El Viaje es el arte de usar el Poder Único para transportarse a uno mismo o a otras personas de forma prácticamente instantánea de un lugar a otro, por muy alejados que ambos sitios entre sí. Viajar es uno de los Talentos más importantes, y se ha considerado perdido desde el Desmembramiento del Mundo aunque recientemente ha sido redescubierto tanto por los varones como por las mujeres capaces de encauzar. Está relacionado con el Rasar, aunque Viajar es una versión mejorada y sólo accesible a las personas más fuertes y diestras en el manejo del Poder.
Tanto el Viaje como el Rasar se realizan a través de la creación de accesos mediante el Poder. Inicialmente éstos aparecen como finas líneas verticales en el aire que se expanden hasta formar un portal rectangular. Si al abrir un acceso éste se topa con cualquier objeto material lo corta limpiamente, existiendo el riesgo de herir o incluso matar a alguien si se abre un acceso en un lugar desconocido o atestado de personas. De hecho, abrir un acceso puede llegar a considerarse un arma, si bien es complicado elegir el lugar preciso de apertura para que emplearse de forma efectiva. Los Engendros de la Sombra mueren instantáneamente si entran en un acceso, hecho que ha sido aprovechado para desarrollar una técnica de ataque conocida como Puertas de la Muerte, consistente en abrir y cerrar accesos a gran velocidad, atrapando a los Engendros de la Sombra y acabando con ellos en un abrir y cerrar de ojos. No obstante, las Puertas de la Muerte requieren de una inmensa cantidad de Poder Único para poder resultar efectivos, y sólo personas más poderosas como Lews Therin Telamon han demostrado el pleno potencial de este tejido especial.
Viajar era un Talento aparentemente frecuente en la Era de Leyenda, empleado con asiduidad por los Aes Sedai más poderosos. Éstos tenían tal destreza en la creación de accesos que incluso podían anunciar su llegada, si así lo deseaban, imprimiendo su sello personal al aspecto de sus accesos y usando un sonido distintivo a la vez que comenzaban a abrirse en el punto de destino. El tejido empleado para abrir el acceso puede atarse, tras lo que cualquier persona puede entrar en el acceso y Viajar a través de él, siempre que el tejido se mantenga sujeto. En el momento en que éste se suelte, el acceso disminuirá hasta volver a ser una línea vertical y desaparecer completamente. Existe un método para detener el cierre de un acceso mediante el Poder Único, pero es extremadamente difícil y, según Asmodean, los únicos entre los antiguos Aes Sedai que eran capaces de lograr algo así eran Lews Therin, Demandred y Semirhage.
El proceso de formación de un acceso es radicalmente diferente en hombres y mujeres, hasta el extremo de que si un hombre trata de abrir un acceso como lo haría una mujer corre el riesgo de morir o perder la capacidad de encauzar, y viceversa. Ni siquiera los flujos empleados por ambos sexos son los mismos: mientras que las mujeres entretejen Energía pura, los hombres crean un tejido de Energía con algunas porciones de Fuego. Los varones describen la apertura de un acceso con el Saidin como "hacer un agujero en el Entramado que una el punto de origen con el de destino. Por su parte, con el Saidar las mujeres crean una similitud en el Entramado entre dos puntos separados en el espacio, hasta que llegan a ser iguales y pueden acceder de uno a otro mediante un acceso. Al contrario de lo que en un principio podría pensarse, es más importante conocer y memorizar el lugar de origen que el lugar de destino al que se desea Viajar.
Tras el Desmembramiento del Mundo, el Viaje se consideró un Talento perdido y ninguna persona fue capaz de crear accesos hasta finales de la Tercera Era, cuando se redescubrió. Se cree que Rand al'Thor creó un acceso inconscientemente en el lapso entre su combate con Aginor y su primer enfrentamiento con Ba'alzamon, varios meses antes de que aprendiese a Viajar de forma consciente, gracias a las enseñanzas de Asmodean. Aviendha también fue capaz de crear un acceso involuntariamente cuando fue sorprendida desnuda por Rand, mas la primera mujer de la Tercera Era de la que se tiene constancia que abrió un acceso y Viajó siendo plenamente consciente de lo que hacía fue Egwene al'Vere. En la actualidad el Viaje es conocido por la práctica totalidad de organizaciones de personas que manejan el Poder Único, aunque sólo los más poderosos tienen la capacidad de abrir accesos y Viajar a través de ellos.[1]