirlas, aunque algunas han empezado a asumirlo. Una de ellas ha acabado por aceptarlo y ha insistido en ser atada al a'dam y recibir un nombre de damane, Kaisea.